Políticas

18/11/2025

Estados Unidos-Argentina: ¿acuerdo comercial o acuerdo colonial?

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E42.

Milei y Trump.

Cuándo se anunció semanas antes de las elecciones del 26 de octubre el rescate del gobierno de Trump a Milei -que contemplaba, entre otras cosas, un swap por 20 mil millones de dólares, también la posibilidad de que directamente el gobierno norteamericano compre parte de los vencimientos de deuda que tenía Argentina por delante y también la articulación con un grupo de bancos, entre los cuales estaba el JP Morgan, el City Bank, para un préstamo adicional de 20 mil millones de dólares a Argentina- muchos se preguntaban cuál era el compromiso que había asumido Milei para que este salvataje de Trump se haga en una velocidad tan rápida e involucre semejante nivel de dinero. Todos sabemos que fue gracias a ese salvataje que Milei pudo ganar las elecciones de 26 de octubre, pero no estaba claro cuál era el compromiso, no había una letra clara que le permita al país saber a qué se había comprometido el gobierno de Milei. Hoy lo sabemos. Hoy ya está claro cuál es la devolución de favores que tiene que hacerle al gobierno de Trump y la devolución de favores que tiene que hacerle gobierno de Trump es este acuerdo comercial y financiero, que cuando uno va a ver de qué se trata no puede dejar de concluir que se trata de un acuerdo colonial, un acuerdo que es un impacto muy, pero muy negativo para la Argentina y, que de aplicarse, va a tener consecuencias nefastas para el pueblo trabajador.

¿Cómo se llama este acuerdo? No deja de ser interesante, porque tiene un nombre que muestra la imprecisión con la cual nos estamos manejando: se llama la Declaración, así se conoció y lo dio a conocer Estados Unidos; ese es otro dato: Estados Unidos anuncia el acuerdo. Se supone que un acuerdo que es bilateral lo anuncian en común los dos gobiernos, en un acto diplomático en el cual sean los presidentes, sean los cancilleres, clarifican en qué consiste el acuerdo. Acá son acuerdos unilaterales de Estados Unidos y se llama "Declaración conjunta sobre el marco para un acuerdo entre los Estados Unidos y Argentina en materia de comercio e inversión recíprocos".

Todavía no tenemos el acuerdo porque se trata de una declaración común en torno a un marco general, estamos en una especie de declaración de intenciones. La letra chica del acuerdo la desconocemos y ni siquiera sabemos si todavía está escrita o no, eso es otra cosa que todavía no vamos a saber. Incluso se dijo que las precisiones que se vayan dando a conocer lo va a hacer directamente Trump en el momento que crea oportuno. Entonces tenemos una declaración común, un marco que hasta ahora no está el acuerdo comercial pero que, llamativamente, en el mismo día que se anunció el acuerdo con Argentina se anunció un acuerdo con Ecuador, un acuerdo con Guatemala y un acuerdo con El Salvador. Y cuando uno ve el acuerdo que tienen con Argentina, o esta declaración común para ser más precisos, la que tiene con Ecuador, la que tiene con Guatemala, la que tiene con El Salvador, uno se da cuenta que es una especie de copie y pegue. Es un acuerdo muy muy muy parecido entre los cuatro países. Esto ya es un dato para Argentina, porque la economía argentina no es la economía de Ecuador, no es la economía de Guatemala, no es la economía de El Salvador. Argentina tiene una estructura industrial que estos países carecen y por lo tanto, como es un acuerdo que es una copia que Estados Unidos hace con los cuatro países, es evidente que ya el acuerdo no contempla esa capacidad industrial que Argentina tiene y que de alguna manera la distingue en América Latina, junto a otras economías que también, por ejemplo, la tiene Brasil, la puede tener México, parcialmente Colombia, pero que seguro no la tiene ni Ecuador, ni Guatemala, ni El Salvador. Entonces, el hecho que se presente de ese modo ya es un dato.

