Sindicales

27/11/2025

Se multiplican los cierres y despidos: las patronales reconvierten sus negocios a costa de los trabajadores

La reforma laboral de Milei viene a gravar esta crisis, sin nuevos empleos y con menos derechos.

220 despidos en Whirlpool

En las últimas semanas se han acumulado cientos de despidos en la industria y en el comercio, con el cierre de la multinacional Whirlpool y la cesantía de 220 trabajadores entre los casos más destacados, como resultado del agravamiento de la crisis económica de la mano de las medidas aperturistas del gobierno y las tratativas ruinosas para profundizar esta línea con el acuerdo comercial con los Estados Unidos. Ante esta situación, el gobierno apunta a imponer una reforma laboral que liquide derechos y conquistas laborales y que, está probado, no traerá consigo ningún puesto de trabajo.

Es moneda frecuente en estos días escuchas del cierre de una u otra planta o lugar de trabajo ante el desplome de la economía y la caída de las ventas, tanto por la disminución de poder adquisitivo de los trabajadores, como resultado de las políticas de ajuste gubernamental y el ataque contra los salarios, como de la ampliación de la competencia capitalista con la apertura indiscriminada de importaciones que está haciendo estragos.

Uno de los anuncios más resonantes es el del reciente cierre de la fábrica de lavarropas Whirlpool, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, con el despido intempestivo de 220 trabajadores, en medio de una caída de la producción y de las ventas, lo que dio lugar a una reestructuración patronal para seguir haciendo negocios pero convirtiendo la empresa en un centro de acopio y distribución. Mientras cientos de familias se quedan sin su sustento las patronales siguen haciendo negocios por otras vías.

Algo similar está ocurriendo en la reconocida fábrica de ollas y sartenes Essen, desde donde confirmaron un recorte en la producción que afectaría a 29 trabajadores, cuando se habla de que la empresa podría pasar a importar su producción directamente de China u otros países.

Otra de las implicadas es la fueguina NewSan, con más de 150 despidos luego de que el presidente Javier Milei recorriera la planta haciendo propaganda con una supuesta reactivación económica. Se trata de un sector particularmente afectado por la eliminación de aranceles en la importación de productos electrónicos. Aunque los despidos se dan luego de un primer trimestre de la empresa con ganancias superiores a los $26.000 millones.

También debemos sumar la amenaza de 140 despidos en Lácteos Conosur SA, controladora de La Suipachense, donde la Justicia acaba de resolver la quiebra de la empresa; las decenas de despidos con cierres de distintas sedes del país de la cadena de supermercados Cencosud, con 55 cesantías solo en la provincia de Tucumán; mismo tenor que el empleado por la cadena mayorista Yaguar, con su cierre en Bahía Blanca y el despido de 60 trabajadores. En La Rioja el cierre de dos empresas de la industria textil y del calzado, Lexo y Vulcalar, dejaron un tendal de 120 despidos. La cuenta sigue y se multiplica por toda el país.

Las políticas económicas del gobierno de Milei están acrecentando los despidos y la recesión industrial, con la caída de la actividad industrial y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, junto al encarecimiento del crédito y la financiación y una huelga de inversiones de las patronales que no se modifica siquiera por las reformas antiobreras y garantías excepcionales que le brinda el gobierno a los capitalistas.

En este marco, la reforma laboral antiobrera que presenta Milei y que reclaman los capitalistas y sus voceros lejos de revertir esta tendencia agravaría las consecuencias contra los trabajadores, eliminando derechos y recortando salarios a quienes puedan conservar el empleo, en medio de un recrudecimiento de la caída de la actividad económica y una recesión mayor provocada por las medidas gubernamentales.

La “falta de competitividad” no es un producto de altos “costos laborales” sino del parasitismo de los capitalistas que hacen sus negocios en la timba financiera y que ante los cambios económicos reestructura sus negocios industriales a meros depósitos de acopio y reventa de importaciones, mientras son los trabajadores los que pagan los platos rotos, con despidos, suspensiones, ajuste y reformas antiobreras.

Rechacemos los despidos y suspensiones organizando asambleas y la lucha obrera contra el ajuste. La reforma laboral viene a agravar la crisis, por lo que tenemos que derrotarla con la acción independiente de los trabajadores, para imponer un programa de salida a la crisis, de defensa de la industria, el trabajo y los derechos laborales, partiendo de una recomposición general de los salarios.

"Lo que llaman reforma laboral es quitar derechos, y lo vamos a enfrentar"
Entrevista a Néstor Pitrola y Romina Del Plá, diputados nacionales del Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad. -
prensaobrera.com
El gobierno profundiza la recesión y los platos rotos se los cobran a los trabajadores
Los datos del Indec reflejan que la industria no repunta. -
prensaobrera.com