Políticas

29/5/1990|304

Jubilados: De la estafa alfonsiniana a la estafa menemista

El gobierno resolvió abonar a los jubilados que cuentan con sentencias favorables el 60% de las deudas reconocidas del Estado en 15 cuotas ajustables, pero con la grave aclaración de que lo hará sin posibilidad de optar, “por un régimen de actualización que no está originado en norma legal alguna” (La Razón, 16/5). Estamos ante lo que en castellano se llama extorsión.

Esta extorsión es una continuidad de una extorsión anterior, perpetrada por Alfonsín, quien en 1987 quiso imponer con el mismo método el decreto 648 que obligaba a los jubilados a aceptar un descuento del 70% de lo que se le adeudaba por incumplimiento del pago del 70/82% en un lapso de tres años. Unos 800.000 jubilados aceptaron este chantaje para poder cobrar algunos pesos, pero ni aun este desfalco fue cumplido por el gobierno en los plazos acordados

Ahora el gobierno menemista pretende darle su merecido a los 10.081 jubilados que habían rechazado la extorsión alfonsiniana. El desamparo de los jubilados es total pues el Poder Judicial no hace nada para efectivizar las sentencias en firme ya dictadas.

La gran estafa no termina, con todo, aquí, pues el gobierno no está pagando tampoco las jubilaciones actuales como correspondería, es decir de acuerdo al 70/82% de los salarios. La relación ha caído al 50% y según Clarín (20/5) "durante el año pasado el haber mínimo promedio cayó más del 20% en relación al de enero de 1989 y en el primer cuatrimestre de este año el deterioro es del 25,5% también en relación al haber devengado en enero de 1989, claro está sin contabilizar la pérdida del poder de compra de esos haberes como resultado de los altos índices inflacionarios registrados en 1989 y comienzos de 1990”. De modo que el gobierno financiaría las deudas jubilatorias que estaría dispuesto a pagar mediante la reducción de las jubilaciones actuales.

Que el “estado de derecho" es para los jubilados un monumental fraude lo demuestra precisamente el hecho de que el Estado les desconoce en la práctica un derecho que previamente les ha reconocido en los papeles tribunalicios.

Menem, como antes Alfonsín, especulan simplemente con la desesperación de los jubilados. Por eso está como secretario de Seguridad Social un clerical militante, Santiago de Estrada (antes embajador alfonsiniano ante el Vaticano), quien acaba de informar que recién a fin de mes se pagará la primera cuota de la deuda consolidada bajo Alfonsín a los jubilados que nacieron en 1908 (82 años).