Sindicales

15/1/2024

Santa Cruz: las y los trabajadores de Macro, entre el ajuste de Vidal y los socios negreros del kirchnerismo

Lucha de trabajadores.

Se conoció que Claudio Vidal, el gobernador de la provincia de Santa Cruz, rescindirá los contratos de la empresa Macro Servicios en el ámbito educativo, en el Iduv y en el Poder Judicial para abrir una investigación sobre los supuestos pagos abultados que hizo la gestión de Cecilia Velásquez a la empresa. Aunque no se aclara qué suerte correrían sus trabajadoras y trabajadores.

La corrupción kirchnerista y de sus empresarios amigos debe ser denunciada en la Justicia y no usada como excusa para dejar cientos de trabajadores y trabajadoras sin su fuente laboral. Vidal está aplicando una política de ajuste: ya despidió a trabajadores en varios ministerios. Es por ello que desde el Partido Obrero exigimos al gobierno de Santa Cruz contratar al personal de Macro en la planta permanente del Estado para que continúen cumpliendo las tareas fundamentales que vienen desarrollando en los edificios educativos, en el Iduv y en el Poder Judicial.

Que la CTA organice la lucha para defender los puestos de trabajo de las y los empleados de Macro

La idea de rescindir los contratos es una medida de castigo al corrupto Guillermo Polke, amigo del derrotado gobierno kirchnerista. Sin embargo, esta medida deja en la calle a cientos de trabajadores y trabajadoras. Es el momento para que la CTA impulse un plan de lucha y exija al gobernador Vidal que contrate al personal en planta permanente.

Polke ha sido candidato a gobernador de Santa Cruz por el Frente “Unión por la Patria”, preside la Federación Económica de Santa Cruz y es secretario general de Came (Confederación Argentina de la Mediana Empresa).

Además, fue denunciado durante la campaña electoral como un explotador sin escrúpulos que pagaba salarios de $90.000 a sus empleadas, el equivalente a media jornada, mientras las obligaba a trabajar jornada completa. A esto se suma el robo que significó el cobro de los bonos de $30.000 a libro cerrado que impulsó Massa para las pequeñas y medianas empresas destinados a pagar a los empleados; de ese bono Guillermo Polke pagó $15.000 a sus trabajadoras, con la excusa de que su convenio era por media jornada. Un robo que se agrava por su condición de miembro de la Came, que participó en la negociación del bono con el ministro Massa.

La CTA debe estar en alerta y promover la lucha y la movilización de los trabajadores para evitar que sean ellos quienes paguen los platos rotos de los chanchullos que los políticos patronales mantienen con los empresarios.