Después hay otro dato que salta a la vista cuando uno puede ver la estructura del acuerdo que, de todos los compromisos que se van estableciendo, en general bastante generales sin muchas precisiones, Argentina tiene 12 compromisos y Estados Unidos solamente dos. Entonces ya muestra un desequilibrio, porque no hay compromisos conjuntos más o menos paritarios, en lo cual una cede algo en función de un beneficio y el otro también hace cesiones en función de un beneficio. Acá no es así, Argentina se compromete a 12 cosas y Estados Unidos solamente a dos. O sea, tenemos un desequilibrio importante.

¿Cuál es el punto clave del acuerdo? Está en uno de los artículos y dice lo siguiente: Argentina otorgará -Argentina, no Estados Unidos otra vez, Argentina otorgará- acceso preferencial -vamos a volver luego sobre la palabra preferencial- a los mercados estadounidenses para las exportaciones de bienes, incluidos ciertos medicamentos, productos químicos, maquinaria, productos de tecnología de la información, dispositivos médicos, vehículos, automotores y una amplia gama de productos agrícolas. Es decir que prácticamente Argentina, insisto no Estados Unidos, este es un acuerdo en el cual Argentina se compromete, pero Estados Unidos no dice lo mismo, entonces solamente Argentina va a tener que abrir su mercado a todo esto que viene de Estados Unidos, a prácticamente todo, todo tipo de bienes industriales, medicamentos, incluidos productos agrícolas. Hablaremos también de productos agrícolas. El problema que presenta que haya un acceso preferencial también es un dato muy importante, porque ¿qué significa el acceso preferencial? En que Argentina va a quitar en el comercio con Estados Unidos una serie de medidas aduaneras, arancelarias o de distintos trámites administrativos que muchas veces actúan como aranceles no declarados que todos los países utilizan y Argentina con Estados Unidos no lo va a hacer, pero significa que sí lo va a hacer con China, que si lo va a hacer con la Unión Europea, que si lo puede hacer con Brasil, entonces el acceso preferencial le da un beneficio extraordinario a las exportaciones de Estados Unidos a Argentina, o dicho de otro modo, a las importaciones de Argentina a Estados Unidos para el mercado norteamericano en detrimento de otra competencia internacional. Este es un dato muy importante que hay que tener en cuenta.

Y dentro de estos compromisos tan amplios que Argentina va a llegar incluye, por ejemplo, que Argentina va a adaptar lo que tiene que ver con todas las leyes de patentes. Se habla mucho de los medicamentos, es un tema clave porque Estados Unidos viene presionando permanentemente para que Argentina modifique su ley de patentes de manera tal que le pague a los laboratorios norteamericanos por las investigaciones que ellos dicen que hicieron. Y cuando digo que ellos dicen que hicieron y que muchas veces las patentes que tienen un pedido de antigüedad importante y por lo tanto están vencidas; como tal, no le permite a esa empresa reclamar un beneficio, lo que hacen las empresas para sortear ese vencimiento es introducir modificaciones mínimas, formales, para que esa patente siga vigente de manera tal de seguir reclamando ese pago por los derechos de investigación. Entonces Argentina se compromete a eso. Pero el problema de las patentes no se limita al problema de los laboratorios que producen medicamentos, también abarca -y va a ser un punto seguramente de choque- a lo que tiene que ver con las semillas, porque Argentina no tiene una ley de semillas, que es una fuerte presión de las grandes investigadoras químicas norteamericanas para que Argentina pague -especialmente a Monsanto. Así que no es un tema exclusivo de los medicamentos, también habla de la cuestión agrícola.

