Sindicales

5/8/1987|193

La izquierda revolucionaria está en marcha

Hugo Espiñeira, militante del PC. desde 1981, delegado de base del Banco Río, candidato del Frente de Trabajadores

"El FRAL es un retroceso muy grave, es una alianza antimarxista"

P.O.: ¿Porqué decidiste ser candidato del FT?

H.E.: La política actual del PC es desmovilizadora, no es coherente con un. proceso de autocrítica real, porque la verdadera autocrítica se da en la acción. Y en la acción se ve lo contrario de una política revolucionaria. Lo verdaderamente importante de un partido revolucionario es la toma del poder, éste es un tema soslayado permanentemente en la acción política: no lo plantea el Fral ni el PC individualmente. Por el contrario, el PC va a la cola de los partidos del Fral, no desarrolla una política de vanguardia, es decir, una política que marque claramente cuál es el rol revolucionario del proletariado: hegemonizar en la lucha por el poder. La clase obrera es la clase verdaderamente nacional que hay en el país, la clase que más consecuentemente va a defender el interés nacional. El programa del Fral, en cambio, es netamente burgués, no asume una posición marxista, subordina a la clase obrera al interés de la burguesía dando validez, certificando la validez del sistema institucional que vivimos: “las instituciones democráticas”.

El Fral se constituye también para defender mezquinamente su personería, y para ello hace concesiones demasiado graves. Este no puede ser el objetivo de un partido revolucionario, priorizar la permanencia dentro de la ley, que se escribe justamente para no dejar margen a los revolucionarios.

En el FT veo propuestas de acción claras, es un programa revolucionario porque plantea la necesidad de la independencia de la clase obrera. Y es un frente antimperiaiista porque hay una política de hegemonía de la clase obrera al expresar el problema del poder en el GOBIERNO DE TRABAJADORES. Para mí, el Fral no es un frente antimperialista desde el momento que hay partidos burgueses que en su constitución y accionar no salen de una propuesta de democracia burguesa, que ya ha probado su incapacidad para la lucha consecuente por la expulsión del imperialismo.

P.O.: ¿Ves una diferencia con el Frepu?

H.E.: Yo no participé casi nada, porque para mí también el programa del Frepu es espurio, si bien trabajé para las elecciones porque me pareció que lo contrario era como dejar el barco en la tormenta. El Frepu aparecía un poquito más sólido porque los partidos tenían afinidades políticas, había una apariencia marxista, esa era la imagen, pero lo que importa es el programa y éste no planteaba ninguna modificación del sistema. Era un programa burgués hasta en la consigna “meta pueblo en el Congreso” ¿Qué se esperaba, una dádiva? Al no plantearse una salida revolucionaria se iba al parlamento a aceptar lo que decidían los partidos patronales. De todas maneras, el Fral ya es una mezcla intolerable, es agarrarse con cualquiera, ya casi no cabe hablar de concesiones, diría que es una entrega de los principios elementales. Concesiones serían cosas mínimas en el marco de un programa de acción conjunta, es un retroceso muy grave: es una alianza antimarxista con sectores muy claramente defensores de esta democracia formal como la IDEPO, el PI en algunos distritos y ni hablar del PH.

Este frente confirma que la autocrítica no era tal, que se dio mucho el manejo del aparato de la dirección del partido, yo ya veía que iba a haber cambios de nombres pero no de políticas. Después del apoyo al proceso militar, del famoso “apoyo crítico” de esa época, de la existencia de militares democráticos y de ver en Videla a esa ala “democrática”, no se puede caracterizar de reformista a esa política. Un revolucionario rio podía leer ese librito como una autocrítica cuando las tesis no planteaban qué clase social debía hegemonizar el poder, eso fue motivo de escándalo en las discusiones del Congreso. Un partido, para ser revolucionario, debe tener un programa, una estrategia revolucionaria y un accionar claro, consecuente, con esos principios.

Dionisio Slopi, obrero y vecinalista, candidato del PC en Florencio Varela

Digamos basta a la mentira peronista-radical

Dionisio Slopi, obrero de los talleres de la Municipalidad de Buenos Aires y candidato a concejal en Florencio Varela por el Partido Obrero.

