Políticas
5/7/2025
El Frente de Izquierda-Unidad en riesgo en la provincia de Buenos Aires
Acto del FIT-U
A pocos días de la presentación de alianzas para las elecciones de la provincia de Buenos Aires se realizó una reunión de la mesa nacional del FIT-U. En la misma, se expresaron por lo menos, dos visiones completamente antagónicas del abordaje que debe tener el FIT-U en la etapa política.
Un primer punto de debate pasó por el análisis de los resultados electorales hasta el momento, en los que el FIT-U quedó en gran medida marginalizado. El PTS, reivindicando su “balance” totalmente faccional y arbitrario de las elecciones de la Capital volvió a plantear que el problema de los resultados electorales del FIT-U hasta el momento fue la supuesta debilidad de la campaña del Partido Obrero, y el hecho de que no se concurrió a las mismas con Bregman de candidata, una posición electoralista que pretende que el desarrollo electoral de la izquierda depende de una figuración personal, por fuera de las relaciones de fuerza, los programas y la lucha de clases. En contraposición con esta posición electoralista, planteamos un concepto opuesto de las dificultades del Frente de Izquierda en la etapa actual. La reducción del FIT-U, de larga data, a una cooperativa electoral, es lo contrario de un polo que atraiga al activismo que está enfrentando a Milei. En ausencia de este impulso, que podría ser un factor de organización y de tracción en las luchas obreras y populares, el FIT-U está marginado en el escenario político, en un cuadro donde la tendencia es al ausentismo electoral. Este ausentismo afecta también a una base política de la izquierda.
Los altísimos niveles de abstención en todo el proceso electoral expresan en primer lugar un rechazo a los partidos del régimen, pero en su medida, que el Frente de Izquierda no ha logrado canalizar ese rechazo. Esta tarea no se resume al proceso electoral, sino a la necesidad de ponerse al frente de la organización y la lucha contra este gobierno en todos los planos y abrir paso a una salida obrera independiente al nacionalismo. El Frente de Izquierda tiene la posibilidad de ser un factor político en la medida que queden relegadas las políticas de tipo electoralistas y faccionales, tomando como principal herramienta los métodos de la clase obrera, la deliberación y la acción colectiva. Pero al contrario de estas necesidades, el rechazo a cualquier tipo de acción de frente único se ha acentuado en el último período. Esto se ve en el rechazo del PTS a un acto común en el 1ero de Mayo, el rechazo a realizar eventos de deliberación y resolución común del FIT-U, el torpedeo por parte del PTS al plenario de trabajadores ocupados, desocupados y jubilados que organizan los sindicatos, seccionales y delegados antiburocráticos junto a organizaciones piqueteras y de jubilados en lucha y también el rechazo a realizar campañas electorales en común, una política que en las elecciones de Capital fue casi llevada al paroxismo, porque no se realizó ni siquiera una conferencia de prensa común. Con extremos como la ausencia de Bregman en el bunker electoral del frente, nada menos que en su distrito.
En este cuadro de dificultades, la política del PTS acentúa los problemas políticos del FIT-U: consiste en concentrar al Frente de Izquierda en la difusión de sus propias figuras electorales, y particularmente en la figura de Myriam Bregman. El intento del PTS de instalar a Bregman como referente en la base de apoyo del kirchnerismo conduce a adaptarse fuertemente a los planteos del nacionalismo.
Un ejemplo fue la visita reciente a CFK, que no puede sino ser tomada como un signo de apoyo político. El Partido Obrero rechazó el fallo condenatorio y proscriptivo de la Corte Suprema, pero sin identificar de ninguna manera este rechazo con un apoyo político al kirchnerismo. El franeleo con las figuras del peronismo no es nuevo y es una política de fondo del PTS de adaptación política. Esta línea consiste en última instancia en que el FIT-U se desarrolla como un ala “consecuente” del nacionalismo: recordemos por ejemplo, la consigna de Capital colocada por el PTS al margen de una campaña común, donde se criticaba a Santoro por “tibio”, sin reagrupar a la vanguardia obrera ni ofrecer un canal de organización para la lucha política contra el gobierno. Es una orientación que apunta en el sentido contrario de los acuerdos con los cuales desarrollamos el Frente de Izquierda desde su fundación, que no es más que constituir un polo político de independencia de clase frente a todo el régimen, y especialmente, de independencia del nacionalismo. El Partido Obrero fue a la mesa del FIT-U con un análisis y un planteo completamente opuesto a la mera aritmética electoral. Partimos de la caracterización de la crisis nacional, el resquebrajamiento de la política económica de Milei y la política de adaptación del peronismo al ataque sin precedentes a los trabajadores por parte del gobierno. Presentamos la necesidad de realizar plenarios del FIT-U en cada distrito y sección de la Provincia de Buenos Aires, para reunir a la mayor cantidad de activistas y compañeros para abordar el proceso político en su conjunto. Propusimos realizar una campaña común con la consigna “Derrotemos a Milei y el ajuste de Kicillof”, señalando que el gobernador no es “un colador” de las políticas de Milei (como señala el PTS) sino una correa de transmisión del ajuste de Milei. Señalamos también la necesidad de una campaña del Frente de Izquierda que se referencie en las luchas que emergen en toda la provincia, muchas de ellas apuntadas directamente contra Kicillof como la lucha de la docencia de toda la provincia, colocando al FIT-U como un factor de desarrollo de la lucha de los trabajadores, de las barriadas populares, los jubilados y la juventud. En ese sentido, la enorme importancia de la defensa contra la persecución al Polo Obrero y todos los luchadores atacados por el gobierno y la justicia. En el mismo sentido, criticamos el rechazo a darle impulso a un congreso del Frente de Izquierda o a cualquier plan de acción común propuesto infinitas veces por el Partido Obrero.
