Políticas

29/5/1990|304

Ofensiva estratégica norteamericana

Menem se calza la "boina verde"

Cuarenta instructores ‘boinas verdes" vendrán a la Argentina en setiembre para realizar "ejercicios de guerra convencional" con oficiales argentinos en un "teatro de operaciones" que abarcará desde las Cataratas del Iguazú al Delta. Los “boinas verdes" ganaron su triste fama en la “guerra sucia” vietnamita: las "operaciones especiales", los “interrogatorios" y las masacres —como la de Mi Lai— integran la tenebrosa “foja de servicios” de esta unidad de élite.

La llegada de los “boinas verdes” confirma la enorme integración de las FF.AA. argentinas al dispositivo militar imperialista en América Latina. La presencia de altos jefes militares yankis se ha hecho habitual en Buenos Aires. El último en llegar fue Maxweel Thurman, jete del "Comando Sur" y máximo responsable militar norteamericano en América Latina. Thurman fue el ejecutor de la evasión a Panamá.

El objetivo de los viajeros, según sus palabras, es el de “coordinar la lucha contra el narcotráfico y la subversión Interna". En las próximas semanas, el Ministro de Defensa Humberto Romero irá a Washington a entrevistarse con su “colega" yanki para dar los toques finales a esta cooperación: en las últimas semanas oficiales de ambos países han realizado “operativos" conjuntos en el Delta y “cursos de perfeccionamiento" en Campo de Mayo.

Con el verso de la droga, los yankis están montando un vasto cordón militar cuya cabeza está en el “Comando Sur” (Panamá), que ya cuenta con bases en Perú y Bolivia y con una flota aeronaval instalada frente a Colombia.

Los "operativos conjuntos" traducen el violento alineamiento de la diplomacia argentina con el imperialismo: en febrero, Argentina reanudó sus relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, en abril se anunció la suspensión del proyecto del misil “Cóndor II” y, también en abril, Cavallo en Estados Unidos anunció la decisión del gobierno de aceptar la supervisión internacional del programa nuclear argentino.

También se ha revelado que las FF AA. realizan “operaciones conjuntas” y “cursos de especialización” con militares de España e Italia, potencias pertenecientes a la OTAN, de la cual también forma parte Gran Bretaña. Incluso trascendió que la Armada Argentina participaría en el “Operativo Unitas" que anualmente realiza la “U.S. Navy" con el apoyo logístico de la OTAN, junto a las armadas latinoamericanas en el Atlántico Sur. La integración argentina a los dispositivos extracontinentales de la OTAN significa un reaseguro a la ocupación militar británica de las Malvinas y el Mar Argentino.

La contracara de la integración militar argentina al imperialismo son los anuncios de la participación de las FF.AA en la represión interna y el indulto a los genocidas. El fortalecimiento de los organismos represivos contra los pueblos es el común objetivo del imperialismo y la burguesía argentina.

El objetivo estratégico último del imperialismo norteamericano es integrar a toda América del Sur junto con Canadá, en un único espacio económico, político y militar. Esta ha sido la posición histórica del capitalismo norteamericano con referencia a nuestros países. Ahora que no puede esgrimir como pretexto el “peligro soviético", queda irrevocablemente al desnudo el carácter imperialista del capitalismo. El sometimiento completo de América Latina es para el imperialismo yanqui una necesidad de alcance mundial, ya que está dirigido a derrotar a los imperialismos rivales y a centralizar la acción de los estados imperialistas para impulsar por todos los medios la restauración del capitalismo en la Unión Soviética.

Esta tentativa histórica del imperialismo deberá ser derrotada por medio de una acción de proyección internacional de la clase obrera de todo el mundo y de la unidad de acción de los trabajadores de América Latina.