Políticas

11/12/2025

Los aviones F-16 de la Fuerza Aérea Argentina los pilotea el embajador yanqui

La agenda de Peter Lamelas y la política entreguista de Javier Milei.

Lamelas en un F-16.

El gobierno nos dio una nueva postal de su política de entrega y subordinación hacia Estados Unidos: el embajador norteamericano en Argentina, Peter Lamelas, fue parte de la exhibición de los aviones de guerra F-16, fotografiándose a bordo, mostrándose como si le pertenecieran. Este cuasi virrey tuvo su presentación a todo trapo en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (Amcham) y hasta concretó una reunión para bajarle línea al ministro del Interior, Diego Santilli.

La compra de los F-16, aviones de segunda mano fabricados por la empresa norteamericana Lockheed Martin –uno de los pesos pesados de la industria bélica internacional– que llegaron de Dinamarca, fue impuesta por Estados Unidos, que también le otorgó 40 millones de dólares a Argentina a través del Fondo de Financiamiento Militar Extranjero (FMF) para la adquisición de equipamiento auxiliar.

Milei presentó esta compra como un acto de defensa de la soberanía nacional, llegando al absurdo de decir que los F-16 “son los nuevos custodios del cielo argentino”. El presidente de un gobierno que está impulsando una especie de revival de las relaciones carnales con Estados Unidos es incapaz de defender los intereses nacionales. Bajo Milei, la penetración del capital imperialista en Argentina no para de aumentar, a tal punto que JP Morgan prácticamente controla el Ministerio de Economía, la Cancillería y el Banco Central. De hecho, el gobierno nacional compró los F-16 tras el veto norteamericano a la oferta china por los más modernos aviones JF-17 Thunder, y ahora se aprestaría a comprar submarinos y patrulleros a Francia.

Es por eso que el nuevo embajador de Trump posó arriba de los aviones como si fuera su dueño. Lamelas también participó de la despedida de Bullrich, que dejó la cartera de Seguridad para aterrizar en el Senado, no sin antes firmar convenios entre el FBI y la Policía Federal. Incluso se reunió con Santilli, el encargado de aceitar las relaciones del Ejecutivo nacional con los gobernadores, eslabón clave en la arquitectura diseñada por el gobierno para impulsar el saqueo imperialista de las riquezas naturales. Trascendió que las conversaciones tuvieron como eje el acuerdo comercial colonial Estados Unidos-Argentina. En su momento, Lamelas dijo que iba a recorrer todas las provincias del país para evitar que los mandatarios provinciales hicieran acuerdos con China.

El embajador Lamelas tuvo su gran evento de presentación organizado por la Amcham en la Mansión del Four Seasons, donde dijo que “el presidente Donald Trump me pidió que viniera a ayudar a su amigo Javier Milei”. Ilustrativamente, estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Manuel Adorni; el ministro de Economía, Luis Caputo; el canciller, Pablo Quirno; la nueva ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva; el asesor presidencial, Santiago Caputo; y el mencionado Santilli; así como directivos y ejecutivos de empresas estadounidenses y multinacionales.

Todo esto ocurre en momentos en que el gobierno de Trump impulsa una ofensiva bélica y comercial en todo el mundo para revertir el declive de Estados Unidos como potencia dominante. Una política encarnada en la reciente Estrategia de Seguridad Nacional difundida por la Casa Blanca, que para América Latina implica una mayor penetración del capital norteamericano en detrimento de sus competidores, especialmente China. Como parte de esto, impulsa una agresión militar contra Venezuela y refuerza su presencia militar en El Salvador, República Dominicana y Panamá, o interviene en procesos electorales, como ocurrió en Argentina y en Honduras. Milei acaba de viajar a Noruega para participar de la entrega del premio Nobel de la Paz a la golpista venezolana María Corina Machado, impulsora de la invasión yanqui a su propio país.

Milei no defiende un ápice la soberanía del país, ya que gobierna para el capital financiero internacional e incentiva la extranjerización de tierras, pero sí busca reintroducir a los milicos en tareas de represión interna. El gobierno está llevando adelante una reestructuración en la cúpula de las Fuerzas Armadas, como se ha visto con la colocación del militar Carlos Presti al frente de Defensa, mientras avanza en su intento por amnistiar a los genocidas.

La ofensiva yanqui en Venezuela y América Latina
Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E45. -
prensaobrera.com