PO: ¿Vos votaste al radicalismo, ¿no es así?

Dionisio Slopi: Mirá, yo soy radical de cuna, pero es la primera vez que vivo con un gobierno radical en plenitud; he pasado otra etapa con otro gobierno radical, el del Dr. Illia, pero de esa época no puedo vertir ninguna opinión por razones de edad, puesto que yo era un pibe, pero sí recuerdo que tenía que trabajar a la par de mis viejos. Hoy tengo 38 años, soy casado y padre de 4 hijos, soy obrero municipal de la ciudad de Bs. As., mi sueldo básico es de 297,37 australes  y con otros Ingredientes se totaliza los ₳  400, pero mirando con realidad, con descuento, cobré el mes de julio un total de ₳  342. Vos me preguntarás si soy Mandrake, que con ese sueldo pueda mantener mi familia e incluso los estudios de mis hijos. Lo que ocurre es que estoy casado con una mujer que sale a ganarse un mango para poder comprar un litro de aceite. Por esa causa la llamo heroína del año 2000, porque lucha a la par mío. Del peronismo de Florencio Varela, opino, sobre la conducción, o la comuna, que es lo mismo. Mira, es similar al gobierno radical con la diferencia, que el presidente argentino nos engrupe a todos por igual, a los que lo votaron a favor y en contra y el intendente Barbosa o llámese Carpinetti, engrupen a cara descubierta a sus fieles seguidores. Qué varelense no está al tanto de los vaciamientos de las arcas municipales ¿Y de los fondos públicos? Parece que todo queda olvidado, no es así, pienso que el 6 de setiembre todo varelense pensará frente a las urnas sobre todos estos fraudes.

P.O.: ¿Porqué te ligaste al P. O.?

D.S.: Al Partido Obrero hace aproximadamente dos años que lo frecuento, le veo un gran futuro, porque es la primera vez, desde que tengo uso de razón, ver formado un partido y un Frente de Trabajadores, donde veo a todos unidos para un solo propósito: formar un gobierno de trabajadores.

A la vez quiero agradecer a los compañeros por permitirme ingresar en dicho partido y orgulloso de estar como candidato. También, compañero, quiero comunicarle que en los años 72 al 79 trabajé en la planta textil Alpesa S.A., como oficial mecánico especializado, donde al pasar los años fui elegido delegado y en la época de la dictadura les hicimos un paro a la empresa por tiempo indeterminado, con concurrencia a sus lugares de trabajo al pie de cada máquina, por un reajuste salarial. Todo terminó con éxito, luego de una semana dura de lucha. Luego de un tiempo fui despedido, ingresé de inmediato a la Planta Panam S.A. como oficial mecánico, luego de dos años y medio de antigüedad, al inclinarme ya como representante obrero, también fui despedido. Esto, compañero, le cuento como ejemplo de que al trabajador que quiere hacer un reclamo justo dentro de una empresa lo mandan a la calle. ¿Y los sindicatos? Bien, ¿y vos?

P.O.: ¿Qué tenes para decirles a tus compañeros municipales?

D.S.: A los compañeros municipales les digo que piensen, que recapaciten un instante todo lo que les tocó vivir y lo que estamos viviendo actualmente, ustedes más que yo deben saber todas las irregularidades que ocurre con nuestro gremio. En el último recibo de julio, nos dieron ₳ 10 por enganche al director general, pero lo atrasado lo van a dejar olvidado. Entonces, compañeros, entremos en un cambio que va a ser fundamental para nuestras luchas, con un frente de trabajadores. Digámosles basta a las mentiras peronista-radical, votemos al Partido Obrero.

P.O.: ¿Y cómo vecinalista?

