Se estira la discusión paritaria entre la dirección de Soefrnyn (Sindicato de Obreros y Empacadores de Río Negro y Neuquén) y la CAFI (Cámara Argentina de Frutícultores Integrados) de cara a una temporada de cosecha que ya comenzó. Para un trabajo que es temporal, lo salarial es vital, y aunque su secretario general Marco Bielma rece a Dios, el pedido de 211% es menos que el 232,4% de inflación 2023 en Río Negro y Neuquén. El empresariado ofrece solo 195%, y no se está  discutiendo nada del 40% por Zona Desfavorable.

Como comenta un compañero delegado, “siempre hacen la misma, hacen que pelean y después arreglan”. Para la clase trabajadora del empaque todo se agrava, dado el Rodrigazo que aplicó Milei, con una inflación y una devaluación que pulverizaron los salarios en pesos y maximizaron las ganancias patronales en dólares, a lo que se debe sumar el DNU, la Ley Ómnibus y el protocolo anti piquetes.

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Bielma no solo militó las ideas de Milei, sino que las aplica dentro del sindicato. Hace semanas se reunió con la diputada nacional por La Libertad Avanza, Lorena Villaverde, de quien es su confesor personal, con el objetivo de ver “los alcances que tiene el DNU”. De organizar y luchar para recuperar lo perdido en cuanto a salario, nada. Bielma reza en vez de convocar asambleas para votar un plan de lucha. La patronal, mientras tanto, cosecha, vende en dólares y acumula especulando y presionando por una nueva devaluación.

Muchos empaques siguen sin empezar, mostrando que están guardando mucha fruta de una temporada se espera más corta. Se ejerce sobre los trabajadores una mayor explotación a ritmos más acelerados, maximizando a fondo la rentabilidad patronal. Estirar e imponer salarios a la baja es parte de ese plan de rentabilidad antiobrero del que el gobierno, la patronal y la dirección del sindicato forman parte.

El 22 se volverán a reunir, y se espera que el cierre se dilate algunas reuniones más dado que la patronal no quiere distribuir la riqueza que espera amasar. Por eso el paro del 24 se vuelve fundamental. Aunque el sindicato de empaques está adherido a la CGT, no se sumaría al paro. Sí podrían hacerlo parte de las bases, que saben que están cubiertos legalmente, más allá de la campaña del miedo que mete el gobierno.

Por asambleas en todos los empaques y un plan de lucha. El 24, para parar, motivos sobran.

https://www.prensaobrera.com/sindicales/gran-plenario-del-sindicalismo-combativo-y-el-movimiento-piquetero-en-visperas-del-paro-general