Políticas

31/8/1988|239

No cesa la crisis en los partidos del régimen

El operativo político para colocar a Dante Caputo como primer candidato a diputado por la Capital Federal ha abierto una nueva tormenta de crisis en el radicalismo. La operación, que tiene la inspiración de Alfonsín, que bautizada de "progresismo", en un inútil macaneo para hacer creer que el Canciller representa un punto de vista "independiente". De inmediato Caputo se tiró contra la Sociedad Rural, por los silbidos contra Alfonsín, con el fin de sacar certificado de “progresista”.

La operación Caputo ahondó aún más la fractura de Angeloz con el alfonsinismo. El angelocismo a través del intendente de Rosario, Usandizaga, hizo saber que "si Alfonsín fuese de nuevo candidato no lo voto". Usandizaga planteó abiertamente que Angeloz debería tomar distancias del gobierno radical. Las huestes alfonsinistas replicaron que Alfonsín estaba arrepentido con la candidatura de Angeloz y que ese lugar debería haberlo ocupado Juan Carlos Pugliese.

Este nuevo frente de crisis en el radicalismo llevó a la reunión cumbre de Alfonsín y Angeloz, el miércoles pasado. Ambos se negaron a exponer las conclusiones de la reunión, síntoma de que no pudieron zanjar sus diferencias. Aparentemente habrían resuelto pasar la pelota para más adelante, a la esperado los resultados del Plan Primavera. Angeloz se habría ¡do de Olivos, sin embargo, con la promesa presidencial de “replantear las cosas” y hasta “los funcionarios encargados de ponerlo en práctica” si la crisis continúa. Mientras tanto la candidatura de Angeloz está completamente inmovilizada, resultado de esta fractura por la cúspide.

Las aspiraciones de Caputo, sin embargo, no son fáciles. Angeloz habría movido la pieza de Fernando de la Rúa para el primer puesto por la Capital para relegar al Canciller o directamente abortar su candidatura.

Justicialismo

El acuerdo de Menem y Cafiero para conformar “listas de unidad” no ha despejado los nubarrones en el Justicialismo. El acuerdo se logró después de que Menem amenazó con concurrir con listas separadas porque “Cafiero pretende el 70% de los cargos partidarios y electivos en su distrito...". Aun así, el acuerdo para impulsar las “listas de unidad” no significa que se concreten y tampoco “Invalidan la presentación de otras (listas)". “En aquellos distritos en los que la conformación de listas de unidad resulte Imposible, se dejará en libertad de acción a los dirigentes y activistas de los dos sectores para confrontar..." (Clarín, 25/8). Por de pronto, Rousselot anunció que se postulará para la titularidad del PJ bonaerense.

El acuerdo en torno a las "listas de unidad" no cierra las pujas, sino que las traslada a cada distrito. En el principal, la provincia de Buenos Aires, la "interna" amenaza ser más furibunda que la presidencial.

Los límites de esta nueva “interna" justicialista están dados por la evolución de la crisis política y las necesidades del menemismo de acordar con el alfonsinismo y el cafierismo una transición política. Esto significa co-gobernar con ambos, como luego del 6.de setiembre lo hicieran Cafiero y Alfonsín. El riojano se ha largado a mediar entre la CGT y el gobierno para evitar el paro del 9, a cambio de una modificación en el salario mínimo y en los subsidios familiares. La burocracia de los 15 y de las 62 apoyan esta mediación, con el objetivo adicional de seguir minando a los 25 y al ubaldinismo.

Centroizquierda

Estos factores de crisis han impulsado a un sector de la burguesía a postular un frente de centroizquierda. Auyero, de la democracia cristiana, se ha convertido en el vocero de este frente, que espera concretar con sectores del PI (Monserrat) y el fiscal Molinas. El objetivo de este frente es bloquear la evolución política de los sectores del movimiento obrero y de la clase media que se desgajan de los dos grandes partidos burgueses, la UCR y el PJ.

Monserrat se pronunció por reeditar la APR (Alianza Popular Revolucionaria) de marzo de 1973, un frente de la DC, el PI, y el PC que en setiembre de ese año se disolvió para votar por Perón e Isabelita. El PC guarda un sugestivo silencio ante esta alternativa, en tanto critica el “macartismo” de Auyero por no incluirlos en su propuesta. Lo cierto es que el PC decidió postergar su definición electoral para después de la reunión de la convención de la DC, lo que indica sus expectativas en el frente democristiano y a la espera de saber qué actitud tomaría Molinas.

Por un frente de lucha

La situación política en su conjunto muestra la enorme fragilidad del régimen alfonsinista y el carácter convulsivo de la transición electoral para 1989. El paro de la burocracia de la CGT, sin perspectivas ni continuidad, es una expresión de la crisis, en la que la burguesía busca paralizar las tendeadas de la luchade los trabajadores a través de los Ubaldini y los Miguel.

El PO ha planteado la convocatoria a un Congreso de Trabajadores y la Izquierda para establecer el programa y la política frentista contra las distintas variantes patronales. Este Congreso, en base a los métodos de la democracia obrera, sería un instrumento valiosísimo de movilización de la militancia obrera y de izquierda en el terreno de la lucha contra el presenta régimen político y social que colocaría a los luchadores de la vanguardia obrera y antiimperialista en el primer puesto de la elaboración y concreción de la política frentista.