Políticas
30/10/2025
Milei quiere recortar más de 11 mil beneficiarios de la Asignación Universal por Hijos
El gobierno pretende ajustar fondos de la AUH, al eliminar la movilidad automática; en octubre cambian criterios para cobrar asignaciones.

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Anses.
La movilidad automática que la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) aplica a la Asignación Universal por Hijo (AUH) y a las asignaciones familiares del Suaf son eliminadas en el artículo 73 del proyecto de Presupuesto 2026. Además, el gobierno modificaría requisitos para cobrar asignaciones, con lo que apunta a reducir beneficiarios.
Si se tiene en cuenta que, en marzo 2025, la AUH alcanzó alrededor de unos 2.339.968 titulares y 4.100.216 niños y adolescentes tenemos por lo tanto que el gobierno quiere recortar más de 11.000 asignaciones. El cálculo se deduce al tener en cuenta que Milei quiere recortar un “0,42% en la cantidad de beneficiarios de la AUH y del 1,8% de la asignación por hijo del Suaf”, según una estimación publicada en Telefe Noticias.
Hay que subrayar que las mencionadas asignarnos se actualizan mes a mes, siguiendo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el Indec. El cambio que se pretenden imponer apunta a quitarle poder adquisitivo a la AUH y Suaf, puesto que los montos quedarían congelados, y toda modificación del mismo queda a merced del gobierno.
Es decir que quieren que las asignaciones corran la misma suerte que la Tarjeta Alimentar, que no se actualizan, o las jubilaciones, que solo siguen la inflación y tienen un bono congelado en $70.000. Es la misma política que mantiene congelados los montos de los programas Potenciar Trabajo.
A través del presupuesto 2026 atacan lo dispuesto en la Ley 27.160 que dispone que las asignaciones deben aumentarse en el mismo porcentaje que las jubilaciones: Milei le quita el pan de la boca a los adultos mayores y a las niñeces. Cabe recordar que el presidente derechista en el presupuesto 2025 ya había puesto como blanco de ajuste la movilidad que tienen las asignaciones.
También quieren imponer cambios para percibir las prestaciones. En ese sentido, no podrán cobrarlas quienes tengan ingresos superiores al Salario Mínimo, Vital y Móvil que “se ubica en $322.000, por lo que ese será el tope de ingresos permitido para seguir cobrando la asignación”, de acuerdo a información publicada en Vía País.
Los importes de las prestaciones no cubren de conjunto las necesidades de las infancias, y ahora se pretende no actualizarlas todos los meses, en el mejor de los casos, o directamente recortarlas, si los beneficiarios consiguen ingresos supriores al de un monotributista social.
El gobierno nacional quiere imponer un recorte en las asignaciones cuando cada vez son más las personas que no llegan a fin de mes, en un cuadro en el que una familia tipo para no caer por debajo de la línea de la pobreza debe reunir ingresos por un total de $1.176.852. En tanto que para no se indigente se necesitan unos $527.736.
Lo señalado implica un fuerte ajuste para familias que trabajan en la “economía informal”, a las que están hundiendo en la pobreza e indigencia. “Hemos sacado de la pobreza a 12 millones de argentinos”, repite Milei, que se desmiente a si mismo cuando se ufana de estár aplicando “el ajuste más grande de la historia”, que no lo está pagando la casta, esto en que en el caso de las asignaciones se expresa cabalmente.
La pérdida de poder adquisitivo de las asignaciones va en línea con la caída de salarios y jubilaciones. Esto queda claramente demostrado con una caída del consumo que pinta la economía de la clase obrera. Es en este cuadro concreto en el que quieren realizar una reforma laboral que aumente la tasa de explotación, sobre llovido, mojado.
El gobierno apunta en el presupuesto 2026 contra la AUH y la Suaf porque necesita los recursos para cumplir con el pago de la deuda, que el año que viene tiene importantes vencimientos que fueron acordados en su momento el gobierno de los Fernández y Massa con el FMI. Para ello, Milei tiene claro que la ley de leyes debe cumplir con el superávit fiscal primario a costa del hambre del pueblo trabajador, mientras los grandes capitalistas reciben todo tipo de beneficios.
La orientación de recorte a las asignaciones tiene como complemento el ataque a los comedores populares. A lo que hay que agregar las auditorias fantasma que el gobierno mencionó para sacarle la comida a trabajadores, y perseguir a organizaciones; aunque luego reconoció que mintió. Por todo este fraude y ajuste la ministra debe rendir cuentas.
El recorte sobre asignaciones se da en momentos en que crecen los despidos en la industria; merman de las changas; la obra pública y privada escasea. En oposición a los planes de hambre y miseria de quienes gobiernan es necesario impulsar una intervención independiente en la ruta de la huelga general que derrote a Milei y sus cómplices, abriendo un curso político y reivindicativo desde el campo de los trabajadores.




