El 8 de febrero, la Ucra (Unión de conductores de la República Argentina) de Tucumán realizó una importante acción de lucha. Un piquete de choferes, que fue apoyado por el Polo Obrero y la UJS, bloqueó la terminal central de ómnibus durante una hora y media, y resistió los embates de la patota de la UTA para desalojarlos. Fueron denunciados las malas condiciones laborales, los bajos salarios y los negociados de las empresas con los subsidios del Estado.

La Ucra Tucumán es un sindicato que está en formación desde noviembre del año pasado. El sector de choferes que se ha puesto a la cabeza del mismo está sufriendo todo tipo de persecución por parte de las patronales y la burocracia de UTA, cuyo secretario general en Tucumán, Roberto Jiménez, es también el secretario de Trabajo del gobierno de Alperovich. Hace unas semanas, la directiva de la Ucra denunció un atentado incendiario contra su sede y el despido de directivos y afiliados en diferentes empresas.

Ahora se han propuesto desafíos mayores y convocaron a un acto para el lunes 22, en la Plaza Independencia, para reafirmar la voluntad de poner en pie un auténtico sindicato combativo y democrático de los choferes de ómnibus y colectivos.