La paritaria bonaerense pasó a cuarto intermedio sin fecha de nueva reunión. El gobierno de Kicillof no se privó de bajarle el precio a la convocatoria, tildándola de “charla informal”. Una farsa de pies a cabeza.

Sin mandato

En todo momento, el Frente de Unidad Docente Bonaerense (Fudb) -que integra Suteba- y las direcciones estatales de ATE, Upcn y Fegepba se mostraron comprensivas sobre la “difícil situación financiera de la provincia de Buenos Aires ” para no hacerle olas a Kicillof. La burocracia fue a calentar la silla y a sacarse la foto en una paritaria que fue un fiasco sin oferta salarial. La ronda paritaria se limitó a una puesta en escena a sabiendas de que la reunión en el Ministerio de Trabajo estaba condicionada de antemano por Kicillof a la espera del anuncio oficial del índice inflacionario de febrero, que se conocería ese mismo día por la tarde.

Gobierno y burocracias sindicales patearon para adelante una definición a pesar de la caída estrepitosa de los salarios y jubilaciones. Kicillof practica la amansadora con direcciones amansadas a lo largo de años de colaboracionismo. Mientras Milei festeja el 13,3% de febrero como una “desaceleración” de la inflación, a la vez advierte que marzo será un mes más duro por el aumento de los precios estacionales con una inflación más cercana a la de diciembre y enero. Con este 13,3% de febrero, la inflación interanual trepó al 276%, una licuación brutal de los ingresos de los trabajadores. El tiempo que se toma Kicillof, y que le ceden las direcciones burocráticas, no es el de la apremiante condición de los trabajadores del estado bonaerense, que cobran salarios de pobreza por debajo de la canasta básica.

Cuarto intermedio

Con el “cuarto intermedio”, Kicillof repite el ablande previo a las burocracias kicillofistas que terminan aceptando o convalidando las ofertas el gobierno, cuando las hay. Así fue en enero con el aumento a la baja y por decreto -que incorporaba un 10% a cuenta de futuros aumentos – y también en febrero con la aceptación por parte del Fudb del 20% mentiroso que representa un miserable 9% promedio para la docencia bonaerense. A la licuación de los salarios por inflación se suma la quita forzosa del Fondo de Incentivo Docente (Fonid) que reduce nominalmente los sueldos.

La sangría de los sueldos estatales y docentes, que están lejos de la canasta básica de 690.000 pesos para no caer en la pobreza, se siente también con la crisis de Ioma, la obra social provincial que está paralizada, dejando sin cobertura de remedios a más de dos millones de afiliados docentes, estatales, trabajadores de la salud, municipales y jubilados. La postergación de la paritaria, sobre el filo del cierre de la liquidación de los sueldos de marzo, opera como un chantaje extra de Kicillof: los jubilados del IPS recién cobrarán el aumento de febrero a fin de marzo por haber entrado el 20% mentiroso fuera de término.

Salarios y Ioma

En los comunicados de las burocracias sobre la “paritaria” no hay referencia alguna a la crisis del Ioma, siguiendo el libreto de Kicillof, que la pasó por alto en el discurso de apertura de sesiones en la Legislatura. Un plan de lucha impone movilizarse en La Plata y en los municipios contra el lockout de los empresarios de la salud que cortan servicios , y con independencia del gobierno que aumenta los copagos trasladando la crisis a los trabajadores.

Mientras Kicillof deja de pagar el equivalente al Fonid, las burocracias de Suteba y el Fudb rechazan reclamarle el pago íntegro de los salarios al gobierno peronista provincial. Peor aún, presentan esta negativa del gobernador a hacerse cargo como un acto de resistencia a la motosierra de Milei, que cortó la transferencia del Fonid a las provincias. En las asambleas de febrero -convocadas por la conducción celeste del Suteba de un día para el otro para aprobar el 20% mentiroso-, la burocracia atacó a Tribuna Docente (organización docente del Partido Obrero) y a la Multicolor por exigirle a Kicillof que liquide el salario completo. Pasaron de felicitar al gobierno bonaerense por pagar el Fonid con “fondos propios” a principios de año a tildar de proMilei el reclamo de que la provincia de Buenos Aires siga pagando el incentivo docente hasta que se lo reponga a nivel nacional. Rechazamos esta adaptación.

Lo ciertamente funcional a Milei es contribuir a una caída mayor de los salarios y jubilaciones, que es la forma en que los capitalistas y sus gobiernos descargan la crisis sobre los trabajadores. Ctera anunció un “plan de acción” sin fechas definidas ante el fracaso de la paritaria nacional y para exigir la restitución del Fonid a las provincias. Lo hace después de haber carnereado y saboteado el paro nacional docente del 4 del marzo, un acto divisionista y desmoralizador tan nocivo como el que llevaron adelante los gremios cegetistas frente al paro de Ctera del 26 de febrero. La lucha por la devolución del Fonid -que debería integrarse al salario y al básico docente- no exime a Kicillof ni a los gobernadores de pagarlo, ni al Suteba de exigírselo al gobierno provincial.

¿No hay plata?

Axel Kicillof recaudó 160.000 millones de pesos como pago adelantado de las empresas bonaerenses en concepto de Ingresos Brutos. Más allá de algunos cuestionamientos, los capitalistas aceptaron cumplir con este adelanto, previsto en la Ley Fiscal votada en la Legislatura, entre otras cosas porque les otorga una reducción de alícuotas en todos los regímenes de la recaudación y otros beneficios fiscales. Estos 160.000 millones ponen en cuestión -al igual que el megandeudamiento de Kicillof- el destino de estos fondos. Las burocracias de Suteba y ATE apoyaron esta toma de deuda con el argumento de que iba a garantizar el pago de salarios. No es lo que está ocurriendo: el “no hay plata” de Kicillof es el complemento del ajuste de Milei.

Programa

Reclamamos la devolución de la quita a los salarios de febrero y un aumento paritario que no debe ser inferior a la canasta básica indexado por inflación.

Mientras transcurría la paritaria sin oferta salarial, la provincia era afectada por un temporal que puso en evidencia la falta de obras hidráulicas del gobernador y los intendentes. Hay que movilizarse por el arreglo de las escuelas afectadas y por la construcción de las escuelas que faltan o están paradas. La emergencia que vive la provincia exige la prioridad de los recursos bajo el control de los trabajadores y un impuesto extraordinario a los capitalistas cuya recaudación sea destinada a educación, salud, a la reconstrucción de los barrios y viviendas golpeadas por el temporal y a aumentar los salarios de los trabajadores.

Un punto capital es que se garantice la restitución de los servicios recortados por el Ioma y la cobertura de los medicamentos.

El adelanto del pago de Ingresos Brutos no agota la crisis financiera y social de la provincia de Buenos Aires, como lo muestran las amenazas de rebelión fiscal de la oligarquía sojera que resiste el pago del inmobiliario rural y anuncia medidas de fuerza. Es necesario un impuesto extraordinario al capital y dejar de pagar la deuda externa provincial usurera y fraudulenta que reconoció Kicillof sin investigación de este desfalco.

Como es de rigor, Suteba no ha convocado a asambleas para que la docencia intervenga y debata la agenda anunciada por los secretarios generales de las provincias enrolados en Ctera. La Ctera debe ponerle fecha al paro nacional y a la marcha educativa. Impulsemos asambleas para votar un plan de lucha con continuidad y una agenda de movilización en la provincia de Buenos Aires contra todos los ajustadores -incluido Kicillof- y para votar el reclamo paritario.