Plebiscito
Que las bases de la izquierda decidan

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Un auténtico Frente de izquierda es siempre el embrión del futuro frente único del conjunto de las masas explotadas, erguidas soberanamente contra el poder del capital y de su Estado. El reagrupamiento, a la luz del día, de los oprimidos contra los opresores.
El Frente de Izquierda, cuando es auténtico, anuncia por sus características de organización y por las características de su programa, los Consejos Obreros, las Asambleas Populares, los Comités de la Revolución, que los explotados constituirán en el necesario camino hacia la emancipación. Perfila y señala el movimiento de autoconciencia y de autoorganización del pueblo explotado.
En el verdadero Frente de Izquierda nadie decide por otro; no hay patrones que dictan el programa y fijan su ruta política, ni obreros que deban aceptar resignadamente esa división del trabajo a la que son completamente ajenos. Así como el salario no justifica la explotación, la promesa de una buena cosecha electoral no justifica que los trabajadores deban marchar como rebaño a la construcción de una herramienta política que quieren realmente suya.
En los países donde no se respetaron estos principios elementales y decisivos, los trabajadores terminaron en las más espantosas de las derrotas, protagonizadas por los Frentes o Uniones que hablaban en su nombre pero que no eran su instrumento directo de lucha.
“Arriba los de abajo” es una consigna que todo Frente de Izquierda debe materializar primero en su propio seno. Es ya evidente que nos referimos a Izquierda Unida, una “alianza e- lectoral” (así fue bautizada por sus progenitores), que repite y agrava los defectos que llevaron al fracaso a su antecesor Frepu.
¿Qué asamblea o congreso de bases elaboró su programa? ¿Qué mandato militante autorizó a dictar un acta que pone entre paréntesis y que cuestiona el voto de sus electores por los candidatos de la Alianza en el Colegio, planteando la posibilidad del voto a Menem?
¿Dónde se ha visto un Frente de Izquierda que se maneje con “actas reservadas”, cuyo contenido se hace trascender con mucha demora y luego de que fueran denunciadas, pero cuya existencia todavía no ha sido reconocida oficialmente?
La democracia para seleccionar los candidatos es la democracia del Estado capitalista, no del Estado obrero. La burguesía también admite el sufragio para designar a los “representantes del pueblo”, pero nunca para que el pueblo fije directamente su posición, con carácter ejecutivo, sobre las soluciones nacionales.
Izquierda Unida ha presentado a las bases de la izquierda un hecho consumado, pasando sobre las cabezas y los derechos de éstas. El Partido Obrero no ha logrado siquiera una reunión con IU, esto a pesar de haber establecido con todo detalle sus posiciones para la discusión.
Ante la inminencia de las “internas” que habrán de resolver lo secundario sobre lo principal, con la pretensión de enterrar a lo principal con intenciones secundarias, el Partido Obrero reclama que esas “internas” se transformen simultáneamente en plebiscito, de manera que las bases puedan decidir: decidir el programa, decidir sobre la propuesta de I.U. de votar a Menem en el Colegio Electoral o no hacerlo por ningún candidato patronal en ninguna circunstancia; decidir si se convalida el colegio electoral o se lo denuncia como reaccionario; decidir sobre si queremos una “alianza electoral" o un frente de lucha compuesto de miles de comités de bases del Frente en todo el país.
¿No se ha dicho que las “bases deben decidir”? ¡Que decidan, pues! Que las bases decidan. Que el “acta reservada” se haga oficialmente pública. Que se discuta en asambleas. Que se la someta a plebiscito en confrontación con otras propuestas.
Que las bases de izquierda puedan debatir y votar. No son cautivas de nadie. Asambleas sin exclusiones. PLEBISCITO.
Recuadro PO N° 249
CARTA DOCUMENTO AL PC Y AL MAS
El Partido Obrero reitera su reclamo de realizar una reunión conjunta al PC y al Mas a fin de superar por medio de la discusión las divergencias que se han planteado de manera de hacer posible un frente de la izquierda auténticamente independiente.
Buenos Aires, 7 de noviembre de 1988
Juan Carlos Capurro Por el Comité Nacional del PARTIDO OBRERO