Políticas
18/9/2025
El gobernador de Neuquén se apoya en la motosierra presupuestaria de Milei
Se apresta a trasladar a la mesa salarial postelectoral el ajuste mileísta.
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Inauguración del Paseo Costero.
Consultado por su opinión sobre el discurso y los conceptos vertidos por el presidente Milei en la presentación, por cadena nacional, del presupuesto nacional para el año 2026, el gobernador de Neuquén afirmó: “Usarán los parámetros nacionales para definir su propio presupuesto provincial” (LMN, 16/9/2025).
Es decir, adaptará el presupuesto provincial a la “macro ordenada” que determina el gobierno nacional, y a la orientación social del presupuesto de Milei: pagar la deuda con los acreedores (sea el FMI, el BID o la CAF) y con los compradores de bonos buitres (sean BlackRock u otro). Esa es la esencia.
La disidencia, como corresponde a un mileísta que se autoproclama de “la neuquinidad”, fue expresada de la forma más abyecta posible. Consideró “dificultoso” el cumplimiento de la pauta inflacionaria anual del 10,1% (no olvidemos que Figueroa es un ferviente defensor de la devaluación junto a las petroleras exportadoras), pero agregó que será “muy respetuoso de las consideraciones que ha hecho el equipo nacional… El presupuesto neuquino se construirá en función de los parámetros establecidos por la Nación” (ídem).
Lo único que al gobernador le pareció “grave” es que la coparticipación nacional de impuestos ha caído para la provincia de Neuquén hasta implicar apenas un 18% de sus ingresos. Pero, acto seguido, señaló que la única medida que propone ante la sustracción de cuantiosos fondos será la vía parlamentaria, colocando esa “gravedad” como parte de su campaña electoral y no como un acto siquiera de roce con el gobierno nacional, al cual no se cansa de repetir que “respeta mucho”.
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Habiendo definido que su proyecto de presupuesto 2026 seguirá las pautas del nacional, entre ellas una inflación del 10,1% anual, convocó para el 27 de octubre a los sindicatos estatales a debatir la pauta salarial para el año entrante. Con lo cual, el gobernador se sentará a la mesa fingiendo demencia sobre la realidad inflacionaria. Una demencia interesada, porque en lo que va del año en curso y el año pasado, los IPC de Neuquén siempre han sido más altos que los IPC del Indec. Algo que beneficia a la patronal neuquina, ya que la fórmula de actualización trimestral por la cual se ajustan los salarios es un mix entre ambos IPC. Por lo tanto, el gobernador cuenta con que, siguiendo esa tónica, el IPC irreal del Indec de Milei tirará a la baja ese promedio, para salarios que deben sostener la vida de más de 70.000 familias que viven los 30 días del mes en Neuquén, no en un limbo abstracto ubicado entre esta provincia y CABA.
El gobierno y la conducción baradelista de Aten, desde hace años, se apegan a esa fórmula que le asegura al Estado patrón que los salarios, en su inmensa mayoría, queden por debajo de la línea de pobreza de la provincia, donde un alquiler con un mínimo de calidad habitacional precaria no baja de $800.000 por mes. De allí para arriba.
Los sindicatos ATE, Aten y otros se aprestan entonces a concurrir a esa mesa de negociación salarial postelectoral sin fijar una estrategia ni un pliego discutido mediante asambleas.
Para eso, la conducción de Aten ha debido clausurar durante todo el año en curso la convocatoria de esas asambleas. Y ha montado la ilegal maniobra de pretender dar por votada, en la asamblea ordinaria de Memoria y Balance, una declaración donde dicen que los habilita para “ampliar la democracia interna” a través de encuestas. Como señala un comunicado de Tribuna Docente, esto viola el Estatuto de Aten que la propia conducción dice reconocer como vigente. Porque ese Estatuto, en su artículo 30º, establece que “las asambleas ordinarias (las de Memoria y Balance) pueden tratar otros asuntos” si están “incluidos en el orden del día”.
Y es claro, porque en ese orden del día —publicado como solicitada en los diarios— no figura ningún punto de votación de una declaración. Y el artículo 35º del Estatuto, referido a aquellas asambleas que no son de Memoria y Balance (las extraordinarias), dispone que serán por seccional y que “las votaciones se harán levantando la mano”, o sea, ni por encuestas, ni por escuelas, ni en forma individual: asambleas por seccional levantando la mano.
Pero el Tep (baradelismo a full) se prepara para recurrir a esa maniobra por la cual, el año pasado, dio por aprobado el acuerdo para cerrar la huelga del segundo semestre (tras sucesivas derrotas en las asambleas por seccional levantando la mano), acudiendo a contabilizar los votos de las encuestas individuales y por escuelas.
El superávit primario y la previsibilidad de “La Neuquinidad”
El presupuesto presentado para el año en curso prevé un superávit primario (diferencia entre recursos corrientes y gastos corrientes) de casi un billón y medio de pesos. Es decir, ese presupuesto evidencia que no son los denominados gastos sociales, entre ellos el salario, los que provocan el déficit.
Como el propio presupuesto afirma: “Neuquén es la única provincia en Argentina en presentar un presupuesto que incluye las pautas salariales de los agentes, constituyendo un hecho inédito/histórico que reafirma su compromiso con la previsibilidad y el bienestar de los empleados públicos”. Y agrega: “Para la elaboración del proyecto de presupuesto 2025 correspondiente al gasto de personal, se tomó como base de cálculo la ejecución del corriente año en el período comprendido entre enero/agosto. La misma fue proyectada hasta fin del ejercicio con los respectivos aumentos salariales ya acordados, el crecimiento vegetativo y por habilitaciones de nuevos establecimientos. A esta base se le aplicó la pauta salarial acordada para 2025” (proyecto oficial, página 59).
Es decir, aún con la pauta de actualización salarial trimestral, las partidas destinadas a los sueldos no producen ningún desequilibrio fiscal y permiten, por el contrario, el superávit corriente de casi un billón y medio de pesos.
Sin embargo, para agosto de 2025, el salario de una docente de grado con el 50% de antigüedad (más de 10 años) apenas supera la línea de pobreza de CABA en $20.000. Todas y todos los demás quedan por debajo de la línea de pobreza. Y aun esta docente con más de 10 años de antigüedad, en Neuquén está realmente bajo la línea de pobreza, porque la carestía es superior a la de CABA y percibe las actualizaciones con cuatro meses de retraso respecto de la evolución real de los IPC.
Entonces, la convocatoria a mesa salarial para el 27 de octubre no es otra cosa que, nuevamente en nombre de la “previsibilidad”, lo único previsible sea que sigamos perdiendo poder adquisitivo. Por eso, más que nunca, un acuerdo salarial debe contemplar garantías mínimas. Por ejemplo, la recuperación de lo perdido desde la salida de la pandemia hasta el presente, y que el salario se actualice mensualmente por el IPC provincial o nacional (Indec), el que resulte más beneficioso para el trabajador en cada mes.
Que la “previsibilidad” sea para el asalariado, no para la patronal. Y, por supuesto, que el pliego, las condiciones y la estrategia se debatan y decidan en asambleas previas por seccional y “a mano alzada”.