Por otro lado, Argentina, dentro de todos estos compromisos, tiene que asumir que todas las autorizaciones en materia sanitaria, en materia industrial que realizan los organismos norteamericanos valen para Argentina. Entonces, por ejemplo, si Argentina importa algo que está establecido en el acuerdo, carne bovina o carne de aves, no tiene que intervenir Senasa, sino que se dan como válidas las investigaciones y las autorizaciones de los organismos norteamericanos. Es un hecho de mucha gravedad y esto va a impactar seguramente en distintas instituciones, por ejemplo, el Inti, que tiene que también velar por la seguridad industrial u otros, entonces tomamos ya como base lo que Estados Unidos dice. Esto, insisto, es un hecho grave. Entonces tenemos que Argentina cede prácticamente todo porque permite que ingresen autos, maquinaria, productos químicos, productos agrícolas y se permiten incluso modificaciones de leyes de patentes que van a perjudicar a los laboratorios, pero especialmente al consumidor argentino, que va a tener que pagar un sobreprecio porque si hoy ya son caros los medicamentos a eso va haber que agregar el costo del pago a los laboratorios norteamericanos por la investigación que ellos dicen haber realizado y pasa algo parecido con los productos del agro.

En relación a lo que Estados Unidos le daría a Argentina es muy difuso. Por ejemplo, Estados Unidos lo que dice es que importaría carne vacuna argentina y eso es algo que se viene discutiendo todo este tiempo. ¡Pero cuidado! ¿Eso es bueno o malo? Es un debate para hacer, porque si Argentina vende carne a Estados Unidos en un momento en el cual Argentina no está creciendo en su producción de carne, lo que va a pasar es que esa exportación de carnes a Estados Unidos va a impactar en el precio que pagamos en Argentina. Entonces tenemos en Argentina un fenómeno interesante, está creciendo, hoy están creciendo muchísimo las exportaciones de carne, pero está cayendo el consumo interno y ¿por qué cae el consumo interno cuando crecen las exportaciones? Por algo muy lógico. En tanto uno pueda exportar carne, el precio interno está determinado por el precio internacional y como Estados Unidos va a pagar en dólares esas importaciones, vamos a dolarizar el precio de la carne en Argentina. Entonces, lo que se presenta como un beneficio puede ser que para el pueblo argentino termine siendo un perjuicio, y eso hay que verlo con cuidado.

Después hay un tema muy delicado que tiene que ver con las importaciones que Estados Unidos realizaba de acero y de aluminio, y que primero Trump había establecido un arancel del 25% para todo el mundo y, a mediados de este año, subió ese arancel del 25 al 50%. Y Argentina, que tiene una fábrica importante de acero y tiene una fábrica importante de aluminio, básicamente los grupos involucrados son el grupo Techint en el acero y Aluar con el aluminio, venían presionando para que Milei haga una gestión frente a Estados Unidos para que ese arancel se elimine. En el acuerdo aparece un compromiso vago de que algo podría ocurrir; de hecho, después de anunciado el acuerdo, las acciones de Aluar y las acciones de Techint subieron en la bolsa. Pero acá hay que tener cuidado con lo siguiente: difícilmente el arancel, si lo bajan, lo bajen más allá del 25%. Entonces algo que estaba en 25 lo subieron al 50 y quizá ahora vuelva a 25, es decir, vuelva a la suba que ya Trump hizo, porque antes de Trump no era de 25 el arancel. ¿Y por qué esto podría llegar a ocurrir? Bueno, esto podría llegar a ocurrir porque dentro de Estados Unidos hay una presión para que se rebajen estos aranceles, ya no solo con Argentina, sino con otros países, porque las importaciones a Estados Unidos está encareciendo muchísimo la industria que necesita aluminio, que necesita acero y al pagar 50% de arancel quiere decir que la materia prima fundamental para la producción se encarece mucho. Y eso no tendría que ver con este acuerdo, es una necesidad de la burguesía norteamericana, que aparecería como una especie de contraparte a esta entrega que se está realizando pero en realidad tienen que hacerlo de todos modos.

