Sindicales

15/3/2024

Salta: el gobierno dicta la conciliación obligatoria en el conflicto del Ingenio Tabacal

Exigimos la reincorporación de los compañeros despedidos.

Corresponsal.

Cuando se cumplía la segunda jornada de paro general y se endurecían las medidas cortando la ruta 50 frente a la entrada del ingenio Tabacal, la Secretaria de Trabajo de Sáenz dictó la conciliación obligatoria, la cual supone dejar sin efecto los despidos y que los trabajadores levanten la medida de fuerza.

El paro había sido impuesto por la base en una asamblea masiva y fue garantizado por la acción de compañeros luchadores en cada sector. La bronca empujó el paro no sólo contra los despidos sino frente a la miserable oferta salarial de la empresa en la paritaria, con una suma fija de 125 mil pesos hasta abril para salarios de bolsillo que apenas llegan a 270 mil pesos para la categoría inicial. Aún con la suma ofrecida, los compañeros quedarían apenas por encima de la mitad de la canasta de pobreza, que llega a los 700 mil pesos.

Por estas horas, aunque los obreros levantaron el paro, queda claro que la empresa está violando la conciliación obligatoria porque a los compañeros despedidos nos les han dado tareas y sus tarjetas ya no figuran en el sistema. Con esta medida la empresa busca desmoralizar a los despedidos y que terminen aceptando un arreglo económico. Al contrario, para los trabajadores se trata de ganar este tiempo para organizarse aun más para volver a la lucha.

Como dijimos en Prensa Obrera, la empresa planificó los despidos de 38 compañeros, mas 44 “reubicaciones”  a compañeros con mucha antigüedad y calificación profesional en tareas descalificadas, una especie de despidos encubiertos ya que por esta vía tratan de forzar su desvinculación de la empresa. La empresa también calculó el momento para estos despidos, cuando todavía faltan 50 días para el inicio de la zafra. Hay además entre los despedidos compañeros luchadores que han cuestionado a la dirección del gremio, a los que se quiere dejar afuera en un año en el que habrá elección de comisión directiva.

Hay una alta conciencia en los trabajadores que estos despidos buscan, por un lado, consolidar salarios de miseria en una actividad favorecida por el incremento del precio del azúcar, que fue el doble de la inflación promedio. Por otro lado es otro avance en una reestructuración del trabajo con la que se reducen los puestos de trabajo y se avanza en la tercerización de funciones con compañeros en negro y fuera de la organización sindical.

La idea de la actual conducción del gremio, de que una posición dialoguista iba a ser mejor para defender los derechos de los compañeros, resultó en un desastre con una pérdida de puestos de trabajo y una enorme caída del salario en los últimos años. La gran voluntad de lucha de los trabajadores contrasta con esta conducta.

Las 4 semanas que se va a extender la conciliación deben servir para organizar las condiciones para retomar la lucha por el salario y contra los despidos. Lo primero es exigir que el sindicato denuncie a la patronal por incumplimiento de la conciliación y exigir que los compañeros vuelvan efectivamente a sus lugares de trabajo y se les asigne tareas.

Las fuerzas para retomar la lucha están también en los vecinos de Irigoyen y de sus organizaciones piqueteras que hicieron llegar su solidaridad y voluntad de ir a medidas de fuerza en común.