Políticas

30/4/2024

Un buque de la Guardia Costera yanqui patrullando el Mar Argentino

Los norteamericanos participarán de un ejercicio conjunto con la Prefectura Naval en el límite de la Zona Económica Exclusiva del Atlántico Sur. Se refuerza la intromisión del imperialismo norteamericano en Argentina y en América Latina.

Fuera el imperialismo de Argentina y de América Latina.

El buque estadounidense Cutter James arribó este lunes al puerto de Buenos Aires. Los norteamericanos participarán de un ejercicio conjunto con la Prefectura Naval en el límite de la Zona Económica Exclusiva del Atlántico Sur, con el objetivo de realizar tareas de patrullaje contra la pesca ilegal. Esto se inscribe en el marco de la tentativa del gobierno de Javier Milei de profundizar las relaciones carnales con Estados Unidos.

Milei, su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recibieron la embarcación. El Cutter James es uno de los barcos más grandes y avanzados de la Guardia Costera yanqui, y su tripulación contará con la participación de 111 personas. El presidente argentino dejó en claro hace tiempo que uno de sus objetivos es avanzar en un reforzamiento de los ejercicios con otras potencias capitalistas.

La pesca ilegal es un gran negocio, gracias al cual la economía argentina pierde miles de millones de dólares. En las Zonas Económicas Especiales solo pueden operar buques que cuenten con permiso y/o autorización de pesca nacional. Pero, en ese espacio, también intervienen de manera ilegal buques de países como España, Corea del Sur, Japón, China, etc, expoliando sus recursos.

El gobierno imperialista de Joe Biden despliega sus barcos en el marco de sus disputas políticas, comerciales y militares con China. O sea, se trata de una política con la que busca reforzar su injerencia y defender los intereses de las empresas norteamericanas que operan en la región.

Lo de la lucha contra la pesca ilegal es una impostura. Corea del Sur y Japón, que se benefician de esa actividad, son aliados de Estados Unidos. Los yanquis vienen reforzando sus lazos con esos dos países, con el propósito de cercar aún más a China en Asia.

Además, Estados Unidos es un promotor de grandes negocios ilegales como el del narcotráfico. Milei no se queda atrás, quiere hacer pasar un blanqueo de capitales que permitiría que dinero proveniente de todo tipo de actividades espurias ingrese al circuito del comercio legal.

En paralelo, recientemente llegaron barcos de la Armada francesa, con 800 marinos a bordo, para intervenir en un ejercicio militar con las Fuerzas Armadas argentinas. El presidente galo, Emmanuel Macron, viene de dar un discurso en la Sorbona en el que anunció un refuerzo del gasto militar para colaborar con Ucrania y la Otan en la guerra que están librando contra Rusia.

Todo esto ocurre en medio de una agudización del belicismo internacional. Milei se ha ubicado en el campo imperialista en distintos conflictos militares abiertos. En Ucrania, está con las potencias imperialistas. En Medio Oriente, está con el Estado terrorista de Israel, que se apresta a liquidar a los palestinos de Gaza.

El gobierno viene de pedir el ingreso de Argentina a la Otan y además anunció la creación de una base de Estados Unidos en la Patagonia, habilitó la instalación de militares norteamericanos en la Hidrovía del Paraná y acaba de oficializar la compra de los aviones de combate F-16 a Dinamarca. Milei sigue este camino, asimismo, para que el FMI habilite un préstamo de 15.000 millones de dólares.

Fuera el imperialismo de Argentina y de América Latina.