El punto 8 del “Pacto de Mayo” es más pólvora para dinamitar la jubilación

La defunción del sistema previsional.

Si el 25 de mayo de 1810 nacía nuestra nación, podríamos decir que el “pacto de Mayo” de Milei es la defunción del sistema jubilatorio. El punto 8 del ultimátum de Milei a los gobernadores y dirigentes de los “principales” partidos dice: “Una reforma previsional que dé sustentabilidad al sistema, que respete a quienes aportaron y permita a quienes prefieran, suscribirse al sistema privado de jubilación.”

Es el menos genérico y más preciso de los “diez mandamientos” del pacto colonial y antiobrero propuesto por Milei en la apertura de sesiones del 1º de marzo.

En el planteo de “sustentabilidad al sistema” conocemos las recetas liquidacionistas de los derechos de los actuales y futuros jubilados que son la especialidad de la casa del FMI: elevar la edad jubilatoria, eliminar los mal llamados regímenes especiales -que son aquellos que derivan de la insalubridad, las zonas desfavorables o los resabios del 82% móvil en algunos gremios y provincias-, mantener y profundizar una tasa de sustitución ruinosa al momento de la jubilación (divorcio del mejor salario mediante desactualización inflacionaria) y eliminar el “doble beneficio” o sea la pensión del cónyuge al momento del fallecimiento.

Elevar la edad implica trabajar hasta la muerte en los trabajos más pesados y desgastantes, pero como las empresas tienden a expulsar a los mayores de 50 años es una manera de transformar en parias a millones, aun cuando tengan los 30 años de aportes. Es un gran negocio fiscalista porque, como pasó durante el menemismo, por varios años nadie se jubila y quedan jugosos saldos para pagar los intereses de la deuda. Y el avance de la ciencia médica para extender la vida no cae parejo entre la población, todo lo contrario, cada día impacta de manera más desigual.

Los regímenes especiales hay que defenderlos con uñas y dientes desde las organizaciones obreras y populares, porque son conquistas que costaron décadas de luchas y sangre de los trabajadores como el propio sistema jubilatorio, al igual que las jubilaciones atadas a los salarios en actividad en una decena de provincias no “armonizadas”, como cínicamente la denominan los gobernadores de todos los signos. La pensión lo mismo, eliminarla es la condena al hambre de quien pierde su pareja y además tiene que afrontar sola o solo los gastos que eran comunes.

Lo de respetar a quienes aportaron es uno de los planteos más pérfidos para envenenar la conciencia de las masas trabajadoras, para dividirnos entre nosotros y desatar la guerra entre pobres. Porque quienes no aportaron no lo hicieron por su voluntad sino porque fueron explotados en negro, porque para llegar a esa edad, no siendo capitalistas, de algo trabajaron, son víctimas de un sistema: el de las patronales que facturan en negro y pagan salarios en negro, total o parcialmente. Son víctimas de aportes que se les descontaron y no se aportaron. Son víctimas del cuentapropismo forzado de los rapis o la changa informal de sobrevivencia alimentaria. Son víctimas de la burocracia sindical que consiente pagos y firma paritarias con cifras “no remunerativas” que revientan la Anses, de “pymes” que pagan las extras en negro. Son víctimas de haber nacido en familias cosecheras o de peones rurales donde la oligarquía “modernizadora” de las relaciones laborales tiene a más del 70% en negro, o ser trabajadoras de casas particulares con otro porcentaje similar de informalidad.

El enemigo elegido por Milei para justificar las jubilaciones de indigencia son las y los trabajadores más pobres y precarizados, los que no reúnen los 30 años de aporte porque a eso los condenó el sistema y pudieron obtener con la moratoria un beneficio recortado en el que ellos mismos completan los años de aportes faltantes pagando su propia jubilación con descuentos, mientras las patronales evasoras y negreras disfrutan de la impunidad. Al contrario, son premiadas con normas para “terminar con la industria del juicio”. Otro de los latiguillos para completar el veneno inoculado certeramente para dividirnos entre nosotros. Por eso hemos sido implacables con quienes desde un presunto “progresismo” como Grabois se sumaron a esta campaña, claro, son también los apologistas de la “economía popular”, el eufemismo del trabajo híperprecarizado. Y si es el caso de una trabajadora que durante parte de su vida se dedicó a atender hijos y hogar, se trata de una enorme tarea no remunerada de alto contenido social y aún capitalista como es asegurar la reproducción de la clase que permitirá extraer la plusvalía al capital en fábricas, minas o comercios.

Por fin Milei plantea la frutilla del postre: habilitar las AFJPs, el sistema de Menem que brindó una tasa parasitaria de beneficios al capital financiero y las empresas, constituyendo lo que Cavallo llamó un “mercado de capitales” donde bancos, grupos económicos, fondos de inversión o multinacionales se sirvieron para financiarse, mientras el 30% del aporte exclusivo del trabajador (11%) se le descontaba en concepto de “comisión”. El PO hizo -y volverá a hacer- la más formidable campaña con un folleto llamado “La Bolsa o la Vida” y batallamos en fábricas y gremios boicoteando la afiliación a las AFJPs que promovieron todas las burocracias sindicales con la respectiva cometa, incluidos los “progres” del Credicoop con “Previsol”. Unos trescientos mil ex AFJPs llamados de “renta vitalicia”, siguen sufriendo las esquirlas de la explosión del negociado cobrando una miseria marginal. Apuntemos que el kirchnerismo al nacionalizar constituyó el Fondo de Garantía y Sustentabilidad al que empapeló de deuda “intraestatal”, ahora devorada por Milei y Caputo.

Pero señalemos que además, como lo plantea Milei, en forma de preferencia voluntaria sería probablemente para que una capa minoritaria y mejor paga de la población se asegure una vejez pagando su jubilación mientras que las masas trabajadoras son condenadas a una vejez de privaciones desesperantes en un sistema residual desfinanciado.

Pero, ¿es este el único ataque a la jubilación? Al contrario, es apenas un complemento del intento fallido de anular la movilidad, aunque manteniendo la movilidad alberto-kirchnerista con la cual las jubilaciones están siendo demolidas en su poder adquisitivo, porque refleja mitad salarios y mitad recaudación, dos cosas en caída libre frente al ascenso demencial de la inflación. Ahora LLA ha presentado un proyecto de indexación pero a partir del 1º de abril, la gran Macri pero ampliada: en el empalme de la nueva fórmula se roban la diferencia del último trimestre de 2023 y del primero de este año, probablemente 50 puntos de un saque. Se quedaron con el Fondo de Garantía y Sustentabilidad en un robo del Tesoro a la Anses de unos u$s50.000 millones en lugar de pagar los juicios que son centenares de miles. Y el Pami está suspendiendo alimentos y medicamentos gratuitos.

En este cuadro algunos hablan de cerrar la Anses. Y claro, para una pensión asistencial de la tercera edad, tipo Puam -que es el 80% de la jubilación mínima-, para qué tener Anses. Se paga de rentas generales… si hay plata. Toda la clase capitalista y sus políticos están en esta perspectiva, con matices o distintas variantes, pero la prueba es que cada gobierno de estos dramáticos 40 años de democracia ha ido destruyendo el sistema jubilatorio que supimos conquistar.

La recomposición de las jubilaciones es incompatible con Milei, con su “pacto de Mayo” con los opositores “dialoguistas” de la diáspora macrista y también con todas las variantes del peronismo que fueron contribuyendo a la debacle gobierno tras gobierno. Las banderas del 82%, de una mínima equivalente a la canasta de tercera edad hoy superior a los $600 mil, la indexación de todas las jubilaciones, la reposición de los aportes patronales anteriores al ’93, el fin del trabajo en negro y la evasión patronal, requieren derrotar el plan Milei con la clase obrera al frente de todas las clases populares y abrir paso a una salida de los trabajadores a la crisis. Por eso planteamos el plan de lucha hasta la huelga general para lograrlo.

https://prensaobrera.com/politicas/milei-quiere-que-los-jubilados-por-moratoria-no-ganen-ni-siquiera-la-minima-de-indigencia

https://prensaobrera.com/politicas/plan-de-lucha-hasta-la-huelga-general