Políticas

23/12/2025

Desafíos 2026

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2 E47.

@ojoobrerofotografia

Como llegamos a fin de año, nos permitimos hacer un balance un poco más general de una etapa de gobierno de Javier Milei. Si uno hace un balance de este año 2025 que termina, o incluso de los dos años de Javier Milei, es muy evidente que la motosierra que se aplicó tiene un sentido de clase muy pero muy claro.

Es una motosierra que ha sido posiblemente, como él dice, el ajuste más grande que vio la humanidad. Parece una frase muy grandilocuente, pero no deja de ser cierto que realmente el ajuste aplicado por el gobierno ha sido brutal y siempre recayó, en todos los índices que uno pueda verificar, sobre las espaldas de los trabajadores, de la educación, de la salud, de la ciencia. Ese es el propósito. En cambio, hubo otros sectores que se beneficiaron y mucho.

Repasemos algunos números bastante elocuentes, que dan una idea de la magnitud del ajuste que estamos hablando. Desde que asumió Javier Milei en diciembre del año 2023 a la fecha cayó el gasto del Estado 6,5 puntos del PBI. Estamos hablando, si uno lo lleva a dólares, de unos 38 mil millones de dólares en dos años. Es una reducción muy importante.

En jubilaciones en estos dos años la caída fue de casi 2.000 millones de dólares. Cuando uno ve dónde se concentró esa caída, básicamente es en dos casos: por un lado, el bono de los $70.000 estuvo congelado prácticamente 20 meses, eso fue licuándolo y golpeando las jubilaciones; por el otro, en los dos primeros meses de gobierno de Milei, cuando se produjo la explosión inflacionaria como resultado de la devaluación, no hubo aumento de las jubilaciones.

La inversión real directa, sobre todo obra pública nacional, cae un poquito más de 2.000 millones de dólares en dos años. Programas sociales directamente es un derrumbe absoluto, porque cayó en dos años 7.800 millones de dólares. Es muchísimo porque antes era 14.000 millones, es decir que cayó más de la mitad lo que es el gasto del Estado nacional en planes sociales. En un momento tan crítico para Argentina, con tanta pobreza, con tantos problemas sociales, es una caída superior al 50%.

En el caso de los salarios del sector público nacional, que abarca obviamente a los empleados públicos de los ministerios nacionales pero también de los hospitales nacionales, la reducción ha sido también muy importante, de 26,5%. Y sabemos que esto tuvo una réplica en los Estados provinciales, sobre los docentes, y los trabajadores de la salud que tuvieron también una reducción entre el 26% y el 30% de sus salarios.

Es confiscatorio, siendo salarios que ya eran bajos en el 2023. Recordemos que Massa pierde la elección presidencial como consecuencia de la crisis social que enfrentaba Argentina, y sin embargo la caída es todavía mayor. También cayeron los salarios del sector privado, es decir que el Estado nacional fue un factor de depresión del costo laboral: en el sector privado comparado los salarios actuales con lo que existían en noviembre del año 2023 la caída oscila más o menos los cinco puntos.

Hubo una destrucción de 250.000 puestos de trabajo registrados en estos dos años. El endeudamiento de las familias está a nivel récord, el más alto en la serie histórica salvo 2010. ¿Por qué es tan alto endeudamiento de las familias? Fundamentalmente por la caída de los salarios. La familia se empieza a endeudar, no para comprarse una casa, un auto, sino para llegar a fin de mes y poder comprar comida en el supermercado, o pagar los servicios que aumentaron muchísimo.

En el presupuesto universitario casi un 30% de caída. En Ciencia y Técnica fue superior, 40% de caída. Abarca también a diferentes áreas del Estado, no solamente Conicet sino también distintos institutos. Esto ha sido la magnitud del ajuste que vimos: caída de salarios, caída de jubilaciones, licuación de los presupuestos del Estado, un desplome absoluto de los planes sociales. Esta motosierra se aplicó hasta el final.

Ahora, por otro lado, hubo beneficiados muy claros de esta política. ¿Quiénes son los que más se beneficiaron? Todos los sectores vinculados a la gran especulación financiera. Porque la fuga de capitales que Argentina tuvo bajo gobierno de Javier Milei otro récord, superior incluso a la del 2001, cuando fue la principal bancarrota de la historia argentina o así se la recuerda. Solo en este año, desde enero a octubre, la fuga de capitales de este año fue de 24.495 millones de dólares. Este número es superior al préstamo del Fondo Monetario.

Por lo tanto uno puede ver que la plata del FMI financió una fuga de capitales, y como no alcanzó fue necesario ir pedir el rescate del Tesoro norteamericano. Y mientras tenemos una fuga gigantesca, gigantesca, que beneficia a pequeños sectores que son los que tienen acceso al dólar, hubo una caída de la inversión extranjera directa (quien viene a poner una fábrica, por ejemplo) y solamente hubo un gran ingreso de capital especulativo que financió una fuga de capitales explotando un diferencial de tasa de interés a favor de quien fuga capitales, permitiendo beneficios extraordinarios en muy pero muy poco tiempo.

