LGBTI

28/10/2025

1N: copemos las calles contra los liberfachos 

Se realizará la 34° Marcha del Orgullo en Buenos Aires.

La agenda reaccionaria del gobierno se la enfrenta con movilización.

En medio de una ofensiva reaccionaria contra los derechos de las mujeres y las diversidades, el 1° de noviembre la comunidad LGBTIQ+ vuelve a las calles en la 34° Marcha del Orgullo en Buenos Aires. Esta será una cita de lucha, unidad y visibilidad frente a un gobierno que pretende avanzar contra décadas de conquistas sociales y a una oposición que históricamente lava las reivindicaciones del movimiento.

El gobierno de Milei utiliza la violencia y el odio como una política de Estado. A través de sus funcionarios, de los recortes presupuestarios y de su prédica constante contra las identidades disidentes, busca borrar de la agenda pública las demandas históricas del movimiento LGBTIQ+.

En un contexto donde todo el pueblo sufre el ajuste, la miseria y la represión, las diversidades nos vemos especialmente vulneradas. Los despidos, el vaciamiento de políticas de género, el cierre de espacios culturales y de acompañamiento, y el recrudecimiento del discurso religioso en las escuelas y medios son parte de la misma ofensiva contra nuestros derechos. En la provincia y los municipios, los gobiernos cómplices replican esta política: se desfinancian los programas de salud sexual, se cierran espacios de contención y se ataca a quienes luchan.

Estos no son hechos aislados: la desaparición de Tehuel de la Torre, el triple lesbicidio de Barracas, el transfemicidio de Azul Semeñenko en Neuquén o el reciente narcofemicidio de Brenda, Lara y Morena muestran cómo se combinan el odio, la impunidad y la indiferencia estatal. Mientras tanto, compañeres mayores siguen sin poder acceder a una jubilación por no encajar en las categorías binarias del sistema, porque “no hay normativa que lo avale”. Esa es la verdadera cara del Estado: uno que abandona, precariza y condena.

Pero frente a la reacción, el orgullo sigue siendo lucha. Cada año, las calles se llenan de miles que reivindican su derecho a existir, a amar y a vivir con dignidad. Este 1N la marcha del Orgullo no será solo una fiesta: será una jornada de movilización contra el ajuste, los discursos de odio y la violencia institucional. Llevaremos nuestras banderas junto a las de trabajadores, estudiantes, mujeres y organizaciones que enfrentan la misma política de hambre y exclusión. Porque la lucha no es de cada sector aislado, sino que hay que unirnos para tirar a este gobierno y todos sus cómplices.

Porque no hay “libertad” cuando se persigue, precariza y niega derechos. La “libertad” de los poderosos se sostiene sobre la opresión de las mayorías trabajadoras y sobre los cuerpos disidentes que este régimen pretende disciplinar; y no podemos dejar que eso continúe ocurriendo.

De cara al próximo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades, esta movilización cobra una fuerza aún mayor. Es la continuidad de una lucha colectiva que une reclamos y resistencias: desde las travestis y trans expulsadas del trabajo formal hasta las docentes y estudiantes que defienden la educación pública inclusiva; desde las compañeras que enfrentan la violencia patriarcal hasta quienes pelean por un techo, por la salud, por el pan.

El orgullo no se negocia

El 1N marchamos para decir basta de ajuste, odio y precarización.
Marchamos por nuestros derechos, por los que faltan, por les que ya no están y por un futuro donde la diversidad no sea "tolerada" sino celebrada.

Orgullo es lucha, y la lucha es de todes.

La FALGBT, la Marcha del Orgullo y el pinkwashing sionista en casa
Es necesario redoblar la solidaridad y sostener la movilización hasta lograr una Palestina libre, desde el río hasta el mar. -
prensaobrera.com