Políticas

18/3/2023

El debate en la izquierda

¿Fuera los políticos capitalistas? ¿Por un gobierno de la izquierda y los trabajadores?

Acto del FIT-U

En los últimos días se ha abierto un debate al interior de la izquierda y en el activismo sobre la campaña que el Partido Obrero está desarrollando en esta etapa, impulsada desde el plenario realizado en Lanús, con delegaciones de luchadores y activistas de todo el país. Este debate es crucial de cara a todos los trabajadores, ya que la crisis capitalista ha pegado saltos y se han acelerado el conjunto de las contradicciones del régimen en la Argentina. Al mismo tiempo que se agudiza la represión a las luchas populares como lo sucedido en Mendoza en la última jornada piquetera.

Las consignas que encabezan nuestra campaña se concentran en la impugnación a todos los representantes políticos del régimen y establece un planteo de poder. Le entran al problema del perfil necesario del Frente de Izquierda en una situación convulsiva marcada por el fracaso sucesivo de macristas y kirchneristas. Coloca al FIT Unidad en la necesidad de ser la cabeza y el canal político de las grandes luchas sociales de la etapa. Atiende a la completa delimitación del gobierno y en particular del kirchnerismo cuando gobiernan con el programa del FMI con el cual le preparan la vuelta a la derecha que dicen combatir. Rechaza cualquier adaptación al show antiCorte para ocultar un régimen de ataque a las masas. Caracteriza con claridad que macristas y kirchneristas disputan la Justicia para garantizar la impunidad de las camarillas de unos y de otros. Enfrenta a los liberfachos caracterizando que la “casta” es la de los políticos capitalistas que el propio Milei integra como nadie. Rechaza “abrir” el Frente de Izquierda a la centroizquierda porque es la entrega de su condición fundamental y fundacional de independencia de clase. Con este concepto, hemos abierto un debate en el Frente de Izquierda-Unidad proponiendo un método de deliberación y resolución abierta al conjunto de la vanguardia.

Frente a los planteos que hemos realizado, nos encontramos con orientaciones que no toman en cuenta los problemas centrales que enfrentan los trabajadores y, por supuesto, la propia izquierda. El problema central que está en discusión es evadido por completo en el debate. No se trata de “no llegar divididos” a las Paso, o una “fórmula única Bregman-Solano” como señala IS o “hay que dar vuelta todo” o “por más y mejor izquierda” (sic) como señala el MST, o la tan mentada “salida por izquierda” del PTS. A meses del cierre de listas, quienes forman parte, junto con nuestra organización, del Frente de Izquierda-Unidad poco colaboran con desenvolver una campaña de orden político socialista ajustado a la etapa de profunda crisis que se procesa en la Argentina, y centran sus preocupaciones en eslóganes electorales o frases hechas de espaldas a las preocupaciones y necesidades de los explotados de nuestro país.

¿Cómo se puede discutir una fórmula presidencial de la izquierda sin discutir su contenido político? La especie de que “siempre tuvimos divergencias” y, por lo tanto, lo único que importa es resolver una fórmula presidencial es, por lo menos, un desatino. Incluso, con estos mismos argumentos, considerar al FIT-U meramente como una cooperativa electoral, como lo señala públicamente Izquierda Socialista, es firmar el acta de defunción del FIT-U. Un bloque político de independencia de clase no se define únicamente por la eventual presentación electoral o la sucesión ininterrumpida de las mismas, ni se puede pretender que así sea.

Sucede que la independencia de clase no se expresa solamente en los procesos electorales. Para ser más precisos, las tareas de la izquierda, por definición, deben exceder el marco electoral. De lo contrario, quien tiene esa concepción corre el riesgo de lanzarse como candidato con más de un año de anticipación y pasar los meses de espectador de los principales eventos de la lucha entre las clases. Esto tiene consecuencias concretas en la lucha de los explotados. El PTS (al igual que IS) continúa completamente afuera de las luchas que desarrolla el movimiento piquetero independiente que en estos días protagonizó una enorme acción de lucha en todo el país. Esta corriente se encuentra ajena a los grandes choques del movimiento piquetero con el gobierno en un cuadro de aumento de la pobreza y de un brutal ajuste del gobierno a los sectores más explotados. Las últimas jornadas de lucha provocaron una reacción represiva del Estado que encarceló a Martín Rodríguez y Lorena Torres. En las masivas movilizaciones desarrolladas en todo el país por la libertad de Lorena y Martín, el PTS participó con delegaciones que en la propia provincia de Mendoza no superó la decena de militantes, y en Buenos Aires una sola compañera, que habló para “traer el saludo” de sus candidatos. Lo mismo sucedió con el boicot abierto del PTS a las movilizaciones convocadas por el Polo Obrero en Rosario contra los ataques narcos en los barrios que se llevan la vida de los compañeros. Situaciones similares ocurrieron con las duras luchas de los trabajadores del neumático y el Sutna. El PTS optó por no integrar la directiva nacional en las últimas elecciones, armando una lista divisionista y marginal en una sola fábrica, caracterizando la burocratización de la dirección clasista. Comenzada la gran lucha del año pasado, pegaron una voltereta en el aire y trataron de reacomodarse participando “en delegación” de algunas acciones de lucha. No sin antes, criticar al movimiento piquetero (sin argumento alguno) por no unir fuerzas con la lucha del Sutna, una posición increíblemente absurda, siendo el movimiento piquetero independiente el principal apoyo esta gran lucha obrera. Hace apenas unas semanas votó en contra del paro docente del no inicio en la provincia de Buenos Aires.