Todo esto fue lo que vimos durante todo este tiempo. Ahora, políticamente es importante tener en cuenta que se llevó adelante esta política tan antipopular, antiobrera y antinacional a partir de pactos políticos muy claros, con una serie de gobernadores de todas las fuerzas políticas, del radicalismo, del propio peronismo, un pacto con la burocracia sindical que se mantuvo especialmente durante este año. La reciente marcha fue pequeña. En el medio de una caída del empleo registrado, del salario, de un avance de la precarización laboral, la CGT no hizo nada. Fueron los pactos políticos que sostuvieron la política de gobierno de Javier Milei.

Y sin embargo, aún con estos pactos políticos, la fragilidad del esquema económico de gobierno es muy clara, porque esta fuga de capitales que se mantiene hasta la fecha no le permite al gobierno poder afrontar con solvencia los pagos que tiene en 2026 de vencimientos de deuda, que solamente de acreedores privados supera los 8.000 millones de dólares. El gobierno no tiene eso, habría logrado acumular reservas por mil millones pero tienen que pagar más de 4.000 millones en enero, es decir que van a tener que buscar nuevamente préstamos de Estados Unidos para pagar esta deuda a los privados y luego refinanciar con el FMI los vencimientos.

Esto plantea una situación difícil para el gobierno, porque le están pidiendo del Fondo Monetario y Estados Unidos una devaluación monetaria, que se resiste a hacer porque está claro que una devaluación monetaria impactaría muchísimo en los precios y la inflación en este cuadro de fuga de capitales es creciente. El principal factor que echa leña al fuego inflacionario no es el aumento de los salarios, porque como vimos está cayendo -lo cual refuta que el problema de Argentina sea el costo salarial y también que la inflación es una especie de puja distributiva que se trasladan a los precios- es la gigantesca fuga de capitales que acumula beneficios capitalistas, destruye los ingresos de los trabajadores y la moneda nacional (y acá es donde es cierto que la inflación es un fenómeno monetario).

Entonces el gobierno tiene dificultades de fondo para afrontar la situación, y lo hemos visto estos últimos días. Quiso tomar deuda y tuvo un fracaso. Consiguió solamente mil millones a una tasa de interés alta, más alta que la que pagan los Estados provinciales, y además una inflación creciente que de acuerdo a todas las consultoras en diciembre también estaría en el orden de 2,5% y el acumulado anual por arriba del 30%, de las más altas del mundo.

El gobierno pretende ahora avanzar contra los trabajadores con una agenda realmente peligrosa. La reforma laboral, la reforma del Código Penal, avanzar en el ajuste presupuestario en todos los planos, porque si bien es cierto que en el Congreso la Cámara de Diputados no aprobó la anulación de las leyes que beneficia a la universidad y que benefician a la discapacidad también lo es que el presupuesto que se aprobó no contiene los fondos para cumplir esas leyes (la ley seguirá vigente, pero el gobierno no la aplica y no la aplica invocando que carece de fondos para hacerlo). Esto puede dar lugar a litigios judiciales, denuncia política, pero el gobierno se mantiene firme en no aplicar estas leyes.

La conclusión que podemos sacar a partir de estos dos años de gobierno es cuál es la fuerza social que va a enfrentar el gobierno de Milei. No va a ser, obviamente, Provincias Unidas, los gobernadores de Córdoba, de Santa Fe, de Santa Cruz, de provincia vinculadas al radicalismo, que son colaboradores del gobierno y defienden intereses tan hostiles a los trabajadores como lo que defiende Milei. No de sectores de la Unión Industrial, cámaras de la construcción, del sector capitalista del campo, no va a venir por ahí y tampoco del peronismo. Una parte importante de peronismo acaba de votar el presupuesto de Milei.

Los gobernadores peronistas del norte votaron el presupuesto de Milei, cuando fueron en listas únicas con Cristina Fernández de Kirchner hace solamente un mes y pico atrás. En el medio de una sesión escandalosa, todo el peronismo (incluido Máximo Kirchner) pactó con Milei la distribución de cargos en el Estado, como son los auditores de la Auditoría General de la Nación, mostrando que forma parte del establishment político argentino, de la burocracia del Estado y por lo tanto hay vínculos muy estrechos que demuestran que de ahí no va a venir el enfrentamiento contra Milei.

La fuerza tiene que venir de los trabajadores, tiene que venir de la universidad, de la educación, de la salud, tiene que venir de ahí. Hacen falta luchas como el Garrahan, tan emblemáticas, tan importantes y también triunfantes para pararle la mano al gobierno. Ahora tenemos un verano que va a ser duro, porque el gobierno pasa para febrero el debate sobre la reforma laboral pero va a avanzar. Ya tiene un dictamen favorable del Senado, y aunque haya negociaciones con la burocracia sindical y los gobernadores van a querer avanzar en una agenda de reforma laboral, del Código Penal, de la Ley de Glaciares y por esta vía lleva un ajuste general contra el pueblo.

Entonces va a hacer falta en 2026 desarrollar una lucha a fondo. El problema de hoy en Argentina no es preparar las elecciones del 2027, para eso falta una eternidad. El problema es parar la ofensiva antiobrera del gobierno de Milei y de todos sus cómplices y abrir una perspectiva de los trabajadores mediante una intensa lucha de clases.

Las inconsistencias de la ofensiva antiobrera del gobierno
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