Sindicales
11/12/2025
Asumió la nueva conducción de Conadu
Cambian los nombres, siguen la parálisis, y el seguidismo al peronismo y a los rectores.
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La conducción.
En un acto plagado de funcionarios, especialmente del gobierno de la provincia de Buenos Aires y de burócratas sindicales de otros gremios ligados a la docencia y a la Universidad (Ricci de Fedun-CGT entre ellos), asumió la nueva conducción de Conadu, que desplazó a Carlos De Feo luego de un par de décadas al frente de la Federación. Quienes desplazan a De Feo son astillas del mismo palo, que integraron su conducción hasta que las disputas por la sucesión y la crisis del peronismo metieron la cola.
La nueva conducción asumió en un clima de “alegría”, mientras los y las docentes sufrimos un retroceso salarial del 45% en dos años de Milei y el conjunto de las y los trabajadores enfrentamos el intento del gobierno de imponer reforma laboral esclavista con la complicidad de las centrales sindicales burocráticas. La Conadu, con el acuerdo de sus dos alas burocráticas, “cerró” el año a mediados de noviembre y se mandó a cuarteles de invierno hasta nuevo aviso. Eso sí, propaló una “seria” amenaza al gobierno, advirtiendo que las clases no comenzarán normalmente si no se aplica la Ley de Financiamiento.
Preparan desde ahora el terreno para la ya gastada maniobra de un paro aislado al comienzo del semestre, presentado como el “no inicio”. Y lo más grave: se borran de la lucha que está planteada ahora, no solo contra la reforma laboral, sino contra el presupuesto de guerra contra la educación, la ciencia, la salud y las condiciones de vida del pueblo que presentó el gobierno para 2026 y que negocia frenéticamente con los gobernadores.
Dime quién te aplaude y te diré quien eres
La asunción, según la propia difusión de prensa que hizo la nueva conducción, contó con la presencia del ministro de trabajo de Kicillof, Walter Correa, el que le descuenta los días de paro a los docentes que no se disciplinan a la pasividad del Suteba, el gremio de los docentes provinciales cuya burocracia también se hizo presente. Los hermana, claro, la destrucción del salario, que en la provincia progresa al mismo compás que en la Universidad. No faltó, por supuesto, Yasky, diputado electo por Fuerza Patria, mariscal de históricas derrotas docentes, y secretario general de la CTA-T, completamente paralizada frente a la ofensiva de Milei.
En las declaraciones de la nueva secretaria general que trascendieron de un acto a puertas cerradas para la docencia, se destacan las siguientes, que dan una pista de la orientación de la nueva conducción frente a ataques terminales por parte del gobierno y de los rectores a la universidad pública. Dijo Clara Chevalier, docente de la Universidad Arturo Jauretche: “¿Cómo pensar el sistema de créditos? ¿La virtualización? ¿Cómo vamos a pensar estas transformaciones? ¿Qué tenemos los y las trabajadoras docentes para decir? ¿Cómo se relacionan con nuestro proyecto de universidad? Todas, tarea sindical pura y dura”.
Asume así, de hecho, que el sistema de créditos SACAU, iniciado bajo el gobierno de Alberto Fernández, y que cobró nuevo impulso -de manera sigilosa- de la mano del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) bajo Milei, sería un hecho al que tenemos que “pensar”, no enfrentar. Lo mismo con la virtualidad, que se impuso con la pandemia y ahora intenta ser utilizada como un gran negocio de las plataformas, y un mecanismo para vaciar las aulas y desorganizar a docentes y estudiantes; además de abaratar costos, degradar la calidad académica y promover la saturación laboral de las y los docentes.
Esta orientación de negociar las políticas que nos destruyen es absolutamente coherente con el planteo de CFK a los legisladores peronistas para que no rechacen la reforma laboral a libro cerrado, algo similar a lo que planteó Massa en una reunión “secreta” con la CGT.
Las y los docentes universitarios no tenemos nada que festejar, ni transformaciones que pensar. Porque lo que tenemos por delante no son transformaciones, son ataques dirigidos a terminar con la universidad pública y la producción científica que no sea funcional a los primarizadores de la economía y al extractivismo salvaje.
Los docentes universitarios tenemos que organizarnos para superar a estas direcciones que nos entregan con las manos atadas. En primer lugar, exigiendo que Conadu llame a parar y a movilizar el jueves 18 para enfrentar la reforma laboral que, entre otras cosas, prohíbe las huelgas docentes en los niveles preuniversitarios. ¿Cómo vamos a defender el salario sin derecho de huelga? Sobre ese aspecto, en el acto de asunción no se dijo una palabra. ¿Será que la nueva conducción se siente cómoda con un recurso que justifique su rechazo sistemático a los paros?
El 18 vamos al Congreso con el sindicalismo combativo, el movimiento piquetero, las y los jubilados, el movimiento ambientalista que enfrenta la Ley de Glaciares, los sectores que defienden consecuentemente los derechos humanos y todos los sectores en lucha contra el gobierno derechista.
Que Conadu llame a parar, organice asambleas y reuniones de delegados, y marche al Congreso.
