El pasado 11 de abril se desarrolló una acción de abrazo/ruidazo a la escuela secundaria Ipem 92 Antonio Berni, en Córdoba, en reclamo de la apertura de cursos, la solución de los problemas edilicios y el cargo de portería.

A principios de año, desde el Ministerio de Educación se promovió la inscripción de estudiantes para el primer y cuarto año de la escuela secundaria, con la promesa de abrir la división “C” del turno tarde para dichos cursos. Sin embargo, las autoridades finalmente se echaron atrás y pasaron a ubicar a los estudiantes de la división “C” en las divisiones “A” y el “B”, generando una superpoblación de más de 35 estudiantes por división.

La intentona del ministerio es a todas luces mezquina ya que deja aulas disponibles vacías mientras somete al hacinamiento a estudiantes y docentes. Las autoridades que se hacen lo rulos hablando del seguimiento personalizado de las trayectorias estudiantiles no pierden oportunidad para reventar las condiciones de trabajo y estudio que lo posibilitan. El ajuste es su única orientación “pedagógica”.

Por otro lado, la escuela padece problemas edilicios que llevan a la reiterada suspensión de clases. El déficit de planificación arquitectónica y la falta de mantenimiento llevan a que la escuela “se llueva”, no tenga agua y carezca de las instalaciones eléctricas necesarias.

Las reparaciones se hacen a cuenta gotas, de forma errática y precaria, sin un plan de obra. Forma parte del pliego de reivindicaciones la exigencia de convocatoria al cargo de portería. El ajuste impone que una escuela con 630 estudiantes y más de 100 docentes carezca de personal para atender el ingreso/salida, con los problemas de inseguridad que esta carencia conlleva.

Una nutrida y ruidosa concentración de docentes, padres y estudiantes hizo escuchar sus reclamos en las puertas de la escuela, con amplia repercusión en los medios de comunicación locales. La acción directa rindió, esa misma tarde llegaba la resolución de apertura del 4C.

Sin embargo, el día viernes 12 a última hora las autoridades del ministerio reafirmaron su intención de no abrir 1C, intentan imponer como solución al conflicto el traslado de estudiantes del turno tarde al turno mañana y la conformación de cursos de 31 y 32 estudiantes.

La resolución no solo no atiende el reclamo del colectivo docente (25 estudiantes por curso, solo alcanzado con la generación del 1C), sino que a su vez busca desorganizar la vida de las familias cambiando de turno a las y los estudiantes, mientras en el turno tarde dejan el aula vacía: el ajuste se mantiene.

Los tecnócratas del ministerio abordan a las escuelas como si manejaran una ferretería: sacan y ponen números y cosas de casilleros, mientras desorganizan y lesionan el hecho educativo. Ante la nueva resolución resulta indispensable el rechazo del conjunto de la comunidad educativa y avanzar en la acción.

Las problemáticas del Antonio Berni se encuentran en la gran mayoría de las escuelas de la ciudad y provincia de Córdoba. Mientras desde Uepc Capital promovemos y acompañamos la organización en las escuelas y el frente único con la comunidad educativa. Pasa a ser necesaria la confluencia de los procesos de organización de las escuelas en acciones sobre los edificios del ministerio, golpeando el ajuste con un solo puño.

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