Hay otro aspecto que es importante y hace al negocio de la soja que Estados Unidos le impone a la Argentina el compromiso de que Argentina y Estados Unidos trabajen en conjunto por la estabilidad en el precio en el mercado mundial de la soja. Esto dio lugar a un debate: ¿qué significa exactamente? Bueno, y la sospecha que se va confirmando es que esto tiene que ver con la presión de los farmers norteamericanos sobre Argentina para que no se rebajen las retenciones a las exportaciones. ¿Por qué? Porque una rebaja de las retenciones a la burguesía agraria argentina impacta en una pequeña caída del precio internacional, porque la competencia que existe entre Estados Unidos, entre Brasil y Argentina por vender especialmente a China si en Argentina se reducen los impuestos de exportación a las cerealeras, se puede vender un poquito más barato y desplazar a Brasil o desplazar a Estados Unidos. Y lo que pretende Estados Unidos es venderle ellos a China. Por lo tanto, lo que está en juego acá -y es muy importante tenerlo en cuenta- es que Estados Unidos, como ya pasó en las últimas semanas, presiona para que se mantenga una estructura impositiva que beneficie a sus farmers. Por eso hay que ver cómo reacciona frente a este acuerdo la burguesía agraria, porque se está estableciendo el derecho a pagarle -por una ley de semillas que se reclama- a Monsanto y se está reclamando que no se modifiquen las retenciones y que se mantengan en el 26% que está aproximadamente en la actualidad. Todo esto es lo que está ocurriendo ahora, es decir, es un acuerdo colonial. La Argentina no accede a nada, no tiene beneficio, no tiene contraparte, pero, sin embargo, hay que abrir el mercado argentino a casi todas las importaciones que Estados Unidos pueda realizar.

Es evidente cuando uno lee el acuerdo que el sesgo principal es colocar a Argentina en un alineamiento internacional con Estados Unidos en la disputa con China. Eso surge en diferentes partes del texto. Aunque China no está nombrada en ningún lugar, aparecen alusiones indirectas. Es llamativo y hasta cínico, si ustedes quieren, que uno de los artículos habla que hay que tener cuidado y no se deben permitir importaciones de países que no cumplen las leyes laborales. ¿Por qué digo cínico? Porque esto ocurre en el mismo momento que Argentina quiere aplicar una reforma laboral para hacer del proletariado argentino un proletariado que tenga la menor cantidad de derechos en el mundo. Entonces se nos habla mucho pero si llevamos este razonamiento hasta el final, Argentina no va a poder exportar más porque otros países valiéndose de este tipo de artículo tendrían que prohibir las importaciones industriales de Argentina, porque también estamos quitando derechos. Pero es evidente que lo que se quiere acá es prohibir o dificultar una serie de importaciones desde China a la Argentina, que ustedes lo están viendo China está copando el mercado automotor argentino con productos terminados. No hay plantas chinas en Argentina, sino que son productos terminados. China acaba de comprar una empresa, la más importante de autos, la planta de Ford en Brasil, para no solamente abastecer al mercado brasilero, sino abastecer a toda la región.

Es una disputa que tiene una característica comercial, pero también la característica geopolítica en un momento donde crece de una manera muy, muy notoria la presión de los Estados Unidos, no solo en términos comerciales, no solo en términos financieros, sino incluso en términos militares, porque hoy tenemos de una manera amenazante a una parte muy significativa de la armada norteamericana en las costas de Venezuela, a pocos kilómetros de Caracas, con el portaviones más poderoso que tiene Estados Unidos, en las costas venezolanas y amenaza a Venezuela, pero también a Colombia. Entonces, esta situación que tiene, insisto, implicancias comerciales, financieras y militares, habla que este acuerdo busca volver a convertir a América Latina en el patio trasero norteamericano, cosa que se fue perdiendo en el último tiempo por la enorme presencia de China; hoy Argentina tiene como principal socio comercial a China, ya ni siquiera Brasil, mucho menos Estados Unidos.

