Políticas

30/4/2025

Milei se volvió a inclinar ante el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, ¿a qué vino?

Argentina como rehén de las preocupaciones geopolíticas y militares del imperialismo yanqui.

Milei se ofrece como peón de la ofensiva de Trump.

Javier Milei recibió con honores al jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Alvin Holsey, quien llegó a Argentina para imponer los intereses militares y geopolíticos del imperialismo yanqui. En medio de la escalada en la guerra comercial con China, las Fuerzas Armadas de Trump están embarcadas en la disputa por las rutas marítimas y ven con especial atención la base naval de Tierra del Fuego y el paso bioceánico del Canal de Beagle, además de presionar contra la penetración china en el Triángulo del Litio e infraestructura, y posibles desembarcos en rubros como el 5G o la Hidrovía. El gobierno muestra total subordinación a la agenda del imperialismo; una política peligrosa que deja a la Argentina como terreno de operaciones de los choques internacionales.

Al igual que hiciera el año pasado su antecesora Laura Richardson, el almirante Holsey viajó a Ushuaia. El interés está puesto en el proyecto de construcción de una Base Naval Integrada, ubicada a orillas del estratégico Canal de Beagle, que es una puerta clave hacia el Atlántico Sur y el punto más cercano a la Antártida. Trascendió también que pujó por la puesta en funcionamiento del radar de capitales ingleses que se instaló ilegalmente en la localidad de Tolhuin, y su interés por instalar una base militar en la Patagonia. Recordemos que en aquella visita de hace menos de un año habían transmitido el disgusto de Washington ante el anuncio de construcción de un puerto con capitales chinos en la localidad fueguina de Río Grande y sobre la actividad de la base espacial china de Neuquén.

Las rutas marítimas se han convertido en un eje de las disputas que dominan el escenario político internacional. El interés en el paso bioceánico de Ushuaia coincide con la ofensiva de Trump sobre el Canal de Panamá y las presiones por desplazar a una firma de capitales chinos de la administración de decenas de puertos en todo el mundo. También en 2024 hubieron ejercicios militares conjuntos en el Mar Argentino y desfiló el portaaviones nuclear USS George Washington. En resumen, la mayor presencia militar del imperialismo norteamericano es parte de los intentos por revertir los avances de China en su iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda.

De hecho, el mismo Holsey viene de advertir ante el Congreso de Estados Unidos sobre el creciente dominio de las empresas estatales chinas en los minerales críticos y las tierras raras, esenciales para la producción tecnológica y militar. En esa línea, buscan reducir la presencia del gigante asiático en la explotación del litio argentino. Otras preocupaciones son que Huawei se quede con la telefonía 5G y que la Hidrovía sea operada por una firma de Shangai, además de las protestas por la entrega del negocio pesquero y el financiamiento para obras de infraestructura como las represas de Santa Cruz.

La visita de Holsey fue precedida por la de Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, quien se reunió con Milei para impulsar la misma agenda antichina. Su anuncio de que Estados Unidos estaría dispuesto a financiar al gobierno argentino ante una crisis mayor debe entenderse como una orden de no volver a activar el uso de las reservas que provienen del swap con el Banco Popular de China. Es decir, que una nueva fuga de los dólares del Fondo Monetario no termine incrementando la dependencia financiera con Beijín -que en definitiva es acreedor de casi la mitad de las reservas del Banco Central.

Milei se compromete a ser el mejor peón de la ofensiva de Trump, pero sin embargo su política económica está generando una avalancha de importaciones desde China a costa de agravar la crisis industria. Y, a la vez, el gigante asiático es el principal comprador de soja, carne y otras materias primas del país. Finalmente, por algo el presidente, tan provocador, abandonó rápido sus dichos peyorativos sobre "el comunismo chino".

Como sea, la nueva inclinación de Milei ante los militares yanquis muestra que este gobierno no solo remata el país al capital financiero y las multinacionales imperialistas, sino que incluso involucra a la Argentina en una escalada bélica por intereses antagónicos a los de quienes vivimos y trabajamos en este país.

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