El camporista Homero Giles, presidente de Ioma, oficializó la “reestructuración” de la obra social bonaerense que viene ejecutando con los copagos (aranceles generalizados para la atención médica). Giles calificó la “nueva etapa” de Ioma como un “modelo similar al de las prepagas”.

Para justificar este encarecimiento que pagan de su bolsillo los empleados del Estado bonaerense, docentes, trabajadores de la salud y municipales, el responsable del Ioma embellece a las prepagas privadas. Según Homero Giles las prepagas actuarían como reaseguro, cubriendo aquellas demandas más complejas y caras y cobrando otras atenciones médicas más “comunes”. En el caso del Ioma los copagos se aplican a las consultas médicas, odontológicas, psicológicas y otras.

Este lavado de cara oculta que existen distintos planes de pago en las prepagas (privatización del sistema de seguridad de la salud) según la complejidad requerida. Las más baratas ofrecen un esquema de cobertura básico. La tendencia es exactamente inversa a la que señala Homero Giles en nombre del gobernador de la provincia de Buenos Aires. Mientras los policonsultorios de Ioma están saturados, la obra social bonaerense actúa como intermediaria con los negocios de las grandes corporaciones médicas y prestatarias que controlan precios y mercado.

El ajuste -en medio de la desregulación de las obras sociales- apunta a hacer del Instituto de Obra Médico Asistencial un Ioma residual para que los privados puedan hincarle el diente a los negocios más jugosos. La generalización de los copagos es un acta de rendición del gobierno ante el corte y paralización de la atención médica (lock out) que llevan adelante el Comité de Crisis y Femeba, que agrupan a los grandes propietarios de sanatorios y clínicas, y a la casta de profesionales accionistas de las corporaciones médicas.

Está claro, por las demandas de los privados, que los mercaderes de la salud quieren copagos más altos todavía. El sistema “Ioma prepaga” es un barril sin fondo. Giles y Kicillof se adaptan a las presiones y acciones de fuerza de los capitalistas de la salud que saquean al Ioma y sobrefacturan aprovechando la connivencia con los distintos gobiernos. Pruebas al canto, desde la presidencia del Ioma se denunció a Femeba por retener 2.300 millones de pesos -diciembre y enero- de transferencias giradas por Ioma para pagar parte de las deudas acumuladas con médicos de la provincia.

Cero respuesta por parte de los “nacionales y populares” y las direcciones sindicales kicillofistas integradas al gobierno. El modelo “Ioma prepaga” es un golpe a los bolsillos de los trabajadores. La obra social ha dejado prácticamente de cubrir los medicamentos que aumentaron en más de un 300% en un año. El vaciamiento del Ioma es producto del saqueo de los privados y de la caída en flecha de los salarios (paritarias a la baja y con recortes) y de la precarización laboral.

Al ajuste de Milei el gobernador le agrega el propio. Movilicemos en defensa del Ioma para derrotar el lock out patronal y para que la crisis histórica y agravada de la obra social no la paguemos los trabajadores con mayores costos (copagos y bajísima cobertura de los medicamentos). Para que Ioma no sea una caja negra, debe ser dirigida por sus trabajadores afiliados. Investigación de la deuda trucha y pago inmediato de las deudas con los médicos y profesionales de la salud.