Una vez más le hemos “ganado” al gobierno y a sus tecnócratas. Los radical-justicialistas pronosticaron una era de “estabilidad económica” de la mano de la banca internacional, del FMI, de los pulpos petroleros y de los “capitanes de la industria. El Partido Obrero pronosticó, en cambio, un “rodrigazo” para antes de las elecciones y otro para después. El gobierno radical-justicialista prometió que no iba a repetir la “película.” inflacionaria del ministro de Isabel, Celestino Rodrigo. El Partido Obrero dijo, por el contrario, que iba derecho por ese camino. Con salarios y jubilaciones deprimidos y con la salud y la educación por el suelo, el radical-justicialismo ha desatado la hiperinflación porque paga la deuda externa, subsidia “generosamente” a los capitalistas y tolera “con simpatía” una evasión impositiva y previsional de miles y miles de millones de dólares. El gobierno radical-justicialista está acabado; su subsistencia agravará la situación del país y del pueblo. ¡A la lucha! ¡A votar por el Partido Obrero! El PO es el único partido previsor, en contraste con la traición de los burócratas y con la política impotente de reforma parlamentaria de la izquierda seudosocialista y seudocomunista.

¡A LUCHAR!

¡A VOTAR POR EL PARTIDO OBRERO!