Otro triunfo contra la persecución a los luchadores

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BLOQUEO A LA PETROQUIMICA EN EL 2002
En febrero de 2002, varias organizaciones piqueteras fueron resueltamente a reclamar 5.000 puestos de trabajo genuino, a las multinacionales establecidas en el Dock Sud en Avellaneda. Rodearon el Polo Petroquímico, bloqueando la entrada y salida de los camiones durante 5 días de tensas tratativas con distintas patronales y la Prefectura Naval. El último día, un aluvión de represores de distintas fuerzas: montada, perros, infantería, helicópteros, etc. rodearon a los manifestantes triplicándolos en número y obligándolos a retirarse, no sin antes parlamentar con la dirección de las organizaciones comprometiéndose los jefes del operativo represivo a que no habría ni detenidos ni causas judiciales a posteriori. El Polo Obrero denunció frente a los medios de comunicación presentes, que el flamante gobierno de Duhalde debutaba defendiendo los intereses de los monopolios, que estaban por duplicar el precio de los combustibles, mientras dispersaba por la fuerza pública a los desocupados en lucha por trabajo genuino.
En 2003 se activó una causa dirigida contra la dirección de ese corte y se pidió la orden de captura a: Lisandro Martínez, Oscar Kuperman, Antonio Bitto, Darío Díaz y Manuel Martino. La movilización y la presencia de Néstor Pitrola y nuestra abogada Silvia Gorrini provocó un debate de antología frente al juez Blanco, responsable de la causa, quien inició su intervención calificándose de piquetero, lo que provocó una delimitación política contundente de los presentes frente al juez de la causa. Tres años y medio después, con cientos de movilizaciones populares reclamando el desprocesamiento de los miles de luchadores en todo el país, el propio juez Blanco ha firmado el 5/9 el desprocesamiento de la dirección del emblemático bloqueo al Polo Petroquímico. Es claro: reclamar trabajo, aun afectando la propiedad privada de los capitalistas, no es delito. De la lectura del fallo puede ser que se desprendan elementos suficientes como para exigir el desprocesamiento de compañeros de otros cortes. ¡Vamos compañeros, esto refuerza la lucha por el trabajo y el desprocesamiento de los luchadores!