Las elecciones son, para los revolucionarios, un escenario impuesto por la burguesía, donde intervenimos para amplificar un programa socialista, pelear la mayor adhesión organizada a nuestros planteos y conquistar nuevas posiciones para acrecentar la influencia de los revolucionarios. En este sentido, ¿da lo mismo plantear que se tienen que ir todos los responsables de la actual situación de los trabajadores a plantear que “la salida es por izquierda”? ¿Qué izquierda? ¿Qué plantea “la izquierda”? Y allí se encuentra el centro del problema. El Partido Obrero se encuentra desarrollando una campaña cuyas consignas plantean el gobierno de los trabajadores y la izquierda. Los planteos o “slogans” centrales de los partidos que integran en el FIT-U no plantean nada, o casi nada, respecto de la situación del conjunto de la clase obrera argentina y que tareas están planteadas para que la clase obrera irrumpa en el escenario político con un planteo independiente de las variantes patronales. De allí, la negativa por parte del PTS a convocar un congreso del FIT-U invitando a participar de las deliberaciones y resoluciones a todos los activistas y luchadores. El PTS percibe la realidad por la mirilla de su propio grupo y el intento de supervivencia del mismo. Esta misma está determinada por los avatares electorales de sus referentes, y no del interés de la clase obrera. ¿Qué más “unitario” y democrático que un congreso para deliberar colectivamente un planteo de salida a la crisis de la mano de la izquierda y la vanguardia obrera? Por su naturaleza las Paso no sirven al objetivo de esta clarificación, todo lo contrario, como hemos señalado desde el nacimiento de la ley kirchnerista es un método de intervención del Estado y del poder económico y mediático en la designación de candidatos, además de los repudiables pisos electorales.

Lo más parecido a un planteo político que realiza el PTS es su campaña “por un millón de puestos de trabajo”, partiendo de la base de una jornada laboral de seis horas “en todas las grandes empresas”. Este planteo, en ningún caso está acompañado con lo más elemental para un socialista, ¿Quién puede hacer una cosa así? ¿Los capitalistas y sus representantes en el Estado? ¿El PTS? En rigor, del propio planteo se deduce su contenido reformista, ya que no se trata del planteamiento del reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario de Trotsky en el programa de transición, en tanto que, como consigna transicional (el reparto de horas sin afectar el salario), implica una reorganización del conjunto de la producción nacional puesta en manos de los trabajadores. No existe tal cosa como la jornada general de seis horas (o de las “grandes empresas”), sin el control obrero del conjunto de los recursos nacionales.

En las críticas que hemos realizado por sus posiciones condescendientes con el kirchnerismo se encuentra el mismo problema. Una corriente política que se reivindica socialista y, en esta etapa de crisis capitalista, no acerca a los trabajadores una posición independiente y una salida estratégica tiende por esa misma vía a presentar concesiones a las variantes más “aceptables” del propio régimen.

Se trata de un debate que es de interés del conjunto de los trabajadores. Nos dirigimos a todos los compañeros que en cada fábrica, lugar de trabajo y estudio y barrio se encuentra sometido a la “dictadura del capital”. Por esto mismo, contra toda rencilla entre la izquierda, insistimos con la realización de un congreso de FIT-U, al cual, el Partido Obrero irá a proponer que lancemos una gran campaña de toda la vanguardia de cara a toda la clase obrera ocupada y desocupada para impulsar la organización y la lucha, para que se vayan los responsables del actual desastre capitalista y para que gobiernen los trabajadores. Las urnas y la calle irán de la mano en las actuales condiciones, nacionales e internacionales, o apartarán a la izquierda de los procesos más ricos y vivos de la lucha de clases.

Contamos con la autoridad conquistada con años de lucha entre los explotados. Nos valemos de ella para convocar esta deliberación. Con los trabajadores y la izquierda, terminemos con este régimen de hambre y explotación. Esta es la tarea que toma en sus manos el Partido Obrero.