Políticas
11/12/2025
Un gobierno antilaboral: los destructores de empleo formal y su reforma precarizadora
Los números sobre la pauperización del mercado de trabajo, que Milei va a profundizar.

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De 250 mil empleos generados en la era Milei, el 90% es precario.
La políticas de Milei no hacen más que acicatear la recesión económica, como lo evidencian los propios datos del Indec. En octubre, el índice de producción industrial manufacturero tuvo una caída del 2,9%, respecto al mismo mes del año anterior. Así las cosas, las patronales del rubro siguen descargando esa crisis sobre sus trabajadores por medio de despidos, y, estos últimos, si logran reingresar al mercado laboral, lo hacen generalmente a través de empleos precarios y desprovistos de derechos.
El retroceso de la industria, que concentra la mayoría de los puestos de trabajo bajo convenio, además de impactar en la tasa de desocupación, genera, como describe un estudio elaborado por el Instituto Gino Germani de la UBA, un "cambio cualitativo en la matriz ocupacional". El informe arroja que, entre 2023 y 2025, se perdieron 192.849 empleos industriales, mientras que, en el mismo período, creció la cantidad de asalariados en los sectores menor productividad y mayor precariedad laboral, como alojamiento y servicios de comidas (+117.002 puestos) y comercio (+95.566 puestos).
Esa tendencia explica en parte que, como refleja la publicación, 9 de cada 10 puestos de trabajo generados desde que asumió Milei carezcan de derechos laborales, tales como aportes jubilatorios, obra social, licencias y vacaciones pagas, aguinaldo, ART, indemnización por despido, etc. Como vemos, los trabajadores que fueron expulsados del mercado de trabajo formal durante la gestión libertaria (donde se destruyeron 407 mil puestos de asalariados registrados), a la hora de reinsertarse, lo hicieron en condiciones de suma precarización.
De ese modo, el trabajo precario -entre asalariados informales y cuentapropistas de baja calificación- batió un récord histórico, alcanzando al 48,6% de los ocupados en el segundo trimestre de 2025. Esos trabajadores, no solo adolecen de estabilidad laboral, sino que además perciben los peores salarios: ganan, en promedio, 50% menos que en el sector registrado, y, casi el 90%, tiene ingresos inferiores al millón de pesos -por debajo de la línea de pobreza.
Finalmente, el reguero de despidos en las fábricas ha sido un puntal del gobierno y las patronales para ir aplicando en los hechos una reforma flexibilizadora en Argentina. Ahora pretenden completar esa tarea sancionando una ley esclavista, que no apunta a crear empleo formal como sostienen sus promotores, sino a extender hacia el conjunto del movimiento obrero las condiciones de superexplotación que hoy sufre casi la mitad de la población trabajadora del país.
Lo cierto es que la reforma laboral en puertas persigue el horizonte de reducir la cantidad de obreros en las fábricas y someterlos a jornadas de trabajo más extensas, ritmos de producción más intensivos, peores salarios, entre otros retrocesos. Por fuera, aspira a que haya un ejército de changarines y trabajadores de plataformas para presionar a la baja el valor de la fuerza de trabajo. El sueño de la clase capitalista que Milei vino a hacer realidad.
Cabe destacar que los altos niveles de empleo precario a los que asistimos desmienten que el origen de la falta de inversiones sea el "exceso" de derechos laborales, como afirman los impulsores de la reforma antiobrera. Las estadísticas demuestran que la evasión patronal de las cargas sociales es moneda corriente, sin embargo, la tasa de inversión no despunta debido al parasitismo capitalista. Por lo tanto, barrer con los convenios colectivos de trabajo a lo sumo mejorará la rentabilidad de los empresarios, a expensas de las condiciones de vida de los trabajadores.
Vienen por las conquistas históricas de la clase trabajadora para universalizar la precarización. La organización obrera desde las bases es el único camino para defenderlas. El 18 de diciembre ganemos las calles contra la agenda reaccionaria de Milei y los capitalistas.




