Este sábado 24 se llevaron adelante la asamblea general del Cedems y el congreso de Adep -ambos gremios docentes de la provincia de Jujuy- para discutir la oferta salarial del gobierno provincial, en el marco del ataque lanzado por Milei y el paro nacional ya convocado por Ctera.

El gobernador Carlos Sadir, al igual que todos los gobernadores, pretende mostrarse como víctima de la motosierra de Milei, pero traslada el ajuste directamente contra los trabajadores, la educación y la salud de la provincia.

El ataque histórico de Milei a la educación, al sostener para 2024 el presupuesto de 2023 recortando el Fonid y otros ítems que componen el salario docente, es trasladado directamente sobre los docentes por Sadir con una oferta salarial miserable de 30% de aumento en dos cuotas (20% febrero y 10% en marzo). Si tenemos en cuenta que los fondos nacionales cubren un 15% del salario de bolsillo, estamos hablando de que la oferta del gobierno sólo sería de un 5% de aumento para febrero, luego de tres meses de retroceso salarial superior a 50%, con  una inflación anualizada por encima del  200%.

La oferta del gobierno es tan miserable que un cargo de primaria sin antigüedad no llegaría a $300.000 de bolsillo y, en nivel  medio, se traduciría en un aumento de apenas $800 por hora cátedra. El reclamo formal de los sindicatos fue un salario de bolsillo igual a la canasta básica y la recomposición de los fondos nacionales. Además, en Jujuy hay plata: Sadir, en lugar de ajustar a los docentes, podría aumentar las regalías a las multinacionales del litio o agregar impuestos inmobiliarios a los terratenientes y tabacaleras.

Adep: una conducción burocrática y sometida al gobierno de Sadir

El congreso de Adep terminó aceptando la oferta miserable del gobierno, producto de los mandatos de seis de las asambleas regionales, dejando sin efecto el rechazo en La Quiaca, Humahuaca y Ledesma. La conducción siempre apostó al vaciamiento de las asambleas y se aseguró de ganar las votaciones copando asambleas con el aparato punteril de Emilio Cayo, lacayo radical, y su instituto Nuevo Horizonte.  En la asamblea de la capital, 80 personas que nunca habían participado de las asambleas aparecieron por primera vez con dudosa afiliación para votar todo lo propuesto por la mesa directiva. Mala señal en un año de elecciones del sindicato. Por ello, es importante que las bases se afilien para poder recuperar Adep y, en los niveles medio y superior, para fortalecer al Cedems.

La conducción de Adep, en sus intervenciones, hizo un encubrimiento permanente del ajuste de Sadir. La secretaria general propuso alinearse a las acciones de Ctera, aduciendo que lo fundamental es recuperar los fondos nacionales porque la provincia no “podría” hacerse cargo de los salarios docentes. Al mismo tiempo, defendieron aceptar la propuesta de Sadir porque en caso de rechazarlo no habría ningún aumento. Para la dirección de Adep la docencia está derrotada sin luchar. Y por eso no harían paros provinciales y el inicio de clases sería normal para el nivel inicial y primario.

Desde Tribuna Docente se planteó confluir el plan de lucha nacional y provincial progresivo con paro el lunes 26, movilización a la apertura de sesiones legislativas y no inicio el 4 y 5 de marzo. En sintonía con esta posición, el activismo de Adep capital, sumado al de Humahuaca y el resto del interior, muestra un aire fresco para pelear por una nueva dirección en el sindicato.

La asamblea del Cedems, por su parte, rechazó la miserable oferta por mayoría y quedó pendiente para una próxima asamblea discutir el no inicio de clases. Es decir, si no hay una mejora en la propuesta en la reunión paritaria del 28 el no inicio de clases será de entera responsabilidad del gobierno. También se resolvió movilizar en el paro de Ctera, pero no adherir a la medida y el viernes 1° de marzo movilizar a la inauguración de las sesiones legislativas.

¿Cómo seguimos?

Es indudable que entre la docencia jujeña sigue vivo el debate sobre los resultados de la lucha de junio-julio del 2023. Por los descuentos ilegales del gobierno, para muchos docentes, la lucha no dio sus frutos; sin embargo fue la única vez en ocho años que se rompió el techo salarial de Morales, quien había impuesto siete años de paritarias a la baja. Los descuentos y la división entre Adep y Cedems (debería haber un sindicato único de docentes) ponen límite a la organización docente en las escuelas para defender lo ya conquistado y dificultan las acciones comunes.

Es fundamental impulsar asambleas por escuelas para discutir que con el 30% en negro que ofrece Sadir la mayoría de los docentes queda por debajo de la canasta de pobreza. El ataque histórico de Milei a la educación va de la mano del ajuste de Sadir, por eso no se puede escindir la lucha nacional de la provincial. El camino es exigirle a Ctera la continuidad del plan de lucha nacional y preparar el no inicio de clases en Jujuy. La unidad con la comunidad educativa (padres y estudiantes) que, en su conjunto, está afectada por la catástrofe social a la que nos lleva Milei será fundamental para defender la educación pública.

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