Inspección ocular en el centro clandestino “Pozo de Banfield”

Foto: Gabriela Hernández

El pasado martes 15, se llevó a cabo la inspección ocular en el Centro Clandestino de Detención y Exterminio conocido como “Pozo de Banfield” en el marco del juicio por los crímenes de lesa humanidad constitutivos del genocidio cometidos en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda, el cual comenzó el 27 de octubre de 2020 a cargo del Tribunal Oral Federal en lo Criminal Nº 1 de La Plata.

El Pozo se encuentra ubicado en las calles Siciliano y Vernet, en la localidad de Banfield. Por allí pasaron más de 300 personas entre los años ’74 y ’78 –es decir previo a la dictadura genocida- entre las que se encontraban uruguayos, paraguayos y chilenos, en el marco de la coordinación producto del Plan Cóndor de las dictaduras de América Latina. Más de 100 compañeros y compañeras se encuentran desaparecides. También estuvieron secuestrados los estudiantes de la Noche de los Lápices de La Plata, estuvo presente en la inspección Pablo Díaz, sobreviviente que relató al Tribunal lo sucedido allí, junto a sus compañeres. También se hizo presente Marta Ungaro, hermana de Horacio, querellante representadas por Justicia Ya! La Plata, querella que integra Apel, quien solicitó que se investigue qué pasó con los chicos de la Noche de los Lápices, ya que no recuperaron los cuerpos.

La función particular que se desarrolló en el Pozo de Banfield fue el traslado de compañeras embarazadas, para luego apropiarse de sus hijes, funcionaban “maternidades clandestinas” en las cocinas de dicho  centro clandestino.

Estuvieron presentes las hijas de Adriana Calvo, también representadas por Justicia Ya!, Teresa (quien nace en el Falcon mientras trasladaban a Adriana al Pozo de Banfield) cuyo testimonio formó parte del juicio con la proyección del testimonio de Adriana la cual también forma parte de la reciente película 1985, y Martina su hija mayor, quienes, junto a Marta solicitaron al Tribunal el cese de la prisión domiciliaria que gozan los genocidas, entre ellos el exjefe del Pozo de Banfield, Juan Miguel Wolk, quien estuvo prófugo de la justicia.

Asimismo, denunciaron que el juicio se lleva a cabo a 46 años de los hechos, con la mayoría de los genocidas responsables muertos, como así también los y las sobrevivientes.

También estuvo presente Alejandra Castelllini, hermana de María Eloísa, desaparecida el 11 de noviembre de 1976, embarazada de entre tres y cuatro meses, quien denunció que no tiene información sobre su sobrina Victoria, nacida en el Pozo, a quien buscan incansablemente junto a su sobrina Clara Petrakos, ambas dieron su testimonio en el juicio.

Desde la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, Irene Ippolito denunció que hace décadas presentaron la plantilla de todos los integrantes del Pozo de Banfield que cumplieron funciones mientras funcionó como centro clandestino y no fueron investigados, garantizando su impunidad.

Se hicieron presentes también Paula Logares, que cuando tenía 23 meses fue llevada junto con su mamá y su papá a Banfield acompañada por su abuela, Elsa Pavón, junto a María José Lavalle Lemos, nacida en el Pozo en septiembre de 1977, y su hermana María, junto a las hijas Alejandrina Barry y Victoria Moyano Artigas.

Esta instancia judicial, además de tomar vista de manera directa del lugar donde ocurrieron atrocidades, a pesar de las modificaciones que posteriormente se realizaron se podían ver las marcas de las balas de los fusilamientos, las pequeñísimas celdas sin ningún tipo de luz donde alojaban a las personas secuestradas, fue también una instancia de encuentro directo con el Tribunal en la cual los sobrevivientes, familiares y los organismos de DD.HH. pudimos hacer presentes los reclamos históricos en el marco de este juicio fragmentado y a cuenta gotas.

La próxima audiencia es el martes 22, a las 9 hs, se puede ver por el canal oficial de You Tuve del Tribunal, van a declarar Boria Santos sobreviviente del Pozo de Quilmes, Eduardo Castellanos sobreviviente del CDDyE el Infierno y Valeria del Mar Ramírez primera testigo travesti-trans en declarar en juicios de lesa humanidad.

Cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas.