Políticas
29/10/2025
Tucumán: triunfo del peronismo con peluca

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Jaldo.
En las elecciones legislativas de Tucumán se dio la lógica esperada: ganó el peronismo por un amplio margen. La lista encabezada por el gobernador, Osvaldo Jaldo, le sacó más de 15 puntos a La Libertad Avanza (LLA). La campaña sobre la testimonialidad de Jaldo -a nadie se le ocurría que iba a asumir, y, de hecho, ya renunció- y de la mayoría de los que integraban la lista poco importó. La población interpretó -erróneamente- que Jaldo se ponía a la cabeza de una cruzada contra Milei. El peronismo ganó de manera rotunda en todos los distritos del interior; pero perdió en la Capital y en Yerba Buena, donde LLA logró emparejar un poco la elección. Las bancas se dividieron en dos para cada uno, por un pequeño margen -con unos puntos más el gobierno se llevaba tres diputados.
El peronismo logró unificarse para esta campaña. No hubo fracciones por fuera ni disidentes que presentaran listas propias. La nómina de candidatos mostró unidos a los que hasta hace poco se tiraban con munición pesada y que habían necesitado concurrir a las Paso en 2023 para dirimir sus cuitas internas. Eso fortaleció al partido gobernante. Por supuesto que la interna sigue latente: jaldistas y manzuristas se miran de reojo y ya se recriminan la derrota en Capital. Esa pelea todavía tiene capítulos por resolver.
La campaña del PJ estuvo claramente dirigida contra el gobierno nacional, y, principalmente, contra Milei. Para esta campaña Jaldo se olvidó de todas las veces que sus diputados votaron tal y como ordenaba la Casa Rosada: jubilaciones, universidades, Ley de Bases, blanqueo de capitales, y la lista continúa. No se trata solamente de votar leyes aisladas, sino de todo un apoyo político, que el gobierno nacional necesitaba para dar rienda suelta a su plan de ajuste -plan que coincidía con el ajuste provincial de Jaldo y con las necesidades y los pedidos de los capitalistas locales.
Los problemas que tuvo Milei coincidieron, en cierta medida, con el alejamiento (temporal) de Jaldo y con la reunificación del PJ de cara a la campaña electoral. El PJ local necesitaba mostrarse opositor a Milei para captar el voto “progreperonista” de la provincia. De otra forma, estos votantes podrían haber acompañado al Frente de Izquierda Unidad o directamente no haber concurrido a votar.
Para la categoría diputados, en Tucumán votó casi la misma cantidad de electores que en 2023 (cerca del 80%). Por lo tanto, bajó la participación en pequeña proporción, siendo Tucumán una provincia donde históricamente vota mucha gente. El movimiento del “aparato” del PJ estuvo a la altura de una elección provincial: mucho dinero del Estado puesto al servicio de sostener la lista del gobernador.
La Libertad Avanza obtuvo dos diputados por medio de una lista de ignotos. Su campaña fue dirigida a votar a favor de Milei, sin que importe quiénes fueran los que se presentaban. Obtuvieron un 35% que, por supuesto, es menor a la suma de los que apoyaron al presidente en la elección legislativa pasada -algo más de un 38%. Poco se conoce qué piensan los diputados electos. El que encabezaba la lista -Federico Pelli- trabajó algunos años para el PJ, como asesor en materia de seguridad. Pero durante la campaña solamente repitieron los slogans nacionales. Serán diputados como le gustan a Milei: marionetas que voten lo que mande el jefe.
Está claro que la polarización y la extorsión por parte de Trump fueron factores que hicieron que los votos se dividieran entre dos fuerzas: sumados, el PJ y LLA se llevaron más del 85% de los sufragios, y dejaron sin banca al radicalismo y a Creo (el partido de la Sociedad Rural), y con muy pocos votos al resto de las fuerzas. Ni los radicales, ni CREO, ni -mucho menos- Fuerza Republicana (el partido creado por el genocida Bussi, hoy al mando de su hijo) pudieron sostener un caudal de votos que los acerque a una banca. Todos ellos fracasaron.
La votación del Frente de Izquierda-Unidad fue similar a las legislativas de 2023 (1,66%). En medio de una acentuada polarización conseguimos sostener un caudal de votos y mantener nuestra referencia como la FIT-U en Tucumán. El Partido Obrero realizó una campaña fuerte en el interior y en zonas de la Capital. Movilizamos a la militancia –particularmente, al Polo Obrero- para pelar votos en zonas muy difíciles dominadas por los punteros del PJ.
Nuestros votos son puntos de apoyo para las luchas que se vienen; contra el gobierno nacional y también contra el provincial. Advertimos durante la campaña que el voto al peronismo “por izquierda”, para frenar a Milei, era un voto perdido. Debido a la comunión de intereses, resulta más que probable que Jaldo y Milei vuelvan a trabajar juntos para imponer las reformas que reclama la clase capitalista.
Necesitamos organizar a los trabajadores y a los desocupados, para que luchen en forma independiente por sus propias reivindicaciones, contra partidos que se han unido para lanzar un brutal ajuste, y que todavía pretenden ir por más.