Entonces, esto plantea la necesidad de una movilización nacional para rechazar esto, porque de imponerse este tipo de acuerdo vamos a tener una pérdida muy significativa de puestos de trabajo, porque una cantidad importante de productos industriales los vamos a tener que terminar importando de Estados Unidos, incluso productos agrarios, y solamente Argentina va a tener como beneficio el capítulo financiero, que es esto que estamos viendo ahora, estos acuerdos que se fueron realizando, en lo cual a Argentina se le da unos mangos para pagar la deuda, ¿a quién? especialmente a los fondos de inversión de los Estados Unidos, es decir que es un salvataje al capital norteamericano que ha invertido, que ha hecho negocios y ha ganado muchísimo dinero especulando con la deuda pública argentina y con esta plata que aparece como en el capítulo financiero, se asegura el pago de esa deuda, por lo menos transitoriamente.

Hay un debate sobre si esto tiene que pasar por el Congreso o no. Este es un aspecto importante del debate. Obviamente, la modificación de lo que es ya de hecho una política comercial que pone en crisis el Mercosur, porque al darle un tratamiento preferencial a las exportaciones estadounidenses a Argentina o las importaciones de Argentina de Estados Unidos, ya es un choque con el Mercosur. En la última reunión de Mercosur que hubo, Argentina pidió que ese sector de 50 productos para que no tengan la misma tarifa externa del bloque, pero por la cantidad de cuestiones que están involucradas acá, parece que supera los 50 productos. Entonces, ¿esto va a chocar con el Mercosur? Con seguridad eso no puede no pasar por el Congreso. La modificación del régimen impositivo no puede no pasar por el Congreso. Ahora bien, hemos visto que este gobierno trata de evitar el Congreso y es probable que el Congreso también busque que se evite el Congreso porque una serie de intereses económicos de distintos gobernadores van a buscar este acuerdo con Estados Unidos. Hay un aspecto clave del acuerdo también, que Estados Unidos habla en estos textos que dio a conocer sobre los minerales críticos, cosa que sabemos nosotros. Estados Unidos está muy interesado en las tierras raras y también en otros materiales, digamos minerales más convencionales como el cobre, como el litio, en el cual hay un interés también de Estados Unidos por monopolizar la producción, el procesamiento, frente al avance chino, que ha sido abrumador en el último período.

Entonces estamos frente a un acuerdo colonial y acá hay que salir a la calle para rechazarlo. Es importante que el país se ponga de pie para rechazar este acuerdo colonial. La oposición al gobierno en general no va a rechazar esto y la crítica que realiza la hace desde un punto de vista que nosotros no compartimos. Es decir, la parte de la burguesía argentina y sus partidos opositores -una fracción del peronismo- rechaza este sometimiento a Estados Unidos en función de otro sometimiento a China, que quizás no tenga las mismas particularidades y especialmente la parte militar pero de todas maneras el avance chino sobre Argentina y sobre la región en su conjunto ha tenido una matriz también colonial, porque Argentina se ha ido primarizando en su producción, en la exportación prácticamente de productos sin cadena de valor, en detrimento de una producción que permita que Argentina también se desarrolle.

Nadie plantea una medida de transformación social integral que abarque al sistema financiero, que abarque el comercio exterior, que permita que el ahorro del país pueda establecerse en un proceso de industrialización de Argentina. Eso no está. Y esto solamente lo puede hacer un gobierno de trabajadores. No lo hace ninguna fracción capitalista que mayormente hoy está alineada con imperialismo norteamericano, con el FMI, y otra fracción que prima más por el interés que puede tener el capital chino en la región y en Argentina en particular. Entonces, acá planteamos un problema de fondo: el sometimiento nacional de Argentina, y eso va a plantear para nuestro pueblo un desafío histórico. Tenemos que luchar para que esté a la altura de esta situación.

Elecciones presidenciales en Chile: Jara y Kast a segunda vuelta
Estrecho margen a favor del oficialismo. La derecha abroquelada queda en condiciones más competitivas -
prensaobrera.com
Desidia, negligencia y precarización: la responsabilidad empresaria en la explosión de Logischem
Extrabajadores relatan que la patronal no cumplía con las normas de seguridad e higiene. -
prensaobrera.com