Las dilaciones de la Justicia ante la denuncia del atentado a la militante de H.I.J.O.S.

Habló Sabrina Bölke, víctima del ataque.

Marcha 24 de marzo.

Luego de que la organización de derechos humanos H.I.J.O.S., que nuclea a hijas, hijos y familiares de víctimas del terrorismo de Estado de la dictadura, denunciara públicamente el ataque perpetrado hacia una de sus militantes, Sabrina Bölke, la investigación se encuentra empantanada por dilaciones de la Justicia. La actuación judicial atenta contra la posibilidad de esclarecer el hecho y encontrar a los responsables, quienes tras el ataque realizaron pintadas afines al gobierno en el interior de la vivienda.

“Respecto de la causa, hubo cambios de jurisdicción por declaración de incompetencia entre la Justicia nacional ordinaria y la justicia federal. Situación que aún se mantiene, ya que el juez federal Ercolini por segunda vez se declaró incompetente enviando nuevamente la causa al juez Yadarola. Eso implica que se siga demorando el inicio de la investigación. Las dilaciones en torno a la competencia que conllevan la falta de designación de juez y fiscal resultan determinantes para la seguridad de nuestra compañera y para la seguridad jurídica que necesitamos”, sostiene la organización en un comunicado.

El hecho ocurrió el 5 de marzo en la ciudad de Buenos Aires, donde la víctima fue abusada sexualmente y torturada en su propia casa durante 20 minutos por dos hombres: “Me dijeron que no hablara nunca más, que sabían dónde trabajaba, que no tenía que hablar mas de mi trabajo de derechos humanos. Y cuando sacaron las armas y me apuntaron pensé que mi vida iba a terminar ahí”, sostuvo Sabrina, quien desde su lugar como trabajadora trans de la ex Esma profundizó en la investigación de desaparecidos LGBT.

Y agregó: “Les pregunté ‘¿Me van a robar? No tengo nada, no se dan cuenta que no tengo nada’. Y ahí me dicen ‘nosotros sabemos todo de vos, sabemos donde trabajas, sabemos qué haces, que estás con los derechos humanos. Nosotros no vinimos a robarte, vinimos a matarte'”.

Además de mencionar que destrozaron varios de sus muebles, Sabrina dijo que después de volver del hospital Pirovano -donde la atendieron por las heridas y los golpes sufridos durante el episodio- vio que “en una de las paredes habían escrito las siglas de VLLC (Viva La Libertad Carajo) y la palabra ‘ñoqui’ en la pared de mi habitación”, sobre este punto responsabilizó al “caldo de cultivo de odio y de violencia que hay desde hace un tiempo ya fomentado por el propio gobierno, y que habilitan este tipo de cosas”.