En el marco de una sesión en la Cámara de Diputados, el diputado nacional del Frente de Izquierda y los Trabajadores–Unidad, Néstor Pitrola, reivindicó las jornadas históricas del 19 y 20 de diciembre de 2001 como una rebelión popular que unió la movilización piquetera con las cacerolas para derribar a un gobierno responsable del saqueo económico y la bancarrota nacional.

Pitrola recordó que aquella rebelión se produjo contra un régimen agotado, responsable del megacanje, el rescate del FMI, la corrupción de la “Banelco” y la confiscación de los ahorros, luego de años de convertibilidad importadora y ajuste. “Un pueblo en la calle echó al que hoy Javier Milei llama el mejor ministro de Economía de la historia, Domingo Cavallo”, subrayó, destacando que la movilización popular enfrentó incluso el estado de sitio y la represión, como ocurre actualmente bajo el mando de Patricia Bullrich.

El diputado del Partido Obrero señaló los paralelismos entre aquel momento histórico y la situación actual: hambre, desocupación, ajuste y represión como respuesta del Estado frente al clamor popular. En ese sentido, remarcó la necesidad de recuperar la memoria histórica para las nuevas generaciones, no solo del 2001 sino también de las luchas más recientes.

Pitrola recordó además la movilización del 20 de diciembre de 2023, encabezada por el Polo Obrero junto a sindicatos combativos, que enfrentó desde el primer momento lo que definió como un “régimen de democracia de infantería”. Como resultado de esa lucha, denunció, el movimiento piquetero enfrenta hoy un juicio armado por los servicios de inteligencia, con acusaciones penales gravísimas contra 18 dirigentes del Polo Obrero y otros movimientos sociales. “Es un proceso bochornoso, impulsado por una justicia federal corrompida, que actúa como brazo del poder político para perseguir a quienes luchan”, afirmó.

Finalmente, Pitrola vinculó estas definiciones con el aniversario de las jornadas de diciembre de 2017, cuando una masiva movilización obrera derrotó en las calles el robo a los jubilados y envió al archivo la reforma laboral del gobierno de Macri. En ese marco, convocó a la movilización del 18 de diciembre junto al movimiento obrero combativo, el movimiento piquetero y la izquierda, levantando las banderas de un paro activo nacional y un plan de lucha para derrotar la nueva reforma laboral y todo el paquete antiobrero, represivo y colonial del gobierno de Javier Milei.

Las inconsistencias de la ofensiva antiobrera del gobierno

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