D.S.: Vivo en un barrio chico (Los sirios), chico, pero de voluntad y un tezón de lucha enorme. Se ha luchado por todos los rincones, sin tener eco nunca por los intendentes de facto o los actuales. Un barrio que lo único que consiguió es poner luz blanca en casi cada esquina. Una sociedad de fomento, donde por intermedio de ella pudimos haber hecho muchas cosas, porque la sociedad de fomento es el corazón de cualquier barrio. Pero, así como es el corazón nosotros tuvimos una enfermedad mala, que la fue hundiendo y esa enfermedad fueron los mismos dirigentes que tuvo en la Comisión Directiva, junto a sus presidentes de turno. Vecinos: ¡Basta! Unámonos para sacar adelante lo que nos pertenece, unámonos para de una vez por todas conseguir lo que tanto anhelamos, agua corriente, gas, cloaca, y asfalto. Vecinos, estoy en el movimiento del Frente obrero y ya he comentado con los compañeros dirigentes del Partido Obrero, los problemas de la sociedad de fomento, entre todos los vamos a sacar adelante. Mediten - vecinos, mediten por el bien del barrio. Un voto en las urnas ayudará a un vuelco total en la vida.

Voten al P.O.

46 candidaturas para el Frente de Trabajadores

La vanguardia obrera de Jujuy le dijo ¡si! al Partido Obrero

Para el próximo 6 de Setiembre el Partido Obrero de Jujuy va a presentar lista completa a diputados nacionales, candidatos provinciales, y a convencionales y concejales por los Municipios de San Pedro y Libertador General San Martín. La conformación de estas lisias sólo fue posible gracias a la gran receptividad que tuvo el llamamiento electoral del PO en los centros industriales, fundamentalmente en Ledesma (papeleros y azucareros) y Palpalá (Altos Hornos Zapla).

Fue sorprendente la identificación que tuvieron los obreros jujeños con la consigna-de Gobierno de Trabajadores. No bien se les explicaba que a ese régimen sólo se llegaría con la independencia política de la clase obrera, sin confiar en los patrones ni en sus representantes políticos, los compañeros comenzaban a sacar sus conclusiones sobre los 4 años de gobierno de Snopek (justicialista) en la provincia, y de Alfonsín (radical) a nivel nacional: miseria salarial creciente, sistemática violación de los convenios, vaciamiento de las Obras Sociales, terribles problemas dé vivienda, represión —dentro y fuera de las fábricas.

Por dicha razón los trabajadores ven con desconfianza la abrumadora campaña política de los partidos patronales. El candidato justicialista, De Aparici, a ocupar la gobernación, promete descaradamente solucionar el déficit habitacional mediante la construcción de viviendas, cuando su predecesor no sólo no resolvió, sino que incluso bajo su mandato se agravó dicho problema. Los demás partidos patronales no le van en zaga: la Convergencia de los radicales con la Cristiana Guzmán, tienen la osadía de levantar la bandera de los derechos humanos, y esto debido a que Snopek está acusado de mandar a reprimir a los trabajadores de Ledesma, entre otros, bajo el mandato de Isabel. No obstante, todo el mundo sabe que los Guzmán han sido activos colaboradores de la dictadura militar videlista.Por eso los trabajadores jujeños dirigen su mirada hacía otros horizontes políticos, y la aparición en escena del PO causó verdadera sensación. No hay que olvidar que la izquierda democratizante tiene en esta provincia una tradición, pero no es precisamente de lucha: el PC va con el FRAJUL, un engendro aparatesco con humanistas, intransigentes y ex peronistas de De Aparici que no plantea ninguna opción real a las masas jujeñas, y que sólo introduce la confusión detrás de vagas consignas que siembran ilusión en este régimen.

El Mas por su parte no se queda atrás: para terminar con los dirigentes ricos que traicionan a sus bases, propone votar al Mas, receta mágica que resuelve todos los problemas. Pero eso no es todo: entre sus consignas figura la de “luchar” en el Congreso por un salario que alcance para comer(sic) indexado mensualmente. Lo que un compañero se preguntaba era que entendería el Mas por un salario que alcance para comer, y si los trabajadores no tenían derecho después de todo a vestirse, educarse, tener cobertura médica, y alguna otra cosa más.

Por esa razón las ideas del PO tuvieron la acogida que le dispensaron los compañeros en Jujuy: fuera de toda promesa, ajeno por completo al circo electoral, nuestro partido fue con propuestas muy claras de lucha: Paro General por ₳ 700 de mínimo, Abajo el régimen patronal, independencia Obrera para luchar por el Gobierno de Trabajadores.

