Internacionales
21/11/2025
El Consejo de Seguridad de la ONU da su aval al plan colonial de Trump
El 29, movilicémonos en todo el mundo por una Palestina libre, del río al mar.

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Consejo de Seguridad de la ONU
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó este lunes 17 una infame resolución que adopta enteramente el plan colonial de Donald Trump para la Franja de Gaza y, en consecuencia, establece una fuerza internacional de ocupación en el territorio costero (“Fuerza Internacional de Estabilización”, según el pérfido lenguaje de la norma) y una junta de gobierno (“Junta de Paz”) –con poderes hasta fines de 2027- que tendrá al frente al magnate estadounidense, según detalla el anexo del documento, que es nada menos que el mismísimo plan de 20 puntos diseñado por la Casa Blanca.
El texto recibió el voto afirmativo de 13 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Dinamarca, Grecia, Corea del Sur y Argelia. Pero también cuenta con el aval de importantes Estados que no lo integran, como Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Arabes, es decir, las burguesías árabes, y hasta de la Autoridad Palestina, que corona con este aval un largo proceso de cooperación con las autoridades sionistas. Rusia y China se abstuvieron en la votación, pero no ejercieron su poder de veto, que hubiese hecho naufragar la resolución. Esta postura es congruente con el apoyo que ya habían dado al plan Trump y con sus vínculos comerciales y diplomáticos de todo tipo con Israel.
La resolución legitima la presencia de las tropas sionistas en Gaza (que actualmente ocupan más de la mitad del territorio) hasta su reemplazo por la fuerza internacional, e incluso, admite posteriormente “una presencia perimetral de seguridad que permanecerá hasta que Gaza esté debidamente protegida frente a cualquier resurgimiento de la amenaza terrorista (sic)” (punto 7). Y asigna a la fuerza de ocupación la potestad de garantizar “el proceso de desmilitarización de la Franja de Gaza, lo que incluye destruir e impedir que se reconstruyan las infraestructuras militares, terroristas y ofensivas, así como retirar permanentemente del servicio las armas de los grupos armados no estatales” (ídem). Esto va en sintonía con los deseos de Trump y Netanyahu de destruir a Hamas y el resto de las organizaciones de la resistencia palestina. Mientras se insiste en desarmar a estos grupos, se tolera el asedio constante del Estado genocida.
En cuanto a la junta de gobierno, se estipula que tendrá el apoyo de un “comité palestino tecnocrático y apolítico” (punto 4), hasta tanto la Autoridad Palestina “haya completado satisfactoriamente el programa de reformas” que le exige el imperialismo “y pueda retomar el control de Gaza de forma segura y efectiva” (punto 2). Aquí, la intromisión resulta descarada, puesto que se priva al pueblo de Gaza del derecho elemental de elegir a sus propios gobernantes, y se deja el poder en manos de figuras del imperialismo (en el anexo sobresale el nombre del exprimer ministro británico Tony Blair, uno de los responsables de la invasión de Irak, en 2003) y, a la postre, de una Autoridad Palestina remodelada a conveniencia.
Este celo por mantener el poder en manos seguras se explica, en parte, porque la llamada “Junta de Paz” tendrá a su cargo la coordinación de la reconstrucción de Gaza, que ha sido reducida a escombros, y hay grandes grupos capitalistas que buscan tallar en ese proceso, empezando por los intereses inmobiliarios de Trump y su famoso proyecto turístico, pero que se extiende también a las burguesías árabes que, a través de Egipto, presentaron en marzo una propuesta de remodelación que movería más de 50 mil millones de dólares. El imperialismo yanqui no solo proporcionó a Israel las bombas que reventaron la mayor parte de los hogares del sufrido pueblo gazatí, sino que busca sacar provecho de las ruinas.
Para justificar su apoyo a semejante texto, la Autoridad Palestina alude al presunto reconocimiento de un Estado palestino, pero se trata de una referencia completamente incierta, que, además, está atada a la legitimación del plan colonial. La resolución dice: “Una vez que se haya llevado a cabo fielmente el programa de reformas de la Autoridad Palestina y haya avanzado la reurbanización de Gaza, se podrán dar por fin las condiciones necesarias para una vía factible (?) hacia la libre determinación y la condición de Estado de Palestina” (cursivas nuestras).
Esta formulación muestra a qué punto ha quedado reducida la llamada “solución de dos Estados”, en el marco del avance sostenido de la colonización sionista en la región.
El genocidio continúa
Mientras el imperialismo diseña su fuerza de ocupación (aún no está claro qué países la integrarán, ni se habla de un número específico de tropas), la Franja de Gaza sigue padeciendo la ocupación de las tropas sionistas y la violación constante del cese al fuego. Más de 1.500 edificios fueron destruidos desde entonces, y más de 200 gazatíes fueron asesinados. A su vez, la ayuda humanitaria ingresa a cuentagotas, por lo que el bloqueo y sus dramáticos efectos (hambruna, enfermedades) siguen apabullando a la población. A esto hay que sumar el salto que prepara Israel en la colonización de Cisjordania (con el asentamiento E1 como proyecto estelar) y el ataque de bandas de colonos armados en dicho territorio.
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU fue rechazada por las organizaciones de la resistencia palestina, entre ellas Hamas y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que en un comunicado propio declaró que “nuestro pueblo, que ha hecho sacrificios continuos, no aceptará ninguna fórmula que disminuya su soberanía y continuará su lucha hasta lograr la completa libertad en su tierra”.
Francesca Albanese, experta independiente de la ONU, autora de un informe revelador sobre los intereses económicos que operan detrás del genocidio del pueblo palestino, denunció, por su parte, que el plan votado "es un descarado intento de imponer, mediante la amenaza de fuerza continuada contra una población virtualmente indefensa, los intereses de Estados Unidos e Israel, lisa y llanamente". La resolución, según la funcionaria, “se centra casi exclusivamente en desarmar a los grupos armados palestinos mientras no hace nada para acabar con la causa principal de la violencia: el asedio ilegal continuo de Israel, la ocupación, la segregación racial y el apartheid, y la limpieza étnica”.
Jornada internacional
El 29 de noviembre se desarrollarán movilizaciones en apoyo al pueblo palestino en distintas partes del mundo. En el caso de Italia, estarán precedidas por un nuevo paro general de solidaridad.
En Buenos Aires, el Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino se movilizará de Congreso a Plaza de Mayo, y también habrá convocatorias en el interior del país.
No al genocidio. No al plan de Trump y el Consejo de Seguridad de la ONU. Fuera las tropas sionistas de Palestina, Siria y Líbano. Por una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente.




