Libertades democráticas
7/12/2025
Rosario
Absolvieron a todos los policías responsables del asesinato de la docente María de los Ángeles Paris
La doctrina del “gatillo fácil” al servicio de la impunidad.
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María de los Ángeles Paris.
En 2017 la bibliotecaria María de los Ángeles París (45) entró caminando a la Comisaría 10° de Rosario y se fue. La policía volvió a buscarla en móvil policial, la llevó nuevamente a la comisaría donde la esposó por la espalda y la dejó abandonada boca abajo en un cuarto, tras lo cual falleció. Según testimonios, se podían escuchar sus gritos desde la vereda de enfrente. Después de ocho años reclamando justicia, el 5 de diciembre el Poder Judicial de Santa Fe absolvió a los cinco policías implicados en el hecho.
A lo largo de todo este tiempo nunca se investigó ni clarificó esta extraña secuencia que terminó con el fallecimiento de María de los Ángeles, pese al pedido de su familia y de sus compañeros de trabajo de escuelas donde trabajaba, así como de la entonces Amsafe Rosario que se puso a la cabeza de la lucha por el esclarecimiento de este crimen. El entonces ministro de Seguridad era el ahora gobernador Maximiliano Pullaro, y la ministra de Educación, Claudia Balagué, actual diputada del Frente Amplio por la Soberanía, que hasta el día de hoy jamás se pronunció frente a la muerte de una docente de una escuela pública de Rosario.
Todo el proceso estuvo manipulado, según la denunciaron en tiempo real su hija, el gremio y la Asociación Permanente de Derechos Humanos de Rosario (APDH R), que formó parte de la representación junto a la Cátedra de Criminología y Control Social de la UNR. De los cinco que policías de Santa Fe que participaron del hecho, la mayoría continuó en actividad sin que se les levantara al menos un sumario, pese a las promesas de Pullaro a los familiares de investigar lo ocurrido. Por el contrario, se los desplazó a otras comisarias para que sigan desempeñando funciones, un modus operandi durante toda su gestión frente a los hechos de violencia estatal.
Fue necesario realizar una segunda autopsia del cuerpo de María de los Ángeles, dado que no se cumplió con los protocolos vigentes, que arrojó golpes y torturas durante la detención ilegal. La pericia a los teléfonos celulares llegó casi diez meses después de la muerte “en custodia”, en teléfonos que fueron secuestrados recién 15 días después de ocurrido los hechos dando largo margen de tiempo para borrarlos. Muchas pruebas se perdieron, entre ellas las imágenes de las cámaras de seguridad, que no fueron guardadas, y la ropa que vestía María de los Ángeles al momento de su muerte.
Su hija y su hermana la llamaron por teléfono porque no volvía a su casa. Los que atendieron el celular fueron los policías que se negaron a pasarles con Paris. “La tienen que venir a buscar acá”, les dijeron. Pero cuando llegaron la noticia fue que ya estaba muerta. No les dejaron ver el cuerpo.
“No hubo violencia”
Todo este recorrido buscó garantizar la impunidad de la policía de Santa Fe, orientación que bajó desde lo alto del poder del Estado, cuya estrategia fue presentar una muerte por causas naturales ligada al estado de salud mental de María de los Ángeles En contraste con todas las demoras en la investigación, el entonces gobernador del Frente Progresista, Miguel Lifschitz, salió rápidamente a declarar que en el hecho "no hubo violencia". El subsecretario de Control de las Fuerzas de Seguridad, Ricardo Giusepponi, se apuró en afirmar que “no se constataron lesiones”. Todo desmentido por la segunda autopsia.
Este fallo de impunidad del tribunal integrado por Rafael Coria, Florentino Malaponte y Trinidad Chiabrera, que determinó absolver a todos los policías imputados, es el episodio final de una investigación que desde su inicio estuvo viciada por la doctrina del "gatillo fácil" que impregna en el sistema judicial y este veredicto, como se puede ver en los argumentos que hablan de que los policías “cumplían con su deber de funcionarios públicos al momento de los hecho”. Una aberración a medida de la ideología de Pullaro y Bullrich.
Por el contrario, la familia de Paris, su abogado y la fiscalía de Violencia Institucional del Ministerio Público de la Acusación (MPA) “enmarcó el juicio en una caso de violencia institucional que comparó, no por la gravedad sino por las características del delito, con los de lesa humanidad, en los que existe participación estatal y se procura la impunidad (…) Para la Fiscalía, el comisario Cortes la tomó de los cabellos y la sujetó del cuello e inmovilizó, llevándole su brazo por detrás de la espalda junto con la agente Domínguez, quien la tomaba por los pies mientras que María de los Ángeles trataba de soltarse. Luego la entraron a la comisaría tomada de los brazos, para llevarla al cuarto contiguo a la guardia, donde volvió a tratar de soltarse y gritar por lo que Cortes le dio golpes de puño en la boca y en la panza y ambos le colocaron las esposas de seguridad” (La Capital, 5/12).
Rechazamos este fallo de impunidad y seguiremos luchando por Memoria, Verdad y Justicia, contra la policía del gatillo fácil, los gobiernos que encubren la violencia estatal ejercida sobre las y los trabajadores, exigiendo justicia por nuestra compañera docente María de los Ángeles Paris.
