Salud
25/7/2025
Mendoza: crece la lucha de la salud en la provincia
El gobierno de Cornejo militariza el Hospital Central y persigue a los activistas.
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Los trabajadores de salud en pie de lucha.
Desde que las y los trabajadores del Hospital Central iniciaron el paro el 25 de junio, la situación en el sector salud ha dado un giro. Expresando el malestar general del personal sanitario, y en sintonía con la lucha del Hospital Garrahan, el movimiento autoconvocado logró instalar en la agenda pública el reclamo por salarios dignos.
Las medidas de fuerza del 25 de junio y del 17 de julio no solo captaron la atención de los medios, sino que también encendieron una chispa en otros hospitales. El caso del Hospital Notti es solo un ejemplo: allí también comenzaron a organizarse y reclamar. La discusión sobre la crisis sanitaria empezó a abrirse paso por abajo en los hospitales y centros de salud de toda la provincia.
El ajuste impulsado por los gobiernos nacional y provincial ha llevado al sistema de salud al borde del colapso. Y sus trabajadores, agotados y precarizados, empiezan a poner un freno. La lucha actual expone tanto la profundidad de la crisis como a sus responsables: Cornejo, Milei y las conducciones sindicales que pactan paritarias a la baja.
Por eso el gobierno provincial no escatima recursos para intentar quebrar la resistencia en el Hospital Central. Siguiendo la línea de Milei contra el Garrahan, Cornejo apuesta a desactivar la lucha antes de que se extienda a otros sectores. Para lograrlo, recurre al amedrentamiento de los trabajadores, despidiendo activistas (despidió a César Castillo, uno de los referentes del movimiento autoconvocado) y militarizando el hospital. Ha bloqueado todos los ingresos del hospital, habilitando uno solo para que ingresen los enfermeros identificándose ante el personal de seguridad. Amenaza con más de 100 despidos a prestadores, las autoridades recorren los servicios buscando intimidar y cita a trabajadores a reuniones donde les muestran capturas de pantallas de un grupo de Whatsapp.
Mientras tanto, las conducciones sindicales se mantienen pasivas y temen impulsar una lucha que podría superarlos ampliamente. Ampros, que agrupa a profesionales, se solidarizó con el enfermero despedido, pero no convoca medidas concretas para exigir su reincorporación. ATE llamó a un paro recién para el 5 de agosto, a la espera de que una negociación con el gobierno pueda desactivar la medida. Y, como si fuera poco, se niega a defender a Castillo por no pertenecer a la Verde.
Sin embargo, el reclamo por la reincorporación de Cesar Castillo ha recibido un gran apoyo. Desde la junta interna de ATE del Hospital Garrahan, hasta pacientes del hospital, trabajadores de la educación, municipales, actores y actrices, el movimiento piquetero, etc.
Como escribió Orwell en 1984, “si hay esperanza, está en los proles”. Hoy, esa esperanza está en la organización desde abajo, en la unidad de sectores en lucha. Impulsemos asambleas en todos los hospitales y lugares de trabajo para darle un carácter activo al paro del 5 de agosto. Planteamos la necesidad de un plenario de delegados de todos los trabajadores de la salud para discutir un plan de lucha por el aumento salarial, el fin de la persecución a los luchadores, la reincorporación de Cesar Castillo y en defensa de la salud pública. Por los pase a planta, por el reconocimiento profesional de enfermería y contra el ajuste de Milei y Cornejo.
El próximo 16 de agosto se llevará a cabo un plenario nacional de trabajadores, convocado por sindicatos y cuerpos de delegados combativos de todo el país, entre los que figura la Junta Interna de ATE Garrahan como primeros convocantes. Llevemos la lucha de la salud en la provincia y nuestra solidaridad con todos los luchadores al plenario nacional.

