Políticas
18/8/2025
La otra campaña: el Frente de Izquierda, con y por los de abajo
Lejos de la rosca especulativa y de los intentos de usar las elecciones para sostener un régimen podrido, el FITU aprovecha la campaña para construir una agenda de los laburantes.

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Foto: Fede Imas @ojoobrerofotografia
Romina Del Plá empezó la campaña electoral bonaerense en el barrio Néstor Kirchner de José C. Paz. Eso, aunque no parezca, dice mucho: la izquierda va a los lugares más desamparados de la provincia y no lo hace para sacarse una foto ni nada por el estilo, sino porque allí registra su militancia del día a día.
El nombre del lugar es sintomático: el peronismo gobernó la provincia de Buenos Aires en 34 de los últimos 38 años y es, por lo tanto, responsable de todos los indicadores negativos en términos de pobreza, caída del salario, sostenimiento de la salud y de la educación.
Dime con quién andas
No fue casual esa primera actividad. Romina y Néstor Pitrola también recorrieron el Hospital Posadas, junto a Jimena Lettieri, despedida del lugar. Allí escucharon con atención a trabajadores y trabajadoras con salarios de $600.000, afectados por la motosierra de Milei. Pero también denunciaron la situación de la salud en la provincia que depende de Kicillof y reivindican en territorio bonaerense la pelea del Garrahan, que conmueve al país.
La campaña continuó en las fábricas: Fate, apoyo a los despedidos de Georgalos. Cada voz del Frente de Izquierda funde su intervención, también la electoral, con las luchas de los laburantes: caminando palmo a palmo con el Garrahan, participando en cada acción de los jubilados los miércoles, marchando en apoyo a la causa Palestina (dos veces), peleando junto al movimiento piquetero, mostrando el apoyo a los trabajadores de Morvillo.
No es casual que el sábado pasado los dirigentes hayan sido organizadores del plenario de sindicatos combativos que prepara un plan de lucha contra Milei, a diferencia de las burocracias de la CGT y la CTA, que oscilan entre la gobernabilidad de Milei y la campaña de Fuerza Patria, que antes era Unión por la Patria, antes Frente de Todos y que mañana será otra cosa. Romina no interrumpió por la campaña su actividad cotidiana, y le dijo en la cara personalmente a la burocracia Celeste de Baradel que está dejando pasar despidos y que le hace la campaña al gobierno provincial que le ajusta el salario a los docentes.
La agenda continuó en cada esquina del Conurbano: en San Martín, donde se denunció a Gabriel Katopodis, que fue ministro del hoy repudiado Alberto Fernández; Tres de Febrero, con un fuerte pronunciamiento contra el oportunista derechista de Valenzuela; y en cada rincón de la provincia de Buenos Aires, donde la militancia, con los locales, la juventud, avanza en sus planteos con entusiasmo en las escuelas, en las fábricas, en los lugares de trabajo, en las esquinas.
La campaña en la Primera Sección tuvo también eco en la Tercera, junto a Nicolás del Caño y Pablo Giachello. Allí este último, junto a Romina, Néstor, Gabriela De la Rosa y vecinos de Villa Celina del Partido Obrero y el Polo Obrero le cantaron la justa a Milei, con su bandera “Fachos y represores, Nunca Más”, mostrando también que a los barrios no se va solo a hacer campaña, menos a defender a la yuta, sino que se milita todos los días. Contra la represión.
Hay un dicho que dice: “Dime con quién andas y te diré quien eres”. El Frente de Izquierda está con los trabajadores. A buen entendedor pocas palabras.
Debates y recta final
En este último tramo de la campaña provincial vale recoger algunos elementos del debate político. Pitrola criticó, en el marco de su intervención, la renovación colaboracionista en marcha que se engendra dentro de la CGT, como preparación del plenario combativo junto a decenas de sindicatos que no quieren quedarse con los brazos cruzados ante la motosierra libertaria.
Romina dejó en claro que, lejos del discurso peronista, el Frente de Izquierda es la única y verdadera oposición a Milei, en tanto no solo jamás aportó voto alguno a los libertarios en el Congreso (transformándose en la única garantía completa), sino también por ser la única fuerza que se encuentra en cada una de sus luchas. Los candidatos del peronismo ni van los miércoles con los jubilados ni aparecen en las luchas populares.
Hasta en sus spots se dedicó a marcar las líneas de esa cancha. El primero, con los jubilados en lucha. El segundo, planteando que polemizando con las ideas de libertad individual y de generación emprendedora de Milei y sus secuaces, presentando un programa propio en defensa del trabajo: prohibición de los despidos y las suspensiones, salario igual a la canasta familiar, como dicen los trabajadores del Garrahan.
Esto no es simplemente una cuestión de agenda: es el FITU el que tiene un programa para defender a los trabajadores. A su vez, Romina dejó en claro un objetivo de la izquierda de acá en adelante: ser un canalizador del descontento, que deje de plasmarse en votaciones bajas y que se traduzca en altos guarismos y apoyo para las fuerzas que pelean contra el régimen cuya opresión genera ese descontento.
Mientras tanto, los debates del peronismo pasan por la rosca de una interna que tiene mucho de cargos y poco de programa. Su debate más trascendental pasó por la vestimenta de la tercera candidata en la Tercera Sección. Ni hablar de Milei, que utiliza su campaña como trampolín para intentar que no explote su magro plan económico y justificar el ajuste que padece el país. Su planteo de “Kirchnerismo Nunca Más”, además de banalizar una consigna popular, deja al desnudo que no tiene nada que ofrecer más que marcar las falencias de los anteriores. Ni hablar que Leila Gianni, su candidata en La Matanza, fue parte de esas gestiones.
Sobre la eficiencia del voto, Romina se encargó de dejar en claro que no hay nada más útil que el voto al Frente de Izquierda. “Útil para pegarle a la motosierra de Milei, útil para pegarle al ajuste de Kicillof, útil para luchar por el salario, útil para luchar por las jubilaciones, útil para defender los puestos de trabajo, útil para defender la educación y la salud pública, útil para echar al FMI del país”.

