Políticas

21/12/2022

La interna del Frente de “Todos” y la reelección de Kicillof

Frente de Todos.

La victoria del seleccionado argentino en la final contra Francia no detuvo la crisis política en curso en el Frente de Todos de la provincia de Buenos Aires, a pesar de que Kiicillof no perdió oportunidad para sacarse fotos festejando el triunfo de la blanquiceleste.

En las vísperas del partido decisivo, Martín Insaurralde “despidió” el año en la quinta de San Vicente junto a Máximo Kirchner y al presidenciable K, Wado de Pedro. El motivo invocado para el acto sorpresa, que dejó pagando a Axel Kicillof, fue el “cierre anual” del PJ bonaerense que preside formalmente el hijo de la vicepresidenta.

Del cónclave participaron además del jefe de gabinete Insaurralde su vice De Jesús, el presidente del bloque de diputados Federico Otermín, distintos ministros del gabinete provincial e intendentes. Los medios de prensa interpretaron la movida de Martín Insaurralde como una piedra en el zapato a la campaña reeleccionista de Axel y un soporte a su propia candidatura a gobernador.

Onda expansiva

Estos cruces del PJ bonaerense y de la “liga de intendentes” -motorizada por Insaurralde- con Kicillof afloraron también con la votación del Presupuesto y la Ley Fiscal 2023. La diputada Susana González renunció a la vicepresidencia del bloque del Frente de Todos, un cargo que la legisladora sequista llamó de “mentirita”, graficando las roscas en el peronismo. González, como su par Walter Abarca, denuncian la votación expresa y a libro cerrado de la “ley de leyes”, pero callan frente al pacto del peronismo y Juntos que tuvo como antecedente el Presupuesto 2022.

Para ponerle pimienta a la disputa por los “espacios”, los díscolos se acuerdan tardíamente de que la Ley Impositiva no tocó el revalúo fiscal de la gran propiedad agraria. Este “Vicentín 2” no le movió un pelo a las burocracias sindicales kirchneristas de Suteba y ATE Provincia, que siguen chamuyando con la “ley tributaria progresiva” de Kicillof. El Kici no grava al gran capital agrario e industrial a pesar de que las exportaciones bonaerenses alcanzaron los 20.000 millones de dólares.

En verdad, González llora sobre la leche derramada, porque votó disciplinadamente lo que hoy critica para la tribuna. En el caso de Abarca y otros, que no se hicieron presentes en el recinto para votar el presupuesto de ajuste, antes del faltazo sacaron licencia para que el gobierno dispusiera de reemplazos y quórum. Puro disimulo. Susana González se lamenta porque votando “a libro cerrado” pasa el ajuste a los municipales, pero ella misma es la promotora de una ley privatista para el Astillero Río Santiago.

En la tenida entre Kicillof y la “liga de intendentes” entra además la confrontación con La Cámpora, que quiere heredar la lapicera electoral de la renunciada Cristina Fernández de Kirchner. La fractura de los jefes comunales entre reeleccionistas y los que apoyan a Insaurralde (uno de “los nuestros” según los pesos pesados de la primera y quinta sección electoral) recorrió la disputa por el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) y su distribución a las intendencias.

Los alcaldes peronistas se cobijaron detrás de los intendentes de Juntos que fueron la cara visible de los reclamos por el FIM y el Coeficiente de Distribución de las partidas. La disputa se extiende al control de los fondos para seguridad que monopolizan Sergio Berni, la Bonaerense y el Ministerio de “Seguridad” en desmedro de las intendencias y sus policías locales. En un acto de cadetes policiales egresados, Kicillof devolvió a Berni a los primeros planos, confirmando que su suerte sigue atada al capo de la maldita policía.

Esta vez Axel cargó la responsabilidad por la falta de seguridad a la herencia recibida que dejaron Vidal y tambíen Scioli. De paso, insistió en el crecimiento del número de efectivos de la Bonaerense y en una “renovación profesional” de la fuerza. Kicillof le lava la cara a este cuerpo armado represor y coimero.

Como hemos señalado en Prensa Obrera, el renunciamiento de Cristina abrió la Caja de Pandora y golpea al kirchnerismo. Para disimular, el “núcleo duro” cristinista dice que la vicepresidenta será la gran armadora aunque no sea candidata. Esto también está por verse si Massa es el candidato fondomonetarista del peronismo.

La izquierda revolucionaria debe aprovechar esta crisis y desorientación del kircherismo para reforzar su lucha política y delimitación con un nacionalismo burgués que actúa como peón del FMI y la embajada yanqui. Estas cuestiones de fondo, unidas a la defensa de las luchas obreras y populares, son el escenario en el que deliberará el Plenario Nacional del Partido Obrero en febrero del 2023.

Basta de políticos capitalistas, por un movimiento popular con banderas socialistas para luchar por un gobierno de los trabajadores.

https://prensaobrera.com/sociedad/festejo-popular-incapacidad-oficial

https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/acampe-piquetero-miercoles-21-por-una-navidad-sin-hambre