En la mañana de este miércoles 28 el concejo capitalino de Tucumán se reunió para cometer otra traición a las mayorías trabajadoras. Aprobaron un aumento del boleto del 200% en el colectivo urbano, que repercutirá en los servicios al interior, sobre la base de costos y subsidios que nadie conoce con exactitud. Con votos de todos los bloques se aprobó un nuevo despojo, mientras en las puertas del concejo se desarrollaba una movilización del Partido Obrero, el Frente de Izquierda y otras organizaciones populares.

Los números que aporta el concejal José María Franco, quien es presidente de la comisión de Transporte y presidente del bloque Restauración Peronista en el concejo, no cierran ni con un Excel de Caputo.

Franco plantea que el boleto debe costar $1.200, pero como es costumbre no proporciona los números reales que lo respaldan. Lo invitamos a que responda ¿cuánto es el margen de ganancia de los empresarios? ¿cuántos son los ingresos y cuántos los egresos? ¿en cuánto y cómo se aplican los subsidios? ¿cuántos colectivos hay en circulación? ¿cuántos son los gastos de mantenimiento? etc. Nada de eso se sabe. Que se abran los libros de las empresas.

Los órganos de contralor al concejo que supuestamente deberían intervenir en estas cuestiones (garantizar que los valores sean reales) también están ocupados por funcionarios que responden al poder político de turno. Es decir que nadie hace nada y por eso llevamos décadas viendo cómo el servicio de transporte público funciona como otro negociado al servicio de la casta y no como un servicio para las grandes mayorías que lo utilizan y sostienen financieramente.

Por el contrario, los números incuestionables de Jaldo y Milei son los referidos al aumento del pago de intereses por deuda, pobreza, alimentos, alquileres, ropa, medicamentos, útiles, tarifas y también aquellos números que bajan, como salarios, jubilaciones, alimentos para comedores, empleo y tantos otros.

Necesitamos poner en pie una comisión independiente de usuarios y trabajadores de colectivos que avance con la revocación de las concesiones de todas las líneas y en la estatización del transporte público. Qué se prohíban los despidos y las suspensiones. Que se indexe el salario de los trabajadores de manera directa con la inflación con una recomposición salarial previa. Además, tenemos que avanzar con la apertura de los libros de las empresas para proceder a verificar los fraudes y desfalcos cometidos en su connivencia con el Estado. Todo esto será imposible sacar adelante sin la organización de todo tipo de acciones de lucha, movilizaciones, campañas de adhesiones y concientización que logren dar impulso a estos reclamos.

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