Mujer
17/11/2025
¡Ni un paso atrás! A luchar en las calles
El Plenario de Trabajadoras y la 1969 se preparan para participar del 38° encuentro plurinacional de mujeres y diversidades.

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Encuentro de mujeres y diversidades en San Luis.
Este 38° Encuentro nos presenta una oportunidad. Nos reunimos en Corrientes miles de mujeres y luchadorxs de las diversidades que estamos sufriendo uno de los peores gobiernos de los últimos tiempos. El saqueo, el hambre, la destrucción de los salarios y los ingresos populares, de los puestos de trabajo, el incremento de la violencia, los femicidios y trans-travesticios son el dato característico de la política de Javier Milei y su camarilla. Un gobierno que ha llevado al paroxismo el sometimiento colonial al imperialismo yanqui, que viene de ganar las elecciones de medio término gracias al chantaje contra el pueblo argentino montado por el propio Donald Trump. Y que representa un alineamiento internacional con lo peor de la barbarie imperialista como el genocidio en Palestina.
Milei no llegó hasta acá solo. Tuvo la colaboración de los gobernadores de todos los signos políticos, que aplicaron la motosierra contra lxs docentes y estatales en sus propias provincias, y que le garantizaron en el Congreso la aprobación de leyes clave. El blanqueo de capitales que se votó junto a la llamada “ley bases” -un instrumento clave del gobierno para hacerse de dólares en la primera etapa de su gestión (y un premio a los narcos, tratantes y esclavizadores de personas, tan caro para nuestro colectivo)- se aprobó por unanimidad en el Senado con los votos de Unión por la Patria incluido. De modo similar ocurrió con graves leyes represivas de Patricia Bullrich, como las leyes “anti mafias” o “reiterancia”, que tuvieron apoyo de legisladores de todos los bloques para agravar la persecución a luchadores populares, como ocurre con el movimiento piquetero, mientras garantizan impunidad para el delito organizado.
La CGT y las distintas centrales sindicales, firmando paritarias del “cero coma” y el uno por ciento, sin organizar ninguna pelea contra los atropellos de la ley bases, los despidos y cierres de fábricas, fueron uno de los principales facilitadores para el avance de esta política antiobrera. El contraste con las y los trabajadores del Garrahan, que arrancaron un aumento salarial del 61% con paros, asambleas y lucha, no puede ser mayor.
Ahora el gobierno quiere arremeter con una violenta reforma laboral, que lejos de detener los despidos o mejorar las condiciones de trabajo para una inmensa mayoría que labura en la informalidad (abrumadoramente las mujeres y diversidades: en el trabajo de casas particulares, la venta ambulante, el comercio, las cosechas, etc.), solo extenderá y agravará las condiciones de semi esclavitud que rigen en la Argentina. Necesitamos una huelga general para enfrentarlo.
Milei se fortalece con la ausencia de una movilización generalizada que coloque en las calles los reclamos populares como eje gravitante de la política nacional. En este campo, nuestro movimiento de lucha tiene mucho para aportar, porque fue solo con la movilización que logramos conquistar una mayoría social y arrancarle derechos al Estado capitalista, como ocurrió con la ola verde -una epopeya impensada en un país de fuertísimo entrelazamiento de las iglesias con todos los poderes del Estado. Desde la tenaz lucha de las Madres de Plaza de Mayo, las piqueteras, hasta la rebelión por Ni Una Menos, entre tantas otras, fueron gestas que torcieron la relación de fuerzas en la lucha contra la opresión, la violencia y la discriminación que son inherentes al capitalismo.
A dar batalla contra Milei con organización y movilización
La necesidad de volver a ganar las calles se evidencia cuando en la vereda de enfrente tenemos a un gobierno que promueve una “batalla cultural” contra todas nuestras reivindicaciones, que niega la violencia de género, ampara a los violentos y responsabiliza a las víctimas por los femicidios, amenazando con eliminar la figura del Código Penal. Que fomenta una saña particular contra las diversidades, a las que humilla y acusa de pedofilia, mientras recrudecen los crímenes de odio. Que va a fondo contra la educación sexual, a la que todos los gobiernos ahogaron presupuestariamente, y ahora quieren reemplazar con contenidos para adoctrinar en el más pérfido oscurantismo reaccionario. Es un gobierno de defensores de pedófilos y abusadores, como el propio ministro de Justicia Cuneo Libarona, que recrudece la ofensiva contra las infancias y las madres protectoras, y amenazan con reponer el aborto clandestino.
Los gobernadores de todo el país comparten o se subordinan a esta agenda. Del lado del PJ, los Jaldo y los Jalil han mostrado ser los mejores discípulos del facho libertario, sin nada que envidiarles a los macristas o radicales. La Corrientes del radical Valdés es un claro ejemplo de la ofensiva contra nuestros derechos: una provincia donde reina la precarización laboral, la impunidad de las redes mafiosas -como evidenció la desaparición de Loan Peña-, y el pisoteo de las mujeres y diversidades -sin educación sexual, ni dispositivos de asistencia a la violencia, ni cupo laboral travesti-trans.
La tarea del momento es recuperar una pujante iniciativa de lucha callejera. El peronismo en el poder, con Alberto Fernández-Cristina Kirchner-Massa, gobernó bajo los lineamientos del FMI, y para ello necesitó sacarnos de las calles. Nos quisieron vender que con un Ministerio de Mujeres subordinado al Fondo Monetario resolvíamos todas nuestras demandas. El resultado fue un crecimiento exponencial de la miseria y niveles récords de la feminización de la pobreza, un fortalecimiento del papel de las iglesias y ningún combate a la violencia de género -sólo paliativos precarios contra la indigencia, como el Plan Acompañar. El gobierno Milei, con la eliminación de los programas, no solo destierra los escasos y muy poco accesibles dispositivos que existían, sino que busca enviar un poderoso mensaje contra nuestro derecho a pelear contra todas las formas de violencia.
El terreno que las mujeres y diversidades no ocupamos con nuestra iniciativa y nuestra lucha, lo ocupan los peores exponentes de la reacción, la derecha, las iglesias. De nuestra acción de lucha depende dar vuelta la tortilla.
Aprovechemos este Encuentro para reforzar nuestra organización y nuestras luchas. Con el método del Garrahan, enfrentemos las reformas del FMI. Este 25 de noviembre pongamos en pie en todo el país, masivas movilizaciones contra los femicidios.




