Para quienes atribuyen el encarecimiento de las cubiertas al plan de lucha de sus trabajadores, es preciso aclarar que la remarcación de los precios por parte de las fábricas del neumático Bridgestone, Pirelli y Fate viene de larga data, y solo obedece a la ambición desmedida de dichas empresas.

Tal como indica el informe elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, desde 2015 a esta parte, los precios del sector se incrementaron un 2.600%, duplicando a la inflación mayorista de ese período del 1.300%. A su vez, los neumáticos aumentaron muy por encima de la evolución salarial del sector privado registrado, que fue del 804% en los últimos siete años.

Por otra parte, entre 2020 y 2021, la facturación de las compañías líderes en el rubro subió un 82%, superando la variación del  70,2% que experimentó el PBI corriente. Es decir, sus ventas crecieron mucho más que la media de la economía.

El gobierno es responsable del retroceso salarial que predomina incluso en el sector privado registrado, incidiendo en cada discusión paritaria para presionarlas a la baja, allanado por la subestimación de la inflación en las leyes de Presupuesto y con “acuerdos de precios y salarios que sirvieron de cortina para atrasar las remuneraciones de los trabajadores. Ahora interviene en este conflicto con el único objetivo de quebrar la huelga de los obreros del Sutna y que no prospere su reclamo; un trato opuesto al que reciben las patronales, ya que cuando apuntan contra los “formadores de precios” lejos está de avanzar en la apertura de los libros de las empresas para ejercer un control real.

Los autodenominados “nacionales y populares” actúan abiertamente a favor de estos capitalistas. Le cuidan el bolsillo a las multinacionales Pirelli y Bridgestone y al grupo empresarial al cual pertenece Fate, que quieren llevar los salarios de sus trabajadores por debajo de la línea de pobreza para acrecentar aún más sus ganancias.

El conjunto de la población trabajadora debe apoyar la lucha del Sutna, en primer lugar, por la justeza del reclamo, que es percibir aumentos salariales que no pierdan contra la inflación, con patronales que a todas luces están en condiciones de pagarlos. Y, en segundo lugar, por su alcance estratégico: el triunfo de los trabajadores del neumático mejoraría las condiciones para que toda la clase obrera defienda sus ingresos frente al intento de hundirlos por parte del gobierno, la clase capitalista y la burocracia sindical.