Políticas

3/7/2018

Los trabajadores ante la fusión de Cablevisión-Telecom

Agrupación Naranja Telefónica

La fusión entre Cablevisión y Telecom puso en marcha una ofensiva centrada en los trabajadores. En Telecom, mediante el despido de trabajadores “fuera de convenio”, el ofrecimiento de planes agresivos de retiros “voluntarios”, aprietes para levantar juicios, “mudanzas” y traslados masivos para unificar sectores “duplicados”, ataque a beneficios y conquistas para avanzar con la flexibilización y polifuncionalidad laboral. Y no solo de las áreas técnicas, sino también de las áreas administrativas, comerciales, de post venta, etc. tanto de los trabajadores de Telecom como de Cablevisión, que dependen del Satsaid (Televisión). 



La línea de las direcciones de los sindicatos de las telecomunicaciones, hasta el momento, fue de una completa adaptación y de escapar como la peste a cualquier plan de lucha para enfrentarlo. Lo único que salió de pues de muchos meses fue un comunicado firmado por las direcciones de los sindicatos y federaciones mayoritarias de los Telefónicos y trabajadores de Televisión, donde plantean “puntos de acuerdo” para “el desafío de resguardar las condiciones laborales y la estabilidad de los trabajadores”. 



El comunicado plantea también que “manteniendo la representación que cada asociación sindical posee respecto de la población de trabajadores en la actualidad” van a explorar “el camino hacia un sindicato único de la actividad”. Una discusión que se viene dando a puertas cerradas, sin bajar a los trabajadores en las asambleas, ni plenarios de delegados o incluso yendo a una paritaria salarial unificada, que en ambos casos está vencida, para dar la lucha para defender el golpeado poder adquisitivo de los salarios frente a una patronal que bajo ningún punto de vista podría aducir “crisis”. Y donde la propia patronal aparece planteando que necesita empezar a unificar el convenio y las escalas porque ya es una misma y “única empresa”. 



La negativa de las direcciones sindicales a denunciar la fusión que ahora el gobierno legaliza completamente, privó a las organizaciones sindicales de una extraordinaria herramienta para intervenir con una posición independiente de las patronales, en defensa de los intereses de los trabajadores. En cambio, desde la Naranja impulsamos una campaña entre los trabajadores y la presentación de un proyecto de suspensión de la fusión junto a la diputada Romina Del Plá que llevo a la realización de audiencias públicas y actos en la CNDC, donde se puso en marcha un movimiento de denuncia de la fusión.  







Llamamos a debatir e impulsar la lucha por un programa. Superando los límites de las diferentes fracciones de la burocracia sindical. En defensa de todos los puestos y condiciones de trabajo. Por un convenio único de la actividad y la extensión de la jornada laboral histórica de 7 horas para todos los trabajadores de las telecomunicaciones, en el sentido del reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Por el pase a planta permanente y convenio de la actividad de todos los tercerizados y “fuera de convenio”. Por el pago de los bonos de participación adeudados por Telefónica y Telecom desde la privatización. Todo esto en la perspectiva trazada por el sindicalismo combativo en el gran plenario sindical realizado en Lanús, donde se votó un programa que incluye la nacionalización sin pago y bajo control de los trabajadores de todas las privatizadas. Esta fusión que acaban de aprobar en forma fraudulenta plantea un salto en la ofensiva que avanza por la ausencia de una respuesta sindical organizada. Pero esta ofensiva plantea también un reguero de luchas por la defensa de los intereses y reivindicaciones de los trabajadores.



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