Salud

26/3/2024

La reunión de ministros de Salud resolvió no hacer nada frente a la epidemia de dengue

El gobierno volvió a descartar la vacunación gratuita.

Reunión de ministros de Salud.

Tuvo lugar la reunión entre los ministros de Salud de las provincias y el de Nación, Mario Russo, en la que no se resolvió medida alguna para hacer frente a la epidemia de dengue. Incluso, quedó descartada la posibilidad de incluir la vacuna dentro del calendario obligatorio durante este año, amparándose en supuestas dudas sobre su efectividad, a pesar de que cuenta con la aprobación de la Anmat y la OMS recomienda su aplicación.

El gobierno nacional y los provinciales, con sus planes motosierra, nos dejan desamparados frente al récord de casos y muertes que están sucediendo. Para empezar, ni siquiera se pone a disposición la pauta oficial para difundir campañas de prevención y detección temprana de síntomas. Menos aún se conforman cuadrillas que realicen esa tarea casa por casa. Son las organizaciones barriales, como el Polo Obrero, las que toman en sus manos el trabajo de concientizar a sus vecinos sobre la importancia de descacharrar, tapar tanques de agua y limpiar cisternas, a la par que luchan para que los gobiernos se ocupen del saneamiento y desmalezamiento de los espacios públicos, entre otras políticas.

A su vez, muchas familias no tienen ingresos suficientes para cumplir con las recomendaciones de colocar mosquiteros en las ventanas y gastar $6 mil por cada envase de repelente. Son artículos básicos que debería distribuir el Estado de forma gratuita, pero sin embargo no lo hace, dejando que la población de menos recursos económicos quede más expuesta a infectarse.

De hecho, los barrios populares constituyen zonas de riego debido a la ausencia de urbanización. Por un lado, es frecuente encontrar allí acequias en lugar de alcantarillado para el drenaje pluvial, las cuales pueden convertirse en criaderos de mosquitos Aedes aegypti si las aguas quedan estancadas ante la falta de mantenimiento y limpieza. O bien, calles de tierra donde se acumula el agua cuando llueve. Por otra parte, muchos asentamientos precarios tienen cerca ambientes propicios para que se reproduzca el vector, como basurales a cielo abierto o arroyos que acumulan plásticos y residuos.

Si bien las personas que se encuentran bajo la línea de pobreza son más vulnerables a la trasmisión del virus, no pueden acceder a la vacuna ya que ambas dosis suman alrededor de $140 mil. Como el gobierno está empeñado en excluirla del calendario de vacunación gratuito, en la próxima temporada epidemiológica los ricos estarán inmunizados mientras que los pobres tendrán más posibilidades de desarrollar formas severas de la enfermedad. En ese sentido, Gabriel Solano presentó un proyecto en la Legislatura porteña para garantizar la gratuidad de la vacuna, el cual debe ser acompañado por un movimiento de lucha en torno a ese reclamo.

Este brote de dengue está sobrecargando a un sistema de salud fuertemente desfinanciado. Eso se traduce en guardias desbordadas (por escasez de personal y espacios de hidratación insuficientes), colapso en las unidades de terapia intensiva (que podría haberse evitado con planes de vacunación que disminuyeran la cantidad de casos graves), falta de reactivos de laboratorio (en muchos lugares ya dejaron de testear) y la imposibilidad de realizar un correcto seguimiento de los pacientes ambulatorios que, según las recomendaciones del propio Ministerio de Salud, deberían contar con un control médico y un hemograma diario para evaluar si aparecen signos de alarma que ameriten la internación.

Por otro lado, el cambio climático producto de la emisión de gases de efecto invernadero y el uso de pesticidas para el agronegocio agravan la problemática. Lo primero genera que la circulación del dengue no se circunscriba solo a la temporada de verano ni sea exclusivo de las selvas subtropicales. Por otra parte, el uso de agrotóxicos para sostener el modelo sojero elimina a los principales depredadores del mosquito: los anfibios, peces y arácnidos (Anred, 25/3). Ahora bien, está completamente ausente de la agenda de Milei y de los gobernadores restringir las fumigaciones sobre zonas rurales, puesto que gobiernan al servicio de los intereses del capital agrario.

A un gobierno que nos deja completamente a la deriva frente a una epidemia hay que derrotarlo con la movilización popular.