Políticas
18/12/2025
Retroceso y destrucción socioambiental
El gobernador Melella, los libertarios y el peronismo habilitan las salmoneras en Tierra del Fuego
Modifican la Ley 1.355 para entregarla a las corporaciones salmoneras, desconociendo la lucha histórica del pueblo fueguino.
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Salmoneras.
En una sesión caracterizada por el hermetismo y el desprecio a la voluntad popular, la Legislatura fueguina consumó este lunes la modificación de la Ley 1.355, habilitando la salmonicultura industrial a gran escala en las aguas de Tierra del Fuego.
La Ley 1.355 fue conquistada en el año 2021 tras una enorme lucha de la comunidad, ambientalistas y pueblos originarios. Protegía los ecosistemas únicos de la provincia. Su derogación marca un retroceso histórico y una entrega descarada a los intereses del gran capital. La sesión –la cuarta del año– se realizó a espaldas del pueblo y requirió de maniobras antidemocráticas: un dictamen que violó los reglamentos legislativos, suspensiones basadas en mentiras para desgastar la movilización, y la instalación de una falsa dicotomía entre ambiente y progreso. A pesar de estos intentos por desmovilizar, la Legislatura sesionó bajo una masiva concentración popular y el repudio generalizado de la comunidad fueguina.
La Libertad Avanza y el peronismo fueguino se unieron para destruir el futuro de los trabajadores y el ambiente. El gobierno de Gustavo Melella cedió ante la presión del lobby salmonero y del Ejecutivo nacional, demostrando su total subordinación a los intereses corporativos.
La salmonicultura solo traerá precarización laboral extrema, con enfermedades crónicas y muertes obreras por falta de protección, sino también devastación ambiental irreversible en el ecosistema marino.
Esta votación no fue consenso, fue una imposición del Ejecutivo que forzó una votación dividida, ignorando las advertencias científicas y la movilización popular. Los verdaderos beneficiarios son las corporaciones precarizadoras, porque detrás de la promesa falsa de "generación de empleo" operan las mismas corporaciones que históricamente han precarizado a los trabajadores: el Grupo Mirgor (Caputo-Macri) y NewSan (Cherñajovsky).
Esta derrota parlamentaria no es el final, debemos convertir la indignación en organización. La defensa del territorio y los recursos naturales solo será posible con la movilización independiente de la clase trabajadora, enfrentando a todos los partidos del régimen que gobiernan para las corporaciones.
La ley 1355 fue una conquista popular, restablecerla será obra de la lucha obrera y ambiental en las calles.