El debate en las listas
Este debate político se expresó en el debate sobre la presentación de la provincia de Buenos Aires. El PTS e Izquierda Socialista llevaron la posición de restringir el debate a un “armado” de listas. Para ellos, aunque con matices, las listas de la provincia de Buenos Aires ya están “armadas” a partir del orden de prelación surgido de las Paso 2023. Es decir, han puesto en crisis la conformación de listas comunes en la provincia de Buenos Aires con la pretensión de tomar como parámetro elecciones que no pueden ser analogadas, ya que aquellas del 2023 fueron presidenciales, y las que se darán en este período son legislativas, tanto nacionales como provinciales. Pero el resultado de tomar esta única variable distorsionaría fuertemente la representación relativa de los cuatro partidos del FIT-U. En particular, relegaría al Partido Obrero por detrás de fuerzas claramente menores, tanto en presencia política como en militancia, en las listas del FIT-U de la provincia donde se concentra la mayor cantidad de trabajadores del país y una lucha política particular con los principales referentes del nacionalismo, en la provincia gobernada por Kicillof. El problema no es menor, sobre todo, tomando en cuenta las divergencias del último período, particularmente sobre el papel de la izquierda frente al peronismo.
Dicho esto, los argumentos que pretenden imponer listas espejo de la resultante de las Paso presidenciales de 2023 (defendidas al extremo por Izquierda Socialista), no responden al método con el cual se han conformado las listas durante este año en las provincias que ya tuvieron elecciones anticipadas. Por ejemplo, en Jujuy, el acuerdo partió de la base de los acuerdos alcanzados en las elecciones provinciales previas y no el resultado de las Paso nacionales. En Santa Fe, también fueron los parámetros provinciales los que se tomaron en cuenta para comenzar el debate de las listas. En ambas provincias, aunque teniendo en cuenta estos parámetros, se realizaron modificaciones en los acuerdos tomando en cuenta otros criterios como el grado de desarrollo de las corrientes, nuevos compañeros que se destacaron en el último período, la expresión de todas las fuerzas en las candidaturas, etc. El caso más crítico fue la provincia de Salta, donde el MST a pesar de contar con la candidatura principal y expectable de la provincia, definió presentarse por su cuenta, quedando muy por detrás de las votaciones obtenidas por las listas del Frente de Izquierda, aunque impidiendo el ingreso a la cámara provincial. Las listas del Frente de Izquierda en Salta tampoco tomaron las Paso 2023 como parámetro, prueba de ello es el encabezamiento de listas por parte del PTS, derrotado en aquellas Paso presidenciales del 2023 en la provincia.
Por último, en la Capital Federal, también se tomaron en cuenta los resultados locales para comenzar el debate de las listas de la ciudad, y en el acuerdo de candidaturas nacionales se estableció un ordenamiento que integró a las organizaciones del FIT-U de tal manera que los principales voceros políticos de la ciudad formaran parte de las principales candidaturas. En el caso de la provincia de Buenos Aires no existe precedente inmediato de elecciones escindidas de las presidenciales para utilizar como parámetro en el ordenamiento de listas.
Estamos a tiempo de tomar las medidas necesarias para que en las listas y acciones del Frente de Izquierda de la provincia de Buenos Aires se expresen todos los trabajadores que luchan contra Milei, y contra la parálisis cómplice y ajustadora de las diferentes variantes del nacionalismo burgués.