Familiares de Luna Ortiz –víctima de femicidio ocurrido en Tigre el 3 de junio de 2017-, junto a diferentes organizaciones, concentraron frente a Tribunales de CABA, para exigirle a la Corte Suprema de Nación que realice el fallo de cesura, y así poder comenzar una nueva instancia en el juicio por justicia.

La acción de lucha coincidió con la fecha de cumpleaños de Luna, cuyo crimen permanece impune. En el 2019, a través de la movilización impulsada por la familia, se logró que el Tribunal Oral (TOC) n°7 de San Isidro condenara a 14 años prisión a Isaías Villarreal, no bajo la figura de femicidio como hubiese correspondido, sino por “abandono de persona seguida de muerte con suministro de estupefacientes”. Sin embargo, en mayo del año pasado, el TOC N°7 dejó en libertad Villarreal, tras un fallo de los jueces de Casación Ricardo Ramón Maidana y Daniel Alfredo Carral, que cambiaba la carátula a “a homicidio culposo con suministro de estupefacientes”, reduciendo la pena. Para colmo, los padres de Luna deben soportar que el asesino de su hija viva a seis cuadras de su casa. Cuentan como único medio de protección una orden perimetral de 500 metros.

"La causa de nuestra hija sigue estando impune, gracias a un poder judicial rígido para los familiares víctimas de narcofemicidios, me atrevo a decir. En el femicidio de nuestras hijas están involucrados el narcotráfico y las redes de trata" pic.twitter.com/bWzc3XwFb8

— Prensa Obrera (@prensaobrera) April 14, 2023

A su vez, el Poder Judicial mantiene trabadas las otras cuatro causas abiertas tras el asesinato de Luna: una por abuso sexual -en la que está imputado Pablo Paz Gutiérrez, a quien Villarreal le “entregó” a la joven a cambio de drogas para que abusara de ella-, otra por facilitación de la prostitución y dos por narcotráfico. Cabe destacar que la Fiscalía de Género de Tigre jamás anotició a los padres de Luna que había abierto esos expedientes y tuvieron que enterarse investigando por su cuenta.

El encubrimiento estatal de este femicidio existió desde el primer momento y continúa hasta el día de hoy. No solo tenemos al poder político y a la policía liberando las zonas para que actúen las mafias del narcotráfico y la trata que terminaron con la vida de Luna, sino también a la Justicia presentando una versión de los hechos que busca responsabilizar a la víctima, omitiendo que sus femicidas, con el objetivo de violentarla, la indujeron al cuadro de sobredosis que produjo su muerte.

Seguiremos en las calles para que Villarreal vuelva a la cárcel y todos los responsables del narcofemicidio de Luna sean enjuiciados y condenados. Abrazamos a su familia en el día del cumpleaños de su hija y les agradecemos por su lucha incansable.

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