Políticas
28/10/2025
Buenos Aires, la madre de la derrota peronista
Una fracción de la clase obrera votó al Frente de Izquierda.

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Búnker de Fuerza Patria.
El análisis general de la elección será motivo de una nota central, porque sin dudas el chantaje de "Milei o caos", azuzado por la amenaza del propio Trump definiendo que si perdía el facho se retiran y explota todo en medio de una corrida cambiaria, ha dominado el escenario político nacional. También el de la provincia, donde Kicillof se declaró el gran ganador por 13 puntos hace un mes y medio atrás. Por eso vale analizar qué pasó.
Ante todo los números. Fuerza Patria cayó porcentualmente 6,4% y LLA avanzó 7,7% respecto de setiembre. Pero conviene profundizar sobre estos números, en parte engañosos. Si miramos los porcentajes de votación sobre padrón, FP saca el 7/9 el 26,02% (3.741.974 votos) y el domingo 26/10 obtiene el 26,64% (3.605.127 votos). Sobre un padrón menor porque un millón de extranjeros no vota en las elecciones federales, el PJ no cae casi nada. Por el lado de LLA, pasó de sacar en setiembre el 18,57% del padrón (2.669.832 sufragios) contra 26,99% del padrón (3.605.127) en este mes de octubre.
¿Qué pasó? LLA se comió todos los votos que no fueron ni al peronismo ni a la izquierda en setiembre, los de Somos y otras fuerzas locales del interior provincial que jugaron por afuera. Por eso el avance de la lista con el narco en la foto avanzó, por ejemplo, el 28,29% en la San Nicolás de Pasaglia, el 22% en Pergamino o el 27,7% más en Ramallo (todas de la misma Segunda Sección electoral). Este fenómeno se repite en otros casos, LLA avanzó en el 90% de los distritos electorales de la provincia. Lo propio pasa en la Cuarta Sección, donde Somos había sacado el 20% de los votos en setiembre y ahora LLA se los comió todos. Pero hay que apuntar que retrocedió en dos distritos emblemáticos por sus referentes: en el Tres de Febrero de Diego Valenzuela y en General Pueyrredón de Guillermo Montenegro, claro que son distritos donde LLA había ganado en setiembre y ahora retrocedió algunos puntos.
Por el lado del peronismo, aunque solo retrocede 182.504 votos, que son menos tomando en cuenta que se presentó Gray por afuera robándole 78.125 votos, se trata de una elección en la que votó el 68,19% contra el 61,53% en la elección anterior. Indudablemente gran parte de los votantes que se sumaron lo hicieron por LLA. El retroceso porcentual del peronismo marca una derrota política sin atenuantes en la provincia.
Milei gana en un cuadro donde la abstención fue la mayor de la democracia en una legislativa intermedia, o sea de defraudación e insatisfacción social. Nada menos que en octubre de 2001, meses antes del estallido del 19 y 20 de diciembre, el porcentaje de votación del padrón fue del 76,6%, aunque con alto voto en blanco y nulo. En el actual cuadro explosivo en lo financiero, en medio de la recesión y el mal humor social, el crédito del gobierno intervenido por el Tesoro norteamericano está lejos de ser infinito.
Una fracción importante de la clase obrera votó al Frente de Izquierda
Como es de público conocimiento, el FIT-U obtuvo un 5,04% consagrando diputados a Romina Del Plá y Nicolás Del Caño. Entre setiembre y octubre aumentamos 80.000 votos. Es un salto importante respecto de la elección de 2023, pero un retroceso respecto de la gran elección de 2021 en la que obtuvimos el 6,82%, donde también consagramos dos diputados federales, pero además diez concejales. En un cuadro de polarización fuimos la tercera fuerza dejando atrás 12 listas, entre ellas varias con cuantioso financiamiento y apoyo mediático y de aparatos provinciales como la de Randazzo de Provincias Unidas al que duplicamos.
Otra vez como en setiembre, La Matanza, el mayor distrito de los 135 de la provincia y corazón del dominio peronista, fue donde obtuvimos el mayor resultado: 7,07%. Le siguen Merlo con 6,54%, Presidente Perón con 6,30%, Berisso con 5,92%, Florencia Varela con 5,88%, Morón con 5,87%, José C. Paz con 5,83%, Ate. Brown con 5,72% o Berazateguí con 5,62%. Los más bajos del conurbano son San Isidro y San Fernando con 4,24 y 4,30% respectivamente. Es claro el predominio de los distritos con fuerte presencia de la clase obrera, un fenómeno que se repite desde el mencionado 2021 mostrando una penetración política que se asienta entre los trabajadores.
En distritos del interior provincial, con predominio agrario, la votación cae, pero con una línea de resistencia muy interesante, porque no son más de 15 de los 135 distritos, todos muy pequeños, donde no llegamos al 2% y en algunos casos por centésimas. La votación del 5,5% en Bahía Blanca o del 4,94% en General Pueyrredón (Mar del Plata), nada sencillos y con fuerte tendencia a la derecha, muestra que el voto de una fracción de trabajadores se extiende en toda la provincia. Lo mismo podemos decir del 5,45% en la capital La Plata y de votaciones importantes en San Nicolás con el 4,62%, en Cañuelas con el 5,31% u Olavarría con 4,39%.
En el cuadro de lucha de clases que se presenta de cara a la ofensiva capitalista, el voto en la provincia es un punto de apoyo a las luchas de la clase obrera que han marcado los últimos tiempos, como Morvillo, el Neumático con el Sutna, Georgalos, BedTime, Secco, Ilva, Siderca, ahora SFK y tantas otras como jubilados; todas batallas aisladas por la burocracia sindical, sea de los gremios en cuestión y especialmente de la burocracia de la CGT y las adaptadas CTAs.
Dimos una batalla que el peronismo no dio, todo lo contrario
El Frente de Izquierda salió a dar la batalla de David contra el Goliat de la polarización y contra el chantaje de la burguesía y el imperialismo, poniendo las luchas y las reivindicaciones populares en el centro, planteando la ruptura con el FMI, la denuncia de la entrega al imperialismo, la corrupción brutal del régimen, la represión de la que somos víctimas en las calles junto a los explotados que las ganan y levantando alto la bandera de Palestina frente al genocidio sionista.
Fuimos la contracara antagónica a un peronismo que tuvo en Taiana y toda su estrategia ayudar a la gobernabilidad de Milei. Decir que hicieron la plancha es, incluso, una concesión. Actuaron para contener, la burocracia sindical fue la columna vertebral de esa gobernabilidad del ajuste y la entrega; Kicillof se dedicó a descontar los días de paro a los docentes, a asociarse a las patronales en cada conflicto, a hambrear a docentes y estatales y hasta hacerle un homenaje a Rucci; mientras voceros como Hagman, del otro lado de la General Paz, buscaron el favor de la UIA fogoneando la reforma laboral. El PO militó así en la campaña su consigna estratégica del Fuera Milei, porque intervenimos e intervendremos desde las bancas conquistadas para que una huelga general derrote a este régimen nefasto. El peronismo no frenó a nadie, en ninguna provincia del país, tampoco en Buenos Aires. Se abre un nuevo capítulo de su crisis y divisiones internas.
Hemos caminado la provincia con Romina y todos los compañeros interviniendo en cada lucha y preparando las que vienen. Lo nuestro es Fuera Trump, fuera Milei.