La lista quedó constituida por una abrumadora mayoría de trabajadores, entre los que se destacan los azucareros, los papeleros, metalúrgicos, docentes y compañeros de la construcción. Esa fisonomía le da una inmensa perspectiva al trabajo posterior del PO, y ya define la característica que tendrá, nuestro crecimiento. El secreto radica en repetir el método con que se organizó el trabajo para obtener tas candidaturas: volanteos masivos en las puertas de las fábricas, habladas y volanteos en los colectivos, sin olvidarse de ofrecer la prensa, agitación sobre las terminales de ómnibus; y todo esto debe complementarse con la formación de círculos de lectores de nuestro periódico, cursos, charlas, etc.

La lucha de clases marcará el curso de los acontecimientos, pero ya podemos anticipar que en la Papelera Ledesma hay mucha indignación por la miseria salarial (los trabajadores piden un aumento equivalente al concedido a los azucareros), y es probable que el martes venidero haya novedades sobre una medida de lucha. En Altos Hornos Zapla, por su parte, la empresa aduce déficit y amenaza con reducir el plantel, en tanto que corría el rumor de que habrían de pagar atrasados los salarios. Una última observación: entre los candidatos del Partido Obrero de Jujuy se destacan Nicolás Romero (candidato a Vicegobernador y 1er. Diputado Provincial), quien fuera Vocal 1° de la Comisión Directiva del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio La Esperanza y ex-delegado paritario en el '58, quien se sumó activamente a la construcción del Frente de Trabajadores en la provincia (el compañero viene del peronismo), y Héctor Narváez, quien fuera Presidente de la Federación Azucarera Regional Jujuy, y detenido gremial bajo la dictadura militar.

 La Justicia todavía no ha dado el reconocimiento definitivo de nuestro partido en el Distrito Jujuy, no obstante haber cumplido sobradamente con los requisitos que nos impusieron. Es en ese terreno que el PO está librando ahora la batalla contra el régimen, a fin de poder presentar estas candidaturas obreras. VIVA EL PARTIDO OBRERO DE JUJUY!!

Reportaje a Oscar Huespe, delegado de ATSA

"El Mas y el PC con su pasividad, han desprestigiado a la izquierda"

El gremio de Sanidad es un gigantesco laboratorio político y sindical en el cual, frente a miles de trabajadores, la izquierda democratizante está demostrando, paso a paso, su completo fracaso como alternativa de dirección combativa e independiente de la burocracia. Como resultado de esta experiencia con la izquierda “alegre”, en Sanidad está cristalizando y fortaleciéndose una vanguardia consistentemente clasista y de la lucha, la Agrupación Sindical Independiente de Sanidad.

El compañero Oscar Huespe, delegado de la Mutual Argentina de Hipoacúsicos, nos cuenta cuál fue su experiencia con ésta Directiva y por qué decidió adherir al ASIS.

PO.: —¿Cuál es tu experiencia en ATSA?

R.: —Hace poco que estoy en el gremio y no entendía por qué si había una dirección izquierdista los sueldos eran tan bajos. Ahora veo que es porque no hubo ningún plan de lucha. Dicen que la gente está retraída y eso me da mucha bronca, que acusen a la gente y no quieran largar ningún plan de lucha por los sueldos. El MAS y el PC tienen “pergaminos” de luchadores, pero nosotros seguimos en el pozo.

PO.: —¿Es verdad que la gente no quiere luchar?

R_: —No, la gente quiere, pero está descreída de esta dirección. Con su pasividad han desprestigiado a la izquierda. La gente dice: “¿esto es la izquierda?”. Así gana la burocracia en las elecciones de delegados.

PO.: —¿Cuál es tu opinión sobre la división de la Directiva?

R.: —Hay una lucha interna muy fuerte, se pelean por el dominio del sindicato, pero en las cuestiones fundamentales están de acuerdo en no hacer nada, con lo que abren el camino a la intervención.

PO.: —¿Por qué te integras al ASIS?

R.: —En los plenarios de delegados los compañeros del ASIS planteaban la lucha y ponían mucho sentimiento en ese planteo, cosa que no veía en otros sectores. Eso me llamó la atención. Al principio me parecían un poco duros, pero con el correr de los plenarios me fui dando cuenta, ante la inmovilidad de la izquierda, de lo correcto de estas posiciones de lucha.