Sindicales

18/1/2024

Paritaria petrolera: nueva caída del poder adquisitivo del salario

La burocracia pacta actualizaciones salariales no remunerativas y no acumulativas.

Una nueva paritaria petrolera a la baja.

La nueva paritaria petrolera, firmada el día 16 de enero de 2024, vuelve al remanido esquema en el que la burocracia sindical firma acuerdos que retrasan el poder adquisitivo de los salarios del sector respecto a la creciente y desbordada inflación.

En lo firmado el 16 de enero se aclara que se trata de una “gratificación extraordinaria no remunerativa… Dicha gratificación será abonada con base de cálculo de los salarios correspondientes al mes de abril 2023….” (artículo primero).

Esta forma de aplicar las actualizaciones (no acumulativa) hace que, mientras la inflación del Indec indicó entre abril y diciembre de 2023 un aumento del 155,7%, los salarios petroleros se actualicen solo un 108,1% (47,6% por debajo).

Como dicha “gratificación” se pagará mensualmente con los salarios de enero, febrero y marzo del 2024, se cobrará con meses de atraso respecto a la evolución de la inflación, y, cuando llegue al bolsillo obrero, al “numerazo” (por lo grande) del IPC de diciembre habrá que sumarle los precios de la carestía de enero 2024.

Y si en vez de tomar los doce meses del período paritario (abril 2023 a marzo 2024), tomáramos los porcentajes otorgados por las sucesivas revisiones salariales, para el año 2023 (desde el 1º de enero al 31 de diciembre), las actualizaciones salariales del llegan al 169,6%, contra una inflación anual, en ese período, del 211,4%.

Es decir, se sigue firmando acuerdos que implican pérdida del poder adquisitivo.

Lo único que engorda es la caja de la burocracia

A partir de abril de 2024, cuando rija la nueva paritaria, esta gratificación extraordinaria no remunerativa pasará a ser remunerativa, pero “calculada sobre la misma base salarial, no acumulativa”.

Este tipo de acuerdos salariales, en la industria que incluye las actividades de Vaca Muerta -presentada como la joya de la salvación energética nacional- constituyen un atropello patronal al cual las conducciones sindicales se avienen, pero que no desperdician para sacar tajada para sus cajas (la sindical, la de la obra social y la mutual).

Esa “gratificación extraordinaria” que es “no remunerativa”, por el artículo sexto sí contribuye para la Obra Social, la cuota sindical y la Mutual petrolera cuyo presidente es el exsecretario general, Guillermo Pereyra, y que se la pasa comprando clínicas y sanatorios.
Pero nada dice que aporte a las jubilaciones de las y los petroleros. Mientras las cajas que maneja la propia conducción sindical se incrementan con las “gratificaciones extraordinarias”, las futuras y presentes jubilaciones de las obreras y obreros petroleros no reciben un peso.

Con toda razón, los medios dicen que se trató de una reunión paritaria “rápida y sin sobresaltos”.

La burocracia sindical petrolera se ha acostumbrado al manejo de un unicato despótico, por eso, en vez de asambleas, hay actos con oradores solo de la conducción y quien disiente en los yacimientos tiene el despido asegurado.

Este 24 de enero, respecto al cual el sindicato recién anunció su adhesión al paro, las bases petroleras tendrán oportunidad de movilizar reclamando una paritaria salarial que recupere lo perdido por estos acuerdos ruinosos para esas bases obreras.

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