Políticas

30/5/2025

Con el vaciamiento del Museo Municipal de Ciencias Naturales “Lorenzo Scaglia”, Montenegro se suma a la ofensiva contra la ciencia y la cultura

El intendente de Mar del Plata avanza en la privatización de espacios públicos.

agrupación Naranja de Ciencia y Técnica

Busca desmontar un programa iniciado hace casi 50 años.

El ataque a la ciencia y a la cultura en general del gobierno nacional cuenta con su versión local en Mar del Plata de la mano del intendente Guillermo Montenegro.

En abril, sin hacer mucha publicidad, el Ente Municipal de Turismo y Cultura emitió una resolución (224/2025) que le pone fin al acuario del Museo Municipal de Ciencias Naturales “Lorenzo Scaglia”. La medida desmonta un programa iniciado hace casi 50 años, que se basa en un acuario experimental de la fauna ictícola marina y de agua dulce de la zona. Su existencia permitió efectuar múltiples aportes a la investigación científica, a la formación de estudiantes y profesionales, y sobre todo poner al alcance de todos los marplatenses y visitantes de la ciudad una muestra de la diversidad faunística de la costa de la región. Además, el acuario tiene gran vinculación con otros centros de investigación de la ciudad como el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNMdP.

La agresión sobre el museo queda evidente en la ordenanza, y se la puede ejemplificar en varios puntos, que dejan en claro que el desmantelamiento no tiene nada que ver con los intereses del museo.

Sostiene que: “No implica el cierre del acuario, sino su evolución hacia un espacio educativo actualizado, que mantendrá su función de divulgación y concientización sobre los ecosistemas marinos sin recurrir a la exhibición de animales en cautiverio”. A las claras esto es una contradicción en sí misma, un acuario implica ¡exhibir seres vivos! Sin los animales ¿Cómo proponen continuar con las funciones de investigación?

Intenta hacer ver al acuario como algo anticuado, sosteniendo que uno de los objetivos de la ordenanza es: “Transformar el acuario del Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia en un espacio moderno e interactivo”, y apela a “nuevas tecnologías”, “recursos tecnológicos avanzado”, “simulaciones digitales, realidad virtual y experiencias interactivas permitirá ofrecer a los visitantes un enfoque innovador y dinámico, potenciando el aprendizaje sin afectar el equilibrio de los ecosistemas marinos”. Todo un conjunto de consignas vacías, débiles argumentaciones y con una falsa máscara de respeto por los animales.

Ante tamaño desconocimiento nos interrogamos: lo virtual reemplazando a lo real/material ¿Es mejor en qué sentido? ¿Qué equipos pretenden comprar para innovar? ¿Serán superiores a los que ya están al alcance de todos, como en un celular? ¿Cuál es su vida útil? ¿Quedarán obsoletos en algunos años? ¿Qué es lo que se pretende proyectar (cuál es el software)? ¿Un programa genérico de peces? ¿De qué zona del mundo? ¿Se basa en la fauna y flora local? ¿Es contenido científico o recreativo? ¿Quién lo realizó? ¿Con qué criterios? Son muchos interrogantes y demasiado amplios como para no ser claros en una Ordenanza que parece preparar el terreno para nuevos negocios privados con recursos del Estado municipal.

Desde el Ente Municipal de Turismo y Cultura se pretende instalar que la medida es una cuestión de respeto por la vida y en contra del cautiverio. Pero no especifican cómo ni dónde pretenden liberar a los peces y otros animales (¿los van a arrojar al mar frente la plaza?). Por otro lado, plantean la “suscripción de convenios o celebración de acuerdos tendientes a cumplimentar la reubicación de los ejemplares vivos actualmente alojados en el acuario”. Este último punto desmiente su postura anticautiverio y clarifica el enfoque del uso comercial de los acuarios (versus el uso que le debería dar el museo). Se pretende trasladar los peces (y por lo tanto todo el saber acumulado por casi 50 años mantenimiento) a un privado: el Bioparque de Batán, ¿para qué? ¿Lo mismo que hacia el museo? Si es así, ¿para qué lo hacen? ¿O es para que el privado pueda facturar a partir de los acuarios?

¿Es creíble la postura “ecologista” de un gobierno municipal que fomenta la industria petrolea offshore, la entrega de espacios verdes públicos, la privatización de playas, la pesca deportiva, que promueve espectáculos privados y competencias de enduro en las playas, que habilita obras privadas de envergadura que afectan áreas de reservas, que mira para otro lado cuando son fumigados con agrotóxicos los pobladores de los barrios en contacto con campos de cultivo?

No es ignorancia, es desprecio.

Los museos de ciencias naturales contribuyen al conocimiento de la naturaleza y difunden ese conocimiento por medio de tareas de investigación y divulgación científica, exhibiciones, actividades educativas y visitas. Un espacio para que los marplatenses se apropien de un saber de la naturaleza de esta región. Esta visión se contrapone con la visión del gobierno municipal que prefiere un museo reducido a lo mínimo, una vitrina virtual, con espacios de gastronomía. Incluso un área de la plaza pública en el que se asienta el museo fue cedida por iniciativa del intendente Montenegro al privado para la construcción y puesta en funcionamiento de un local de una cadena de pizzas.

Urge que nos organicemos para evitar el desmantelamiento del acuario del Museo de Ciencias Naturales “Lorenzo Scaglia” y para impedir que se continúe con la privatización de espacios verdes públicos y playas para el negocio privado. Es necesario que lxs trabajadorxs municipales sigan en conflicto y se planten a Montenegro con un plan de lucha a fondo en el que se convoque al conjunto de la ciudadanía a acompañar el reclamo hasta que el intendente revierta su decisión.

Esta lucha tiene que acoplarse y confluir con las que desarrollan las combativas asambleas de los barrios del sur de la ciudad contra el extractivismo inmobiliario que afectan áreas protegidas y la entrega de las últimas playas de la ciudad sin concesiones a empresarios, y con las asambleas del sector norte que enfrentan la privatización de parques públicos y la construcción ilegal de defensas costeras.

Hay que poner en pie en Mar del Plata una gran asamblea por el medio ambiente y la identidad cultural en el que participe el activismo socioambiental, movimientos barriales, sindicatos, organizaciones estudiantiles, trabajadores de ciencia y técnica, docentes de la universidad, entre otros sectores, para que haya una amplia deliberación para derrotar la política de vaciamiento y desmantelamiento de Montenegro, exigiendo jerarquización y más presupuesto para todos los museos de la ciudad y demás espacios culturales y ambientales protegidos.

¡Aumento salarial para lxs trabajadorxs municipales de los museos! ¡Ningún despido!

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