La bonaerense golpea, maltrata e insulta a una estudiante de la Universidad Nacional de Moreno

Los ataques se produjeron luego de que los efectivos se dieran cuenta que la víctima venía de la marcha educativa y leía libros sobre la dictadura.

Corresponsal.

Ayelén regresaba de la multitudinaria marcha universitaria del martes. Ella estudia Trabajo Social en la UNM (Universidad Nacional de Moreno). Bajó del tren a las 21hs, tomó su moto que estaba en Moreno y, junto a su amiga, se dirigió a Merlo (donde vive) por el Puente Bilbao que une Moreno Sur con el Barrio Pompeya. Un operativo policial en la garita que se encuentra a la salida de ese puente fue lo que dio inicio a una pesadilla.

En el operativo le solicitaron los papeles de la moto. Ayelén le explicó al oficial que su celular no tenía batería para poder mostrarle lo solicitado. Le indicaron que deberían retenerle la moto, que necesitaban hacerle averiguación de antecedentes y revisar sus pertenencias. Ante el reclamo de Ayelén, el jefe del operativo decidió esposarlas a las dos y la escena escaló en los niveles de violencia.

El jefe del operativo le preguntó de dónde venía. Ayelén le dijo que venía de la marcha universitaria y le pidió que se identificara. La respuesta del efectivo de la bonaerense fue “mugrienta, estoy cansado de lidiar con gente como ustedes que se piensan que, porque estudian, van a decirme cómo hacer mi trabajo”. Luego encontró en su mochila un libro sobre la dictadura militar y le preguntó: “¿quién lee esto?” Y se rió. Ayelén le respondió que ella lo leía. “Callate la boca, hija de puta”, le respondió el jefe del operativo. Ayelén decidió filmar lo que estaba ocurriendo. El uniformado volvió a insultarla y le revoleó el celular contra la camioneta. Llovieron insultos por doquier ”villeras de mierda”, ”negras sucias”. Sumado a esto el jefe del operativo la goleó y le propinó más golpes cuando estaba ya estaba tirada en el piso, le puso la rodilla en la cabeza y le apretó las esposas al máximo. Un claro ensañamiento contra una joven estudiante que venía de defender sus derechos.

Luego, las trasladaron a la delegación de Pompeya a una subcomisaría que ha tenido casos de violencia institucional en el pasado. Allí estuvieron encerradas durante más de 4 horas. La familia de Ayelén fue advertida y ejerció presión en las puertas de la delegación para que la liberaran. Ayelén ya radicó la denuncia en la UFI 5 de Morón y está recibiendo mensajes de solidaridad de todos los sectores.

La gravedad del hecho radica en la impunidad con la que se desarrollan las acciones de la Policía Bonaerense, una impunidad que baja como línea política por parte de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que refleja la doctrina Chocobar de gatillo fácil y empoderamiento de las fuerzas represivas para acallar los reclamos de la clase trabajadora. La bonaerense ya había sido empoderada por otro facho, Sergio Berni, quien garantiza sistemáticamente el encubrimiento de la fuerza policial y continúa como ministro de Seguridad de la provincia.

Es preciso denunciar el hostigamiento, verdugueo, la violencia física y psicológica ejercida contra Ayelén y su hermana. Pero principalmente es necesario denunciar las implicancias políticas que subyacen en este hecho descripto: la represión ideológica. El operativo policial (que era un simple operativo de tránsito) escaló a altos niveles de violencia por parte de la fuerza policial porque Ayelén venía de una marcha, porque lee libros y porque estudia. Un mensaje peligrosísimo.

¡Nunca más!

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