A pocos días del inicio de Campaña de Vacunación Antigripal desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se han comunicado con las diferentes Áreas Programáticas de los Hospitales solicitando un total de 24 enfermeros/as que trabajan en centros de salud para cubrir la apertura de las postas de vacunación en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires.

Esta medida refleja el ataque constante a la salud, donde no se designa la posibilidad de apertura de concursos y nombramiento para sostener los vacunatorios sino que se realiza a costa de la explotación de los trabajadores, sin importar las tareas designadas que tiene en sus espacios de trabajo y el rol importante que desempeñan.

Es un claro golpe a los enfermeros/as, que fueron declarados esenciales en plena pandemia y que estuvieron en primera línea desde un comienzo. Hoy son condenados al pluriempleo, a un sueldo que ronda en los $470.000 -bajo la línea de pobreza- y que aún siguen luchando por el reconocimiento profesional (Ley 6035).

Sabemos que es una clara política de desfinanciamiento, mientras sigue en crecimiento la demanda en todos los efectores de salud pública. Donde podemos observar si nos acercamos a una guardia o CeSAC que la demanda ha aumentado enormemente, se duplicaron la dispensa de medicamentos en farmacia y en la misma línea, la salud mental es totalmente desfinanciada, con largas listas de espera.

La crisis del sistema de salud se agudiza con cada vez menos profesionales, condiciones edilicias aún más carentes y en un contexto de epidemia de dengue donde los recursos no son los óptimos para la prevención y seguimiento en domicilio.

Rechazamos que se recorte personal en áreas operativas donde nadie sobra y reclamamos un aumento de personal acorde a las necesidades de la población. Es urgente el reconocimiento profesional de la enfermería, ponderando la profesión que debe pasar a la carrera profesional y adquirir todos los derechos negados históricamente por